Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Se viene "Ay Juancito"

Es inminente el estreno en Bahía Blanca de Ay Juancito, el último filme dirigido por Héctor Olivera, que rescata un tramo de la vida de Juan Duarte, hermano de Eva Perón, el que va de 1949 hasta su dudosa muerte ocurrida el 8 de abril de 1953. ¿Suicidio o asesinato? El proyecto surgió después de una conversación que Olivera mantuvo con la actriz Susana Canales, quien en los años 50 era una adolescente cuando, para eludir el acoso de Duarte, fue llevada por sus padres a España.


 Es inminente el estreno en Bahía Blanca de Ay Juancito, el último filme dirigido por Héctor Olivera, que rescata un tramo de la vida de Juan Duarte, hermano de Eva Perón, el que va de 1949 hasta su dudosa muerte ocurrida el 8 de abril de 1953. ¿Suicidio o asesinato?


 El proyecto surgió después de una conversación que Olivera mantuvo con la actriz Susana Canales, quien en los años 50 era una adolescente cuando, para eludir el acoso de Duarte, fue llevada por sus padres a España.


 El cineasta encomendó el guión al filósofo y novelista José Pablo Feinmann. La película se rodó en escenarios naturales de Buenos Aires (Palacio San Martín, Congreso de la Nación, edificio del diario "La Prensa", Palacio Sans Souci, Teatro Colón, Casa Rosada) y en decorados de los Estudios Aries. Uno de ellos rescata el mítico cabaret Tabarís.


 El vestuario correspondió a Horace Lannes, quien también utilizó trajes de su colección, lucidos en otros tiempos por las actrices Niní Marshall, Zully Moreno, Mirtha Legrand, Delia Garcés, Tita Merello y Libertad Lamarque.


 Los personajes fueron interpretados por Adrián Navarro (Duarte), Inés Estévez (Elina Colomer), Leticia Brédice (Fanny Navarro), Laura Novoa (Evita), Jorge Marrale (Perón), Norma Aleandro, Alejandro Awad (Cámpora), Alejandra Majluf (Niní Marshall) y Roberto Carnaghi.


 Juan Duarte fue una figura de segunda línea, pero ejerció una gran influencia en el mundo de la farándula y los medios de comunicación. Fue vendedor de jabones, pero Perón lo designó su secretario privado.


 Soltero, simpático, compadrito, seductor, mujeriego, trepador, Duarte se sintió protegido por su hermana Eva, creyó que el peronismo duraría eternamente y aprovechó su posición para concretar sus negociados y conquistas amorosas.


 En su juventud, se lo conoció con el apodo de "Pebete" y en los años de gloria, su vinculación con la farándula le valió el mote de "Jabón Lux", por aquello de "nueve de cada diez estrellas de cine lo usan".


 Fueron varias las estrellitas que lo utilizaron para ascender, pero sus aventuras amorosas más resonantes fueron las que vivió con las actrices Elina Colomer y Fanny Navarro.


 Feinmann manifestó que Duarte encarna una tendencia de ciertos personajes de la política argentina que llegan al poder, viven del poder y lucran con él. El autor asegura que el filme es un intento de mapear el ADN de la nación "en busca del gen del menemismo, la genealogía moral de la desastrosa fiesta de los años 90".

¿Quién es el director?




 "Soy director por vocación, productor por profesión y distribuidor por obligación". Así se definió Olivera. Su filmografía como productor y director ronda los 125 títulos.


 Nació en San Isidro, el 5 de abril de 1931. Su ingreso al cine --que luego se transformó en la gran pasión de su vida-- se produjo en 1948, como ayudante de Enrique de Rosas.


 Desde 1950, se desempeñó como asistente de producción en 20 filmes para el sello Artistas Argentinos Asociados. En 1954, accedió a jefe de producción de Ayer fue primavera, de Fernando Ayala, y al año siguiente fundó con él la empresa Aries Cinematográfica, a través de la cual ambos canalizarían todas sus películas.


 Olivera debutó en la dirección, en 1967, con Psexoanálisis, sátira sobre el psicoanálisis que sorprendió por la agudeza de su comicidad, sus vestuarios y decorados pop.


 Con Las venganzas de Beto Sánchez --grotesco sobre la rebeldía de un alienado exponente de clase media--, Olivera emprendió un cine más comprometido, que tuvo su continuidad en La Patagonia rebelde (1974), No habrá más penas ni olvidos (1983), que satirizó las luchas intestinas del peronismo; La noche de los lápices(1986) y El caso María Soledad (1993).


 Otros títulos son El muerto (1975), adaptación de un cuento de Borges; La nona (1978), ácida pintura sobre la vocación fagocitante de una anciana, según obra de Roberto Cossa; el intento de realismo mágico de Los viernes de la eternidad (1981); el musical Buenos Aires, rock (1982); La muerte blanca (1985), de acción y aventuras según guión de David Viñas; Una sombra ya pronto serás (1994), sobre la novela homónima de Osvaldo Soriano; y Antigua vida mía (2000), que recrea el libro de la chilena Marcela Serrano, sobre la ansiedad que acecha a las mujeres al filo de los 40, que no han podido ser madres.