Bahía Blanca | Miércoles, 15 de mayo

Bahía Blanca | Miércoles, 15 de mayo

Bahía Blanca | Miércoles, 15 de mayo

Los secretos del sistema de Ventania

Chenques, geoformas, piedras preciosas, restos volcánicos y diversas construcciones que la madre naturaleza ha venido creando a lo largo de millones de años de trabajo... La Comarca Serrana se levanta imponente y silenciosa, escondiendo secretos tan viejos como el tiempo mismo, y mostrando tan sólo una ventana de su interior.
Los secretos del sistema de Ventania . El mundo. La Nueva. Bahía Blanca


 Chenques, geoformas, piedras preciosas, restos volcánicos y diversas construcciones que la madre naturaleza ha venido creando a lo largo de millones de años de trabajo...


 La Comarca Serrana se levanta imponente y silenciosa, escondiendo secretos tan viejos como el tiempo mismo, y mostrando tan sólo una ventana de su interior.


 Allí es posible encontrar rasgos de culturas que existieron hace más de un milenio o formaciones rocosas que permiten desentrañar los distintos movimientos de las placas tectónicas que componen este planeta.


 Hoy, estas geoformas o el mismo hallazgo de pinturas rupestres, podrían constituir un atractivo turístico y un interesantísimo lugar de estudio, tanto para turistas como para profesionales de distintas áreas.


 Así lo asegura Sergio Marto, un guía de turismo cordobés radicado en Sierra de la Ventana, quien viene explorando este cordón serrano desde hace varios años.


 "La formación de este sistema corresponde a hace unos 280 millones de años", explicó.


 "Estas sierras se formaron al producirse un choque de las placas tectónicas entre la plataforma Patagónica y la de Godnwana (que en ese momento estaban unidas en un sólo continente llamado Pangea) que, a causa de la deriva continental, se partieron en dos", agregó Marto.


 "Por esta razón --continuó--, el sistema de Ventania tiene su continuación en Sudáfrica. Esto indica que los tipos de rocas que se encuentren en aquel cordón serrano también se pueden encontrar en este".

Las rocas, testigos de la historia




 En febrero último, la empresa Petrobras realizó tareas de relevamiento laboral en este sector serrano, de las que Marto participó como guía.


 El grupo estuvo a cargo de Ciro Appi, coordinador del programa Tecnológico de Fronteras Exploratorias, e integrado por cuatro geólogos pertenecientes a la Universidad Federal de Paraná (Curitiba, Brasil).


 Durante estos trabajos, se pudieron determinar los puntos justos en los que se encuentran las diferentes zonas geológicas.


 "Sierra de la Ventana tiene, de este a oeste, diferentes épocas de formación, que van variando por millones de años. Y nosotros hallamos los lugares exactos, donde es posible observar dónde termina el pliegue de una era y comienza el de la siguiente", relató el guía.


 "Estas fronteras fueron halladas en varios lugares", explicó.


 Además, comentó que el jefe de la expedición había sentido curiosidad por una forma circular que observó en un mapa satelital del lugar, que no se corresponde con la línea de pliegues y que tiene unos seis o siete kilómetros de diámetro.


 Según explicó, hay tres teorías válidas respecto de ella: podría tratarse de un asentamiento mineral, el impacto de un meteorito, o bien corresponder a un volcán. Aunque estas dos últimas son menos probables.


 "Otro de los hechos que más sorprendió al jefe de la expedición --destacó Marto-- fue el hallazgo de indicios de material piroplástico, en el sector donde están ubicadas las sierras más viejas.


 "Se trata de una sustancia que desprenden los volcanes cuando entran en erupción, en forma de nubes gaseosas muy densas", manifestó el guía.


 Este descubrimiento los llevó a concluir que en algún momento hubo volcanes en el sistema, y a suponer que no pueden haber estado en un radio mayor a los 100 kilómetros de la comarca.


 "Antes nadie había mencionado la posibilidad de la presencia de volcanes. Estas sierras no son de origen volcánico (sino que se formaron por pliegues y con choques de placas, como la cordillera de los Andes), aunque nunca se había descartado la posibilidad. Y ahora hay algo que lo indica claramente", remarcó.


 Por otro lado, también pudieron determinar la presencia de agua sulfurosa, de vasta aplicación en medicina.

El arte de la naturaleza




 "Las sierras de este sistema tienen un origen de pliegues, entre encorvamientos y choques de placas. Esto permite que tengan una forma artística dada por la erosión y el viento", reconoció Marto.


 "Si bien la más popular, y el más significativo, es el hueco de la Ventana, hay otros que son importantes y poco (o nada) conocidos. Y esto se debe a que no se han trabajado mucho en ellos", agregó.


 El guía de turismo señaló que hay mucha materia prima para trabajar allí y que aún hay mucho por mostrar.


 Además de las bellezas naturales, también es posible descubrir algunas señales que demuestran el paso del hombre, como pinturas rupestres o chenques (sepulturas de caciques).


 "Hasta ahora, sólo hay 15 cuevas conocidas, pero tenemos que tener en cuenta que alrededor del 90% de las sierras están sin explorar", explicó Marto.


 "Pero su uso no es para los turistas, sino dirigido a los especialistas en estas materias, para que puedan hacer su trabajo", manifestó.


 "Y debemos tener en cuenta que esto es algo que se va perdiendo con el paso del tiempo. Seguramente, se trata de una información valiosa que está grabada en la pared y hasta puede tratarse de una pieza del rompecabezas de la cultura argentina", consideró el guía de turismo.

El último hallazgo




 En febrero de 2002, se halló una cueva con rasgos muy particulares.


 Además de poseer en su interior pinturas rupestres, se encuentra por encima (tomando como referencia el nivel del mar) de las demás, en un lugar de muy difícil acceso.


 Según profesionales de la Universidad Nacional de La Plata, la gran mayoría de estas cavernas está a unos 600 o 700 metros de altura, y próximas a cursos de agua, lo que posibilita un acceso más fácil.


 "Lo que se destaca de todo esto es la certidumbre que cada vez que el ser humano tuvo la necesidad de hacer cosas muy exigidas, lo hizo por una motivación religiosa", remarcó Marto.


 "Si bien no se realizó una datación (sic) precisa, todas las pinturas rupestres halladas en este sector datan de unos 1.500 años, por lo que consideramos que estas también correspondería a estas fechas", agregó.


 Lamentablemente, la mayoría de estos lugares se encuentran en estancias privadas, lo que limita la posibilidad de realizar nuevos descubrimientos o trabajar en los hallazgos.


 Otro de los problemas que esto acarrea es la falta de preservación que tienen muchas de ellas.


 "Esperemos que, a medida que las leyes se vayan modificando y se empiece a proteger estos hallazgos, estos inconvenientes se van a ir solucionando", explicó.


 "Pero, hasta ahora, nadie regula nada. Y lo que hay que hacer (y rápido) es declararlo un bien patrimonial y protegerlo", agregó.


 Marto lamentó que no haya apoyo económico (además del que podrían brindar las estancias), para que grupos de expertos en la materia se dediquen a recorrer las sierras.


 "El turista no tiene por qué saber cuándo encuentra algo, ni debe distinguir una pintura de una mancha de oxidación. Además, es necesario que haya gente que se ocupe del cuidado de esas cosas", consideró.


 "En Sierra de la Ventana hay pocas cosas para ofrecer en relación de las que existen. Turísticamente, cuantos más lugares novedosos para ofrecer tengamos, mejor será para nosotros, y dará una mayor motivación a los visitantes", expresó Marto.


 "Por ejemplo, hace unas semanas vino un grupo místico (buscan centros de energía), que siempre iban a Tandil o a Córdoba. Y esta vez vieron que acá también había lugares con un potencial importante para ellos", relató.


 "Es posible ofrecer un mercado nuevo, y traer gente con otras motivaciones. Estas sierras tienen cosas que son únicas, y hay mucha materia prima para elaborar y para ofrecer. Además, es algo que nos beneficiará a todos y también tendremos la posibilidad de rescatar e investigar", finalizó.


 Para más informes, consultar al sitio web: www.sierradelaventana.unlugar.com.

La historia




 Las Sierras Australes de la Provincia de Buenos Aires o Ventania forman un conjunto de cadenas montañosas, cuyo relieve pronunciado sobresale de la llanura pampeana circundante.


 El orógeno se extiende unos 180 kilómetros, en sentido noroeste-sudoeste y alcanza un ancho máximo de aproximadamente 60 kilómetros.


 El conjunto serrano está constituido por las Sierras de Puan, Curamalal, Bravard, de la Ventana, Tunas y Pillahuinco.


 La altura máxima se alcanza en el Cerro Tres Picos de la Sierra de la Ventana, con 1.247 metros sobre el nivel del mar.


 Ventania está formada, predominantemente, por rocas sedimentarias paleozoicas. Sólo en su borde occidental, aparecen escasos afloramientos aislados de rocas ígneas deformadas.


 Estos asomos de reducida extensión constituyen el basamento sobre el cual se depositaron los sedimentos paleozoicos. Predominan los granitos y riolitas, a los que se les asignan edades precámbricas-cámbricas.


 Sobre las rocas paleozoicas del sector occidental de las sierras, se han preservado escasos remanentes aislados de conglomerados de probable edad miocena.


 La secuencia sedimentaria paleozoica ha sido dividida en tres grupos principales: Curamalal, Ventana y Pillahuinco.


 El Grupo Curamalal tiene un espesor estimado de 1.200 metros. Abarca a las sedimentitas más antiguas de las sierras y se subdivide en cuatro formaciones denominadas La Lola, Mascota, Trocadero e Hinojo.


 Este grupo está constituido por conglomerados, areniscas, cuarcitas, esquistos areno-arcillosos y filitas. Las sedimentitas representan depósitos marinos y la ausencia de fósiles determinables impide establecer con precisión su edad.


 Sólo puede afirmarse que es de origen pre-devónico, aunque algunos autores han sugerido que el inicio de la depositación habría comenzado en el período ordovícico.


 El grupo Ventana está subdividido en cuatro formaciones que se denominan Bravard, Napostá, Providencia y Lolén, que tienen --en conjunto-- un espesor calculado de 1.400 metros.


 Está formado por areniscas conglomerádicas, cuarcitas, areniscas y escasas intercalaciones de pizarras y filitas.


 Como en el caso del grupo Curamalal, los sedimentos son de origen marino. La presencia de restos fósiles ha permitido establecer una edad silúrico-devónica.


 El grupo Pillahuinco forma la parte superior de la secuencia sedimentaria y está constituido por las formaciones Sauce Grande, Piedra Azul, Bonete y Tunas. El espesor varía entre los 1.700 y 4 mil o 5 mil metros, según la interpretación de los distintos autores.


 Está compuesta de diamictitas, conglomerados, cuarcitas, areniscas, limolitas, pizarras y lutitas. Las diamictitas de la base son depósitos glaci-marinos, sobre los cuales yacen sedimentos marinos y sublitorales y, finalmente, sedimentos de origen continental.


 El grupo Pillahuinco es de edad carbo-pérmica (paleozoico superior), aunque la parte superior de la formación Tunas podría corresponder al triásico inferior.


 El basamento y la secuencia sedimentaria paleozoica fueron deformados, conjuntamente, a fines de la era paleozoica o comienzos de la era mesozoica.


 Este evento tectónico produjo intenso plegamiento de los sedimentos paleozoicos y fallamiento, tanto en el basamento como en la cubierta sedimentaria. El levantamiento de la cadena y su configuración actual son el resultado de la combinación del evento tectónico mencionado, el levantamiento en bloque durante el Terciario y el modelado por los procesos erosivos.

(*) Fuente: Relatorio del VI Congreso Geológico Argentino, septiembre de 1975, Bahía Blanca; Geología Regional Argentina, volumen 2. Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, 1980.

EraPeríodoEpocaMillones de años

CenozoicaCuaternarioHoloceno0,01-actual
Pleistoceno1,3-0,01
TerciarioPlioceno5,3-1,6
Mioceno23-5,3
Oligoceno36,5-23
Eoceno57,8-36,5
Paleoceno64,6-57,8
MesozoicaCretácico140-64,6
Jurásico205-140
Triásico250-205
PaleozoicoPérmico290-250
Carbonífero355-290
Devónico410-355
Silúrico438-410
Ordovícico510-438
Cámbrico540-510
Tiempos Precámbricos2.500-540

Hernán Güercio/Especial para "La Nueva Provincia"