Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Violento robo a mano armada en un mercado

Un violento atraco, en el que uno de los malvivientes habría intentado disparar contra el propietario de un comercio, pero las balas no salieron del arma, se perpetró en un mercado del barrio Avellaneda. Poco después del hecho la policía logró la aprehensión de Néstor Fabián Beldrío, de 18 años, con domicilio en Juncal al 500, mientras que otros dos sujetos lograron darse a la fuga, aunque estarían identificados.
Violento robo a mano armada en un mercado . La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca


 Un violento atraco, en el que uno de los malvivientes habría intentado disparar contra el propietario de un comercio, pero las balas no salieron del arma, se perpetró en un mercado del barrio Avellaneda.


 Poco después del hecho la policía logró la aprehensión de Néstor Fabián Beldrío, de 18 años, con domicilio en Juncal al 500, mientras que otros dos sujetos lograron darse a la fuga, aunque estarían identificados.


 El asalto se cometió alrededor de las 19.30 del jueves, en el negocio de Zapiola 3051, perteneciente a Sergio Andrés Kraemer.


 Allí irrumpieron tres delincuentes juveniles armados, quienes intimidaron al dueño, a sus empleados y a cinco personas que se encontraban realizando compras.


 Una vez tomado el control de la situación, uno de los malhechores sustrajo el dinero que había en la caja registradora y después colocó cigarrillos y golosinas en un bolso que portaba.


 Antes de escapar, uno de los atracadores habría advertido movimientos por parte de Kraemer, suponiendo que los iba a perseguir, motivo por el cual accionó el arma en dirección al damnificado, aunque, afortunadamente, el disparo no salió.


 "Esto se produjo luego de perpetrado el hecho, por lo que en forma totalmente irracional habrían intentado dispararle", dijo ayer el comisario Juan Pablo Adín Mindurry, titular de la seccional Segunda, dependencia que interviene por cuestiones de jurisdicción.


 Mientras tanto, en la vereda, otro de los malvivientes accionó un revólver en tres oportunidades, causando alarma en los vecinos, quienes dieron rápido aviso a la policía.


 Enseguida acudió al lugar un patrullero del destacamento Base Norte que se encontraba en la zona, cuyo personal divisó que dos de los sujetos escapaban en sendas bicicletas.


 Uno de ellos, quien tuvo un desperfecto en el rodado, procuró buscar refugio en el patio de la vivienda de Rigamonti 236, propiedad de Carlos Andrés Derves, donde quedó encerrado y cayó en manos de la policía, siendo identificado como Néstor Beldrío.


 El jefe policial dijo que un testigo aseguró haber visto cuando el imputado arrojaba un arma hacia una finca lindera, por lo que se realizó un rastrillaje.


 "Con la presencia de dos testigos se hizo la búsqueda, encontrándose un revólver calibre 32, en el que entre las vainas se halló una bala percutida y sin salir", sostuvo Adín Mindurry.


 Así se habría establecido que el aprehendido habría sido quien intentó balear al dueño del negocio asaltado.


 En tanto, los otros dos individuos involucrados estarían identificados, puesto que uno de los efectivos policiales que los persiguió cuando cruzaban por el barrio Fonavi, los reconoció por antecedentes que tenían en la comisaría Primera.


 Beldrío, quien contaría con causas judiciales de cuando era menor de edad, quedó alojado en la seccional Segunda, imputado de los delitos de robo calificado, portación de arma de uso civil, abuso de armas y violación de domicilio.


 "Me inclinaría por la calificación de tentativa de homicidio, por lo que solicité el cambio de carátula. Se le tomó declaración a las cinco personas que se encontraban comprando en el negocio y ellos observaron que le apuntó a la persona. Es decir, si el disparo hubiera salido, tendríamos un lesionado o un homicidio. Vamos a ver si se le da lugar a esa tipificación", señaló el jefe policial.

Serían los mismos. La investigación policial procuraba determinar si los tres sujetos que asaltaron el minimercado, podrían haber intervenido en un atraco perpetrado el miércoles pasado, en horas de la tarde, en el quiosco de Rondeau 213.




 En ambos casos, la modalidad delictiva y la de escape fueron similares, aunque se especula con que el trío haya cambiado su fisonomía poco después del primer robo, puesto que en la antevíspera se encontraban con los cabellos oscuros, mientras que los que asaltaron el quiosco eran rubios.


 Al respecto, una fuente de la comisaría mencionó que el joven aprehendido no estaba bien teñido, puesto que una de las patillas le habría quedado de color más claro.


 Por ese motivo, en las próximas horas se harían ruedas de reconocimiento, con el objeto de establecer si se trata de los mismos delincuentes.


"No recibí ningún disparo de milagro"









 "Lo lógico sería no perseguirlos, pero, contrario a esto, yo los veo con un arma y me pongo furioso y no les tengo miedo. Mi reacción es de ir contra ellos".


 Estas fueron las palabras de Sergio Andrés Kraemer (34), al contar algunos detalles del robo sufrido en la antevíspera, cuando tres delincuentes armados ingresaron a su local y le intentaron disparar.


 El damnificado relató que uno de los ladrones había estado comprando en el negocio media hora antes del hecho y que en un primer momento se hizo pasar por cliente.


 "Estaba en el sector de carnicería, cuando vino un chico de 10 años que estaba en el local a avisarnos, ahí recién el tipo se dio a conocer como malvivientes y esgrimió el arma", dijo.


 "Inmediatamente me dirigí a accionar un botón que tenemos para aviso de asalto, por lo que uno de los ladrones se dio cuenta y me apuntó con el arma, efectuando varios disparos que no salieron", agregó el comerciante.


 Luego señaló que él y un cliente salieron en persecución de los malhechores, unos de los cuales efectuó tres disparos al aire.


 "Al que detuvieron se le salió la cadena de la bicicleta, por lo que la abandonó y siguió corriendo, pasando por descampados y lugares muy inaccesibles. Al llegar a la casa donde luego se refugió, lo dejé casi rodeado con el auto y nuevamente hizo ademanes como si fuera a disparar el arma. Salió corriendo y se metió en la vivienda, donde luego fue reducido y arrestado", explicó el comerciante.


 "Estaban decididos a todo. No recibí ningún disparo de milagro o porque, afortunadamente, el arma se encontraba defectuosa", reflexionó Kraemer.


 El dueño del negocio, quien ha sufrido varios hechos en el lugar, señaló que su reacción tiene que ver con la sensación de despojo sufrida al momento del atraco.


 "Uno está cansado, porque cuando no es en el negocio es en tu casa. Hace dos años me robaron de adelante de mi ventana la camioneta y la lancha que tenía enganchada, además de tentativas que he sufrido. Esto es una cosa terrible y uno tiene la reacción de defender lo suyo", finalizó.