La revancha de Paul McCartney
MOSCU (EFE) -- El legendario cantante Paul McCartney tomó ayer la revancha histórica al ser recibido en el Kremlin y actuar por primera vez en la Plaza Roja de Moscú ante 130.000 admiradores de la música de Los Beatles, proscripta en su día por el régimen soviético.
Sólo ayer, 35 años después de escribir Back in the USSR, tuvo McCartney la oportunidad de cantar y tocar en Moscú y así "reparar la injusticia histórica", según dijo sobre las décadas de exorcismo oficial y adoración popular en un país que ha dejado de existir.
La Plaza Roja apenas dio cabida a 50.000 afortunados para ver en vivo a la leyenda del rock, y decenas de miles más colapsaron el centro urbano para escuchar desde lejos a McCartney, situado en un enorme escenario, de la altura de la muralla del Kremlin.
Desde el otro lado de la muralla, el presidente ruso, Vladimir Putin, invitó a McCartney al Kremlin horas antes de la actuación y acompañó al músico y a su actual esposa, Heather Mills, durante una excursión por el recinto, con sus monumentos y catedrales.
"Aquí le quieren mucho", dijo Putin al músico británico y relató que el cuarteto de Liverpool era "extraordinariamente popular" en la antigua URSS, puesto que su música era "como un sorbo de libertad" para millones de jóvenes soviéticos que adoraban sus canciones.
Pasiones incompatibles.
Recordó que la vida en el país la regía una rigurosa ideología oficial donde "no cabía" la música de los Beatles, que según la propaganda oficial "pervertía" a la juventud soviética e "instigaba pasiones" incompatibles con la "moral comunista".
Al autorizar el concierto de McCartney en la Plaza Roja, el Kremlin desestimó las protestas de comunistas y ultranacionalistas rusos que consideraron inadmisible tal "show en un camposanto", en alusión al mausoleo donde yace la momia de Lenin y las tumbas de centenares de dirigentes bolcheviques.
Tras la conversación, Putin acompañó a Paul y Heather durante un paseo por el recinto del Kremlin, donde fueron vitoreados y aplaudidos por decenas de turistas rusos y extranjeros, incluidos varios grupos de escolares fascinados.
"Hoy llegó el Ayer", tituló el diario gubernamental "Rossíyaskaya Gazeta" en alusión a una de las canciones más famosas de los Beatles, Yesterday, una de las 36 que interpretó McCartney en Moscú dentro de la actual gira mundial "Back In The World".
Aunque el repertorio también incluye la época con los Wings y la etapa en solitario, McCartney no defraudó las expectativas del público ansioso de escuchar canciones emblemáticas de Los Beatles, como Let it be, Hello, goodbye o Michelle.
No podía faltar Back in the USSR, que en la Unión Soviética fue editada por la discográfica estatal "Melodía" sólo en 1987, gracias a la política aperturista de Mijail Gorbachov, quien el mismo año había recibido a la viuda de John Lennon, Yoko Ono.
Aunque nunca actuaron en la URSS, Los Beatles hicieron en 1967 una escala en un aeropuerto de Moscú, sin salir siquiera del avión, lo que fue suficiente para que surgiera un mito sobre un supuesto concierto ofrecido por ellos en la misma pista de aterrizaje.
Los hoy difuntos Lennon y George Harrison nunca visitaron Rusia, mientras que Ringo Star pasó por Moscú en 1998 y dio un concierto, pero sin levantar tantas pasiones como McCartney.
Cinco por uno.
Para mantener el orden durante la actuación en la Plaza Roja, las autoridades pusieron en alerta a cientos de agentes.
Para los desafortunados que no pudieron ver en vivo la actuación, un céntrico bar ofreció el espectáculo Cinco McCartney al precio de uno, en el que dobles del músico interpretaron las mismas canciones que él en la Plaza Roja.