"Si Olimpo no desciende, salgo a festejar"
"Me molestaron los insultos, pensé que la gente me iba a tratar de otra manera. ¿Qué le voy a hacer?". Habían pasado sólo 15 minutos de la finalización del choque entre Olimpo y Newell's, y Gastón Aguirre estaba "rabioso", fastidiado. Y hasta desilusionado.
Pero esas palabras brotaron tras el partido en el Carminatti.
Antes, en el hotel donde se alojó la comitiva rojinegra, el "Tonga" se había prestado a una extensa charla con "La Nueva Provincia".
"Es raro estar del otro lado, incluso en el hotel donde siempre vienen los visitantes. A veces pienso y me doy cuenta que nunca me fui de Olimpo. Es como que no me desacostumbré a no estar en Bahía, pese a que ya pasó casi un año", comentó el zaguero capitalino, quien vistió la casaca olimpiense en la temporada 2003-2004.
--¿Qué es lo que más extrañás de tu paso por Olimpo?
--La tranquilidad de la ciudad y el buen trato de la gente por la calle. No hay presión de los hinchas y se vive bien, y eso, hoy en día, es fundamental para la vida del futbolista.
--¿Querés decir que en Rosario no vivís tranquilo?
--Rosario es una ciudad futbolera al cien por ciento y no podés salir a ningún lado porque te conocen desde el primer hincha hasta el último. Algunos te alientan y los tratás con gusto, pero otros, que son los más, te piden las cosas de mala manera y te exigen como si fueran técnicos.
"Entonces, para no reaccionar y no pelearte con nadie, tenés que vivir encerrado en el departamento o irte bien lejos con el auto. Pero si no encontrás a un hincha de tu equipo, encontrás a uno de Central. Y te gritan: `pecho frío, `amargo' o `fracasado'; y eso me vuelve loco".
--¿Tan complicado es estar en alguno de los elencos rosarinos?
--Es complicado si estás mal o no ganás, como nos está pasando a nosotros. La ciudad está perfectamente dividida y los hinchas de ambos clubes son "pesados". Encima, cuando pierde el clásico rival, te obligan a ganar. Es increíble, pero la presión es inaguantable.
"Newell's es uno de los clubes más grandes de la Argentina. Tiene mucha gente y se vive con gran pasión. En los entrenamientos, las concentraciones o donde sea, estás rodeado de hinchas. Si voy a algún lado a tomar mate con mi novia (Giselle), enseguida se te `pegan' para hablar. Y están como tres horas diciéndote lo que tenés que hacer".
--Vivir ante tanta ebullición, ¿te hace extrañar lo que es Bahía?
--Un poco. Soy joven y debo ir a los lugares que me permitan progresar. En Rosario sólo puedo comer, dormir y entrenar, porque el movimiento de gente te lleva a eso. En Bahía estaba mucho tiempo solo y extrañaba muchísimo a mi familia.
--Creciste mucho como jugador. ¿Y cómo persona?
--Vivir sólo te hace dar mucha "máquina". Tuve que aprender a hacer todo lo que antes me hacía mi familia y, sí o sí, tuve que madurar.
--Bahía significó tu primera experiencia lejos de tu familia. ¿Fue el click en tu vida?
--Sí, me costó adaptarme a vivir solo. Pero me hice fuerte, Julio (Falcioni) me bancó a muerte y me habló mucho. Eso me hizo extrañar menos, aunque entendí que, si pretendía progresar, me tenía que hacer sin la ayuda de nadie.
--¿Cómo fue el primer contacto con la gente que te fue a recibir al hotel?
--A los hinchas de Olimpo y a los bahienses les voy a estar agradecido siempre. Cuando armamos el plantel en la temporada pasada, muy pocos creían en nosotros. Pero nunca dijeron que eramos un desastre o nos desprestigiaron, y eso ayudó para que podamos trabajar con normalidad.
--Fue un año complicado.
--Más que difícil. Nadie daba dos pesos por nosotros y le terminamos de tapar la boca a muchos giles que de antemano nos daban como descendidos. Cumplimos el objetivo, pese a que teníamos muchas contras. Otro plantel, con otros jugadores, no lo podría haber logrado.
Horizonte inseguro
--Te fuiste de Olimpo a Newell's, pero no jugaste enseguida. ¿No te arrepentiste?
--Vos sabés que sí. Pensaba b... y me daba mucha manija. Sabía que en Olimpo podría haber jugado, pero mi ida no dependió de mí. El pase pertenecía a Temperley, que quiso hacer negocio. Y Jorge Ledo, que sabía que yo me quería quedar, no pudo hacer nada.
"En realidad, no estaba convencido de ir a Newell's, porque en mi puesto estaba Jorge (Bermúdez). Encima, el `Bambino' Veira no me conocía y sabía que la chance de jugar no la iba a tener enseguida".
--Tuviste varias ofertas, ¿Olimpo no intentó retenerte?
--Sí, pero los números entre Temperley y Olimpo no cerraron. Entonces hablé con Julio (Falcioni) y arreglé casi todo para ir a Banfield. Tenía todo acordado, pero apareció Newell's, compró el pase y me fui para Rosario.
--Estuviste un año en Olimpo, ¿lo llegaste a querer?
--Sí, mucho. Hice varios amigos, sobre todo los que me ayudaron a que me adapte a Primera. Incluso, en Newell's mis compañeros me cargan porque defiendo a Olimpo. Hablo mucho del club y de Bahía, por eso me caliento cuando algunos dicen que la cancha es chica y que la institución es una "porquería".
--Es decir que sos más hincha de Olimpo que de Temperley y de Newell's.
--No, de Temperley soy a muerte, aunque mi corazón tiene una parte de Olimpo...
--¿Por qué te cuesta identificarte con Newell`s?
--Llevo muy poco tiempo. Tal vez no soy rosarino y me lo hacen sentir. Los ídolos son los que jugaron mucho tiempo en el club o nacieron ahí.
--Muchos de los que estuvieron en la temporada pasada y se fueron de Olimpo dijeron que querían volver, ¿y vos?
--Sí, por todo lo que significó Olimpo para mí. Los que me preguntan por Bahía, les digo que es excepcional para vivir. La gente del sur es mejor que en otros lados.
--Ahora, si retornás a Olimpo es para pelear por algo importante y no para la permanencia.
--Nunca fui un jugador destacado ni pretencioso. Voy a los equipos a luchar y sé que sin esfuerzo no se logra nada. Si vuelvo es para tener la misma relación que antes, y ojalá mejor. Ahora, si Olimpo no desciende, salgo a festejar.
Ya es de Selección
--¿Cómo es ponerse la camiseta de la selección nacional?
--Es un orgullo, y pesa más que otras. Todo lo que pensás se cumple: se te pone la piel de gallina, te tiemblan las piernas y dejás el alma, así te tengas que romper todo.
--Y te convocó Bielsa, al que seguramente insultaste o maldeciste cuando quedamos afuera del último Mundial.
--¡Uhhh...!, las barbaridades que dije aquella vez son irreproducibles. Ese fue el primer comentario que hicimos con los demás jugadores convocados. Pero, cuando lo conocés, te cambia todo.
--¿Cómo es?
--Es una persona para admirar, por lo que dice y por lo que hace. Es un "relojito" para todo y sabe manejar los grupos como nadie. Es un ser humano distinto, no hay nadie que se le parezca. Es muy dado con los jugadores, pero super detallista.
"Eso sí; no se prende en las j... del grupo y mantiene su lugar. No es compinche de los jugadores y se hace respetar. Cuando te habla te dice tres palabras, pero sabés que son las justas".
--¿Es un enfermo del fútbol?
--Siente más por el fútbol que cualquier jugador. En el banco hace un show aparte: se mueve, salta a cabecear, hace de todo. En Chile me asombré estando en el banco; no miraba los partidos, sino a él.
Personal
Nombre. Gastón Damián Aguirre.
Fecha y lugar de nacimiento. 11 de noviembre de 1981, en Adrogué.
Estado civil. Soltero, de novio con Giselle Vallejos.
Debut en 1ª. 18 de agosto de 2002, Olimpo 2-Central 0. Con la casaca aurinegra disputó 26 encuentros y no anotó goles. Con la de Newell's lleva 20 cotejos y un tanto.
Sergio Daniel Peyssé/"La Nueva Provincia"