Bahía Blanca | Domingo, 26 de marzo

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Bahía Blanca | Domingo, 26 de marzo

El rugby se acerca a los barrios

Muchos chicos de varios barrios bahienses jugaron con una pelota un poco distinta, a un deporte caracterizado por generar valores y amistades tan profundos como perdurables.
El rugby se acerca a los barrios . Deportes. La Nueva. Bahía Blanca


 En Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica el rugby es un deporte que se practica en las escuelas. Se estudia y se tacklea. Además, en el caso neocelandés, la influencia de la ovalada llegó hasta las tribus maoríes que penetraron en el mismísimo corazón del seleccionado All Blacks.


 En nuestro país este deporte no está escolarizado por confundirse el roce físico con la violencia malintencionada; es decir, con la falta descalificadora típica del básquetbol o con una plancha propia en fútbol.


 Para colmo, es una actividad que tiene arraigo en estratos sociales privilegiados, pulcros y cultos. O las barreras necesarias como para que a un pibe de barrio periférico, llegar le resulte historia de novela.


 Pero con la creación de las escuelas municipales de deportes, el rugby superó fronteras y se mostró simple, alcanzable y propicio para chicos de recursos escasos y con energía de sobra.


 En el marco de esta idea que bajó de Salud y Acción Social comunal, se llevó a cabo el primer encuentro interbarrial en la cancha de Alem y Florida, que contó con la participación de 60 aprendices, aproximadamente, que disfrutaron del deporte, el sol y una merienda.

El gran día




 Los adolescentes bajaron del camión conducido por Raúl Roumé, padre de Guido, uno de los protagonistas, debido a que falló el transporte que debía recogerlos.


 Provenientes de Villa Don Bosco, Ingeniero White, Vista Alegre, Hogar del Caminante, Villa del Parque y de la zona del Polideportivo Municipal, fueron ordenados en varias filas de unos diez jugadores cada una y con su respectiva guinda.


 "Profe, traé la de Quilmes", pidió uno de los alumnos.


 Acto seguido, comenzaron a serpentear por la cancha pasando la pelota hacia atrás, como se hace en este deporte, al mismo tiempo que el pasador daba a conocer su nombre al receptor.


 El fútbol estuvo presente de manera simbólica y como indicador del arraigo proveniente de los potreros, con los colores de Boca, Olimpo y Puerto Comercial.


 Concluida esta destreza los aprendices fueron reunidos en tres grupos, de acuerdo con la edad. Bajo la supervisión del docente Atilio Giannoni estuvieron los de 12 y 14 años que disputaron un picado con reglas adaptadas, es decir, ejecutaron las formaciones pero sin empuje. Es el rugby que, a nivel formativo, se le inculca a chicos de 10.


 En otro sector de la cancha y seguidos de cerca por el profesor Raúl Rivas se concentraron los alumnos de entre 10 y 11, quienes efectuaron tareas de manejo de pelota y contacto. Al final, disputaron un partido en espacio y tiempo reducido.


 Por último, los protagonistas de entre 6 y 10 llevaron a cabo actividades pre deportivas --realización de ejercicios sin caer al piso-- que tuvieron como objetivo lograr el avance de la pelota. Fueron guiados por el técnico y capacitador Oscar Benvenutto.


 Ni bien culminó el adiestramiento se sentaron formando un círculo y escucharon las palabras de Carlos Fernández, presidente de la Unión del Sur, quien les explicó de qué se trata el tercer tiempo. Amigos y una merienda.


 Respetuosos de guardar silencio mientras habló "un señor al que no conocían", también atendieron los conceptos de otro "señor que no sabemos quién es": Néstor Di Iorio, titular de la subcomisión de infantiles de la URS y quien donó las facturas. Les habló sobre el espíritu del juego.


 Ambos dirigentes fueron aplaudidos y, de inmediato, comenzó el reparto de la merienda, acompañada por jugo de naranja servido en vasos de plástico.


 Salvo porque un padre puso sin dramas el transporte, todo se cumplió a la perfección en una tarde inolvidablemente soleada. La conducta de los pibes fue la mejor y fue reconfortante verlos pasar la pelota con dinámica sorprendente. Objetivo logrado. Y eso que todavía falta que se juegue el Mundial...

Le gusta la marca




 "Me entusiasmó el profe. Antes tenía un primo que jugaba en Universitario y me dieron ganas. Empecé hace una semana y ahora vinimos acá con la escuela y los compañeros. Me gusta tacklear". Christian Adrián Muñoz, de 13 años.

Redonda por ovalada




 "Elegí porque es divertido y me gusta mucho tacklear. Antes jugaba a la pelota en Vista Alegre pero no fui más porque el entrenador se iba", contó Luis Alberto Pavón, quien cumplió los 13 el día del encuentro en el Parque de Mayo.

Le gusta todo




 "El rugby es un deporte lindo. Antes iba a natación y como ahora no hay más, elegí otra cosa. Del rugby me gusta todo, esto está re bueno", afirmó Bruno Dupont, de 10 años.

Padres que acompañaron

Los sacó de la calle






 "Al mío lo dejé venir. Cuando llegó de la escuela y me dio la noticia, me pareció medio raro. Pero viene, juega y me parece bárbaro para que los chicos no anden tan solos en la calle", dijo Graciela Pérez, mamá de Lisandro, de 12 años y de Ingeniero White.

Le cayó justo




 "Mi hijo eligió rugby porque le gustó entre otras disciplinas. Me gustó más que nada porque hay deportes a los que no se puede acceder y como nuestro nene es grande de físico para la edad que tiene y este juego es ideal para él", dijo María Aliaga de Pavón, madre de Lisandro (13, de Ingeniero White).

Se sorprendió




 "Lo veo bien, ensayan jugadas. Los chicos no lo conocen en los barrios porque se habla de fútbol y un poco de básquetbol. Me sorprendí cuando me pidió jugar rugby" afirmó Rubén Pavón, padre de Lisandro.

Puso el camión




 "Fue algo inesperado porque primero empezó con fútbol y de golpe se le dio por el rugby. Me hubiese gustado fútbol pero ahora que veo el rugby me está entusiasmando a mí también. Al principio me pareció un poco bruto, pero ahora los veo divertirse", reconoció Raúl Roumé, padre de Guido (12) y quien se hizo cargo del traslado de los alumnos.

Ricardo Sbrana