Una solución al problema
Los adelantos en los métodos de diagnóstico precoz, las innovaciones quirúrgicas que se pueden realizar cuando existe un trastorno intestinal y las prevenciones primarias que pueden llegar a evitar el desarrollo de tumores dormidos, son elementos que hicieron posible la disminución del número de los pacientes ostomizados en comparación con años anteriores.
En la práctica, ostomía es el nombre del método con el cual se conocía el ano contranatura.
Se trata de una intervención quirúrgica que aboca o conecta una parte del intestino a la piel", define el doctor Alejandro Gutiérrez, especialista en proctología y médico de planta de la Unidad de Coloproctología del Hospital de Gastroenterología de la Ciudad de Buenos Aires.
Erradicar el miedo. A su juicio, lo principal en esta práctica es erradicar el miedo y el rechazo.
La ostomía no es un problema. Es la solución a un problema", explica con decisión el especialista.
La realidad muestra que hay pacientes con enfermedades tumorales muy puntuales, que sólo pueden conservar su vida gracias a este tipo de intervención.
No obstante, aunque sea una forma de supervivencia para muchas personas, el punto más cuestionado o controvertido de la ostomía es el esquema corporal, estético.
En la boca u ostoma que se realiza en el abdomen, en el caso de problemas intestinales, se adhiere una bolsita que será el receptáculo de la materia fecal.
Lo primero que piensa un paciente es que olerá mal o que estará limitado para una serie de actividades como, por ejemplo, ir a la playa.
Entonces, la única manera de erradicar todas estas suposiciones, es construir una buena relación entre médico y paciente.
Si bien la ostomía puede alterar ciertas posibilidades, no inhabilita ningún tipo de actividad.
El profesional afirmó que no se está ante personas discapacitadas ni que tampoco puedan realizar determinadas tareas.
Dijo tener un paciente que es bañero y otro que es levantador de pesas.
"No huelen mal. Son todas falsas imágenes que se tejieron alrededor. Cada vez las bolsitas son más prácticas, el adhesivo con el que se adhiere a la piel no es irritable, contiene filtro que evita que se acumule gases y emane mal olor y, la mayoría, tienen un desagote para evacuar la materia fecal sin la necesidad de cambiar toda la bolsa", reveló.
Un cambio para bien. La mayoría de las ostomías son reversibles.
"En poco tiempo los especialistas la cierran", comentó Gutiérrez.
Hoy en día, las estadísticas son excelentes y se cuenta sólo con una mínima proporción, de alrededor del 10 por ciento, de pacientes con ostomías definitivas. El resto son todas transitorias.
Según recuerda, cuando comenzó en su especialidad, en 1980, el porcentaje era mitad y mitad.
En la actualidad se cuenta con adelantos científicos que evitan, en casos específicos, llegar a realizar una ostomía.
Por ejemplo, hay mejores métodos de diagnóstico precoz para localizar un tumor antes de que avance y sea imposible extraerlo.
Para la incontinencia fecal grave, que era otro problema que obligaba a ostomizar, existen esfínteres artificiales de ano que hacen posible manejar la situación.
También, reparaciones quirúrgicas de esfínter o un método que se implementó a partir del año '99 que regula neurológicamente y estimula los nervios para llevar la electricidad a los músculos y así proveer de fuerza al esfínter.
También en los pacientes que tienen colitis ulcerosa y hay que extraerles el colon y todo el resto hasta el ano, es posible en estos momentos, realizarle una arquitectura nueva sin necesidad de ostomizarlo.
Con el intestino delgado se construye una especie de bolsa intestinal que actúa como reservorio y hace posible que los pacientes tengan lapsos prolongados para evacuar.
Estos pacientes antes llevaban una illiostomía definitiva.
"De todas formas, si ninguno de estos casos se puede utilizar e inevitablemente hay que llegar a la ostomía, la gran mayoría que se realizan son transitorias", reveló Gutiérrez.
No hay olor. Desde siempre existió el fantasma del olor.
Sin embargo, además de la excelente calidad con la que se preparan las bolsas (herméticas y con filtros), si el problema está ubicado en el intestino delgado y la boca es una illiostomía, no hay olor.
Al ser herméticas, las bolsas no se derraman.
Los pacientes la manejan perfectamente bien y muy raras veces se manchan por la torpeza del uso.
Sólo muy pocos pacientes recientes o novatos pueden llegar a tener problemas.
Claro que cuando aprenden a usarla, el manejo es sorprendente.
Hay personas que controlan las evacuaciones a través de la alimentación.
Saben cuándo y cuánto tienen que comer para no evacuar durante un lapso prolongado.
Hasta algunos pacientes se realizan un micro enema en la boca del intestino antes de hacer alguna actividad o salir y se colocan una cinta.
Es cierto que son personas que están muy prácticas en el uso. No están pendientes, es algo natural. Ordenan sus comidas de acuerdo a sus tareas.
Los cuidados importantes
A
Pegar y ajustar correctamente la bolsa sobre la abertura.
B
Hay bolsas para illiostomía que no hace falta cambiarlas. Se evacuan desde abajo.
C
Hay bolsas de colostomía que se dividen en dos partes. Una se adhiere a la abertura y la otra es el recipiente. Esta división hace posible poder cambiar la bolsa las veces que sea necesario sin despegar el adhesivo.
D
Hay pacientes con colostomía que por la mañana se realizan microenemas. Se colocan en el intestino una sonda para limpiar toda la materia fecal y evitan evacuar durante horas.
10
Por ciento, apenas, de los pacientes presentan hoy en día ostomías definitivas.
Para la incontinencia fecal grave, que era otro problema que obligaba a ostomizar, existen esfínteres artificiales de ano que hacen posible manejar la situación.