"La Pasión de Cristo" suma críticas judías y elogios católicos

Redacción de La Nueva.

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 BUENOS AIRES (Télam) -- Dos arzobispos y tres obispos argentinos se manifestaron ayer, en el programa de TV Claves para un mundo mejor, a favor de la película de Mel Gibson La Pasión de Cristo. La elogiaron tanto en su dimensión religiosa como en sus aspectos fílmicos y descartaron que se trate de un material antisemita.

 El programa consistió en una emisión especial dedicada al filme e incluyó imágenes, reportajes a su director, a los actores protagónicos, así como las reflexiones de cinco altos dignatarios que lo habían visto en proyecciones privadas.

 Monseñor Rubén Di Monte, arzobispo de Mercedes-Luján y miembro de la Comisión Episcopal de Comunicación Católica, comentó que está estupendamente hecha.

 "Refleja las cosas que tantas veces uno meditó sobre la Pasión de Jesús y responde a lo que las sagradas escrituras nos dicen".

 Agregó Di Monte que para entender la película hay que conocer bien los Santos Evangelios y que su deseo es que el filme pueda hacer mucho bien.

 "No nos enredemos en estériles discusiones sobre a quién ataca o a quién no; a quién justifica o a quién no. Aprovechémosla espiritualmente".

 "Me impresionó no tanto la parte dolorosa, que realmente es muy fuerte, sino la transmisión de un mensaje de esperanza en el Señor, esperanza de vida y un mensaje de fidelidad al hombre y de fidelidad al Padre", indicó monseñor Mario Maulion, arzobispo de Paraná y titular de la Comisión Episcopal de Comunicación Social.

 "Cualquier otra interpretación que se hace --sostuvo Maulion--, que incluso se está haciendo, no tiene asidero. La interpretación de la responsabilidad de la muerte de Cristo es que esa persona no murió en contra de nadie sino dando la vida por todos. La película muestra un camino de reconciliación y de búsqueda de Dios".

 A su turno, monseñor Mario Serra, obispo emérito auxiliar de Buenos Aires y durante muchos años presidente de la Comisión Episcopal de Ecumenismo y Relaciones con los Judíos, expresó que vio muchas películas sobre Cristo, pero nunca una con tanta fuerza como ésta.

 "La imagen que la gente está tan acostumbrada a ver de cristos en la cruz tipo, y pido perdón por este término hollywoodense, termina con esta obra. El Evangelio se lee desde la fe, y desde la fe uno ve que Cristo no es cuestión de los romanos, ni de los judíos ni de un pueblo, sino que es una cuestión nuestra. Ese es el Misterio de la muerte de Cristo en la Cruz", concluyó Serra.

 Monseñor Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús y miembro de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, afirmó que Gibson logró una película para recomendar.

 "Es un buen retiro y como obispo aconsejo a toda la gente que la vea. Que la vean los católicos, los cristianos y todo hombre de buena voluntad. No es malsana, al contrario: es muy bien intencionada e incluso puede cuestionar la vida de alguna persona y ayudar a la conversión. Agradezco su realización. Me ha hecho bien como hombre, como cristiano y como obispo".

 Finalmente, monseñor Fernando Maletti, obispo de Bariloche y presidente de la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas (Colecta Más por Menos), planteó que en lo personal ver La Pasión fue casi un retiro espiritual.

 "Me pareció una verdadera catequesis, muy actual para nuestro tiempo, y a pesar de la dureza, no hay que tenerle miedo. Queda claro que la Pasión del Señor es para redimir todos nuestros pecados y que los culpables de la muerte de Jesús somos todos nosotros, representados en distintos personajes. No vi rasgos de antisemitismo: es muy fiel a los cuatro Evangelios e, incluso, una lectura firme del Nuevo Testamento desde las profecías de Isaías".

Otro enfoque. La pasión despertó polémicas desde antes de su estreno, acusada por algunos grupos judíos por su contenido supuestamente antisemita, mientras que el Vaticano --a través del portavoz del Papa Juan Pablo II, Joaquín Navaro Walls-- dijo que calificar de antisemita a la película sería hacer lo mismo con el Evangelio.

 Por su parte, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) insistió en que el filme reitera de manera exacerbada, exaltando la violencia más desenfrenada, antiguos estereotipos antijudíos que han sido rechazados por dignatarios católicos y protestantes y que contradicen la letra y el espíritu de lo expresado por el Concilio Vaticano II hace casi 40 años, que ha permitido avanzar lenta pero sostenidamente en el diálogo judeo-cristiano.

 El presidente Gilbert Lewi --para quien la película es "muy mala, horrible, violentísima"--, explicó que las autoridades, junto a otras de diversas organizaciones judías, vieron la película en una función privada organizada por la compañía Fox, distribuidora local del filme.

 En el comunicado, la DAIA exhortó a las autoridades religiosas cristianas a reafirmar ante sus fieles las enseñanzas de Nostra Aetate y de los numerosos documentos vaticanos que condenan al antisemitismo como un pecado contra Dios y el hombre, fortaleciendo los valores de respeto y armónica convivencia que hoy prevalecen.

 Se refiere de este modo al documento del Concilio Vaticano II, en el que la Iglesia declaró que "lo que en la Pasión se hizo no puede ser imputado indistintamente a los judíos que entonces vivían, ni a los judíos de hoy".

 "No se puede dejar de señalar que la falsa imputación de deicidio contra el pueblo judío ha sido causal de persecuciones a lo largo de los siglos, que desembocaron en el exterminio de la Shoá", dice el texto de la DAIA.

Multitud en Chile. Más de 33 mil personas acudieron el sábado a las salas de exhibición cinematográficas chilenas para presenciar el estreno de La Pasión de Cristo. "Fue increíble, porque pensábamos que la película iba a tener muy buena aceptación, pero no en este nivel", afirmó Esteban Morgado, jefe de ventas de Fox en Santiago, quien precisó que este filme se ubica tercero en la historia de los estrenos en el país y estimó que unos 200 mil espectadores la verían durante el fin de semana.