Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Un ataque israelí eliminó al caudillo árabe Ahmed Yassin

El jeque Ahmed Yassin susurraba desde su silla de ruedas, pero como líder espiritual de Hamás "condujo el movimiento palestino de masas más potente contra el estado de Israel" hasta su muerte, ayer, por un ataque judío de helicóptero ante una mezquita en Gaza. Con él sucumbieron ocho militantes.
Unas 200 mil personas participaron en Gaza de los funerales de Yassin. (Reuters)


 GAZA -- El jeque Ahmed Yassin susurraba desde su silla de ruedas, pero como líder espiritual de Hamás "condujo el movimiento palestino de masas más potente contra el estado de Israel" hasta su muerte, ayer, por un ataque judío de helicóptero ante una mezquita en Gaza. Con él sucumbieron ocho militantes.


 La decisión, trascendió, fue del general (r) y premier Ariel Sharon.
Estados Unidos llamó a "la calma y maduración", sin detenerse a condenar.



 El religioso de 67 años fue uno de los fundadores del grupo radicalizado islámico en 1987, con el objetivo no sólo de terminar la ocupación israelí en la Franja de Gaza y Cisjordania, sino de "destruir" al estado hebreo.


 "Palestina perdió a su padre espiritual. Perdimos un gran héroe y un líder irremplazable", dijo Jaled Abdu, un vecino de Gaza, en medio de una multitud de dolientes, muchos enmascarados, que llevaban el cadáver para su inhumación.


 Fue la muerte del palestino de más alto rango desde la del jefe de comando Jalil Al-Wazir durante abril de 1988, en la nordafricana República de Túnez.


 Los palestinos manifestaron que Yassin, paralítico desde pequeño a causa de un accidente deportivo y actualmente casi ciego, era "el cerebro de Hamás y su cadena de militantes y organizaciones caritativas islámicas".


 Propugnó la lucha armada y los ataques suicidas como tácticas para terminar con la ocupación israelí en los territorios de la Franja de Gaza y Cisjordania.


 Yassin consiguió que Hamás deviniese de un mero grupo marginal que desafiaba la base de la arafatista Organización de Liberación de Palestina (OLP), en su mayor oponente. Cerca de un 30 por ciento de palestinos en Cisjordania y Gaza "prometieron lealtad a su movimiento activista musulmán".


 Se convirtió en la figura más influyente y carismática al liderar una agrupación que controlaba una amplia red de asistencia, lo cual atrajo apoyo hacia Hamás a costa de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Yasser Arafat, considerada por muchos de sus parciales como "corrupta e incompetente".


 A fines de 2003 Yassin dio señales de estar dispuesto, "en principio", a acatar una tregua. Empero, Israel descalificó el gesto, lo consideró ridículo y mantuvo la definición del teólogo como "marcado para la muerte", después de una década de ataques suicidas que eliminaron a centenares de hebreos.


 La atracción que Hamás ejercía entre los palestinos creció por la desilusión con los esfuerzos de paz y las duras medidas de represión israelíes.


 En una entrevista en 2002, Yassin defendió los años y años de agresiones suicidas. "El pueblo palestino está forzado a defenderse", subrayó.


 "El pueblo palestino no tiene helicópteros Apache o F-16 (cazabombarderos) o tanques o misiles. Lo único que puede tener es a sí mismo para morir como mártir", advirtió el físicamente frágil clérigo musulmán.


 Yassin resultó levemente herido en un intento israelí de eliminarlo el 6 de septiembre de 2003, cuando salía de un edificio donde los mandamases de Hamás se reunían segundos antes de que una bomba judía, electrónicamente guiada, destruyera la instalación.


 "Estuve marcado de muerte durante mucho tiempo por Yassin y los otros detrás de la estructura de terror en la Franja de Gaza", dijo ayer el viceministro de Defensa en el gabinete sharonista, Zeev Boim. En el ínterin, deploraba lo acaecido el secretario general de la ONU, Kofi Annan, desde Nueva York.


 El caudillo de Hamás arribó a este planeta en lo que hoy es la ciudad hebrea de Ashkelon o Ascalón, de fuertes reminiscencias bíblicas, pero se convirtió en refugiado durante la guerra árabe-israelí de 1948 y se trasladó a Gaza.


 Afiliado a la Hermandad Musulmana, un movimiento consagrado "a divulgar el islamismo" cuando estudiaba en Egipto bajo la revolución nacionalista del entonces coronel Gamal Abdel Nasser, fue curioso visitante al Museo del Cairo.


 En 1987 se convirtió en guía espiritual de Hamás, ala castrense de la Hermandad Palestina comprometida en la "destrucción de Israel". En 1989 fue sentenciado a cadena perpetua por el secuestro y muerte de dos agentes judíos.


 Fue recibido "como héroe en Gaza" seis años después de que Jerusalén lo liberara para satisfacer al pequeño rey jordano Hussein, tras un intento hebreo fallido de asesinar al líder de Hamás que tensó los vínculos Israel-Jordania.


 Yassin encabezaba la oposición de Hamás a los acuerdos de paz interinos firmados entre Israel y la OLP a partir de 1993. Hamás cometió una serie de atentados suicidas después de que se suscribieron, "para descarrilarlos".


 La semana pasada el ya occiso proclamó con su voz baja y a la vez aguda: "Cuando matan a un líder de Hamás surge un centenar de nuevos líderes". ¿Será cuestión de esperar y ver?. (EFE y Reuters)