¿Cómo elegir una buena guardería?
Los niños menores de cinco años son los miembros más vulnerables de la sociedad, debido a sus condiciones físicas y a su incapacidad para expresarse y reclamar sus derechos.
Las guarderías han surgido como una necesidad de la sociedad moderna, con la finalidad de asistir y educar a los niños que se ubican dentro de ese segmento durante el horario de trabajo de sus padres.
El aumento en la proporción de mujeres que trabajan fuera de su hogar se traduce en cambios significativos en la vida familiar y esta es la causa principal por la que aparecen las guarderías.
Surgieron entonces, como una respuesta a la necesidad de "guardar" a los niños, sin que estuviera, al principio, planteada la necesidad de educarlos.
En la actualidad el trabajo de la mujer es un hecho social e irreversible, porque ha tenido que salir a ganarse la vida, bien sea para complementar con su aporte económico el salario del marido o, a veces, para enfrentar ella sola el mantenimiento de la familia.
En algunos casos, aún sin existir la necesidad económica, existe un deseo de independencia y superación que la impulsa fuera del hogar.
La existencia de estos centros no sólo ofrece la posibilidad de trabajar a la mujer que lo desea, sino que además favorecen su tranquilidad mental.
Los hijos preocupan más a los padres que sus trabajos, por lo que éste no será eficiente cuando no tienen la seguridad de que, además de ser vigilados, se ayudará a los chicos en su proceso de desarrollo y adaptación a la vida familiar, escolar y social.
Los términos guardería, casa-cuna, hogar maternal, jardín de infancia y otros similares definen instituciones de carácter asistencial-educativo, que atienden durante el día a niños menores de cinco años de edad, hijos de padres que trabajan o estudian.
En estos sitios, además de "guardar" niños, se deberían cumplir los siguientes objetivos:
1) Asegurar una dieta balanceada que cubra los requerimientos nutricionales necesarios de cada niño.
2) Vigilar el cuidado de la salud dentro del área.
3) Ofrecer estimulación organizada y adecuada al nivel de maduración de cada niño.
4) Favorecer la formación de hábitos higiénicos y cuidados personales de cada niño.
5) Establecer un clima afectivo armonioso y estable que favorezca un desarrollo emocional equilibrado y que permita la expresión y canalización de conflictos del niño.
6) Favorecer la estabilidad de las relaciones interpersonales a fin de posibilitar un adecuado desarrollo del proceso de socialización del niño.
7) Iniciar el niño en la adquisición de las destrezas necesarias para facilitar su ingreso y adaptación al preescolar.
Desventajas. Durante la primera infancia, la relación afectiva con la madre constituye la base para la formación del contacto social y el desarrollo posterior de relaciones interpersonales estables y duraderas.
Las experiencias que se asocian a una atmósfera emocional cálida y a una cariñosa actitud materna son las que tienen más importancia en el desarrollo posterior de la personalidad.
Por el contrario, las experiencias negativas también ejercerán una influencia negativa sobre la personalidad.
Numerosos estudios han demostrado que la crianza institucional con una atención masiva, donde ocurre una falta de dedicación personal, falta de estímulo y de afecto, junto a deficiencias de tipo material, pueden ocasionar efectos negativos sobre el desarrollo de la personalidad.
Por otra parte, el ambiente cálido y cariñoso puede faltar en muchos hogares, motivando al exceso de trabajo y cansancio de los padres y a otras causas, por lo que en muchos casos los niños se beneficiarán más del cuidado institucional que de un ambiente hogareño menos propicio.
Por ello, muchas personas opinan que las guarderías constituyen una oportunidad de mejorar la calidad de los cuidados infantiles potencialmente descuidados.
Se presentan algunos otros inconvenientes. Por ejemplo, las guarderías pueden ocasionar experiencias de separación que pudieran originar efectos nocivos o angustias de separación en muchos niños.
Serios estudios de investigación demuestran que tal angustia de separación puede reducirse utilizando diversas técnicas, tales como llevar juguetes, ropa o fotografías de los padres, hablar con ellos por teléfono, etc.
Además, será de igual importancia el entrenamiento de las personas que cuidarán al niño, que deberán reconocer y comprender las carencias afectivas del niño.
Otra de las desventajas de las guarderías es una mayor incidencia de enfermedades infectocontagiosas en los niños que acuden a estos centros, en comparación con los que son atendidos en el hogar. Esto se debe a los siguientes factores:
1) Los niños menores de cinco años constituyen un grupo susceptible a las infecciones, debido al menor desarrollo de su sistema inmunológico de defensas.
2) Presencia de mecanismos de contagio: la mayoría de los niños que aún no controlan esfínteres, utilizan pañales y la presencia de heces fecales constituyen un foco frecuente de propagación de infecciones.
3) Fase oral: los niños a esta edad acostumbran explorar su entorno llevando todas las cosas a la boca, lo que facilita el contagio de virus y bacterias, propiciando diversas infecciones, en especial las gripes, otras virosis y sus complicaciones.
4) Infecciones asintomáticas: algunas infecciones son contagiosas aún antes que se manifiesten sus síntomas, en especial las infecciones de las vías aéreas superiores, por lo que resulta imposible evitar su contagio.
5) Algunos niños asisten a guarderías sin haber completado su esquema primario de inmunizaciones, por lo que pueden enfermarse y/o contagiar enfermedades que pudieron ser prevenidas con vacunas. Un ejemplo típico es la varicela (lechina), enfermedad fácilmente previsible con vacunas, que se extiende rápidamente en las guarderías, en los niños que aún no han sido inmunizados.
6) Algunas guarderías son manejadas por personal mal entrenado y/o escaso, que en ocasiones desconoce las más elementales normas de higiene.
7) Hacinamiento: algunas guarderías aceptan más niños que los que pueden ser atendidos adecuadamente.
8) Algunas guarderías cuentan con instalaciones inadecuadas o insalubres o tienen una disposición inadecuada de la basura.
Fuente: Dr. Meyer Magarici / www.tupediatra.com
Lo que usted debe hacer
* ¿Se encuentra la guardería habilitada y facultada para funcionar?
* ¿Puedo visitar el establecimiento durante horas en que está abierto, antes de inscribir a mi hijo?
* ¿Me permite, el personal, que examine el área al cual mi hijo tendrá acceso?
* ¿Puedo visitar el lugar siempre que lo deseo?
* ¿Existe un plan escrito para juegos y actividades de aprendizaje?
* ¿Hay oportunidades para juegos dentro y fuera del edificio?
* ¿Están los niños supervisados todo el tiempo?
* ¿Es limitado el tiempo destinado a mirar televisión?
* ¿Son los programas apropiados para los niños?
* ¿Hay una reglamentación escrita en cuanto a la disciplinas?
* ¿Hay reglas escritas para el cuidado de niños enfermos?
* ¿Contempla un área donde los niños enfermos puedan recibir atención hasta que los padres los vayan a buscar?
* ¿Hay un pediatra que sirva de co-partícipe para los niños?
* ¿Está entrenado el personal en primeros auxilios, control de lesiones y prevención de enfermedades infecciosas?
* ¿Se ve el edificio limpio y en buenas condiciones?
Más consejos
Como padre, es conveniente que reduzca los temores de su hijo antes de comenzar a ir a una guardería.
Demuestre a su hijo que a usted le agrada y confía en el lugar y en la gente proveedora.
A algunos niños les gusta llevar un recuerdo de su hogar cuando van a la guardería: puede servir una foto de la familia o un pequeño juguete.
Repase la rutina diaria de la guardería con el niño antes de comenzar. Sería bueno que le hable sobre guarderías; por caso, por medio de una historia sobre el tema.
Esto ayuda a hacer la experiencia más familiar y a crear menos tensión.
Es más: previo a la experiencia, puede contarle un cuento vinculado con este tipo de lugares.
Una vez que el niño comenzó a asistir, debe estar alerta a cualquier problema que pueda sufrir en cuanto a la adaptación.
Hable frecuentemente con los encargados y docentes y escuche a su hijo --y a los otros niños-- describirlos.
¿Son siempre negativos los sentimientos de su hijo en cuanto a la guardería? Si es así, quizás le haga bien programar una reunión para averiguar lo que esté pasando.
Después de que el niño ha estado en la guardería, un cambio repentino de docentes o cuidadores puede ser perturbador.
De allí la importancia de que le informen acerca de cualquier cambio en la rutina. Esto le permitirá ayudar a su hijo a enfrentarse con estos cambios.
Recuerde que una buena guardería ayuda al niño a crecer y promueve un sano desarrollo físico, social, y mental. Además es una ayuda muy importante --y una solución-- para los padres que trabajan.
Para lograr dientes
blancos
Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta, a la hora de lucir dientes impecables, es localizar la placa bacteriana, con tabletas o soluciones elaboradas para teñirla (productos vegetales que no son dañinos y se enjuagan fácilmente).
* Colocarla en la boca y mantenerla hasta que se disuelva; luego enjuagar.
* Remover la placa que la solución haya detectado, con un cepillo blando, de contextura mediana, mezcla de cerda y nylon.
* No olvidar de cepillar, además de la cara visible de los dientes, la zona donde empieza la encía.
* Conviene elegir una pasta de dientes que contenga flúor. Si fuma en demasía, es recomendable utilizar una pasta blanqueadora.
* El hilo dental y los palillos de madera blanda son útiles para eliminar los restos que se incrustan entre diente y diente. Es conveniente utilizarlos una vez al día.
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La pregunta de hoy: ¿la hipertensión provoca algún síntoma? En la práctica, pueden aparecer síntomas inespecíficos como dolores de cabeza, irritabilidad, cansancio y mareos. No obstante, en la mayoría de los casos es asintomática. Recuerde: la única manera de saber si usted tiene la presión arterial alta es midiéndola.