Bevilacqua renombró a sus tres funcionarios

Redacción de La Nueva.

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El regreso del intendente Gustavo Bevilacqua, luego de sus dos semanas de licencia fue el esperado o, al menos, el que se sospechaba.

Es que, como primera medida, repuso en sus cargos a los tres funcionarios cesanteados por su reemplazante en carácter interino, Ramiro Villalba.

A la vez, el jefe comunal evitó realizar juicios de valor sobre lo actuado por el concejal, durante su reemplazo.

“No me corresponde juzgar a la gente ni sus actitudes. Quienes tenemos responsabilidades somos seres humanos que tomamos decisiones: a veces correctas, a veces erróneas. Por eso no me cabe juzgar sino sentarme, retomar la agenda y recorrer las obras en marcha”, señaló ayer el jefe comunal, con una evidente intención de bajar los decibeles, tras dos semanas de alto impacto político.

En este sentido, no obstante Bevilacqua intentó mostrarse calmo y medido, aunque era claro su estado emocional, luego de haber mantenido una reunión en su despacho con su gabinete, propio de quien retoma el manejo luego de haber atravesado una situación de crisis.

Como se vivió allá

Bevilacqua contó que estaba en Barcelona –en el congreso al cual fue invitado-- cuando un mensaje en su celular lo alertó sobre la decisión de Villalba de desafectar a Rubén Valerio, Rubén Lascano y Martín Laplace de sus cargos.

“Me sorprendió, claro, porque no fue algo que me hubiera anticipado en la reunión que tuvimos antes de mi partida. Pero la verdad es que después lo tomé un poco con sonrisa”, mencionó.

Dijo que, mientras en la ciudad se experimentaba ese clima que llevó incluso a sugerir una “crisis institucional”, en Barcelona vivió “días intensos y de satisfacción”, al confirmar que lo que se hace en materia de Gobierno Abierto es tomado, aseguró, “como un ejemplo a seguir.

“Nos han pedido colaboración y seguir en contacto para transferir nuestra experiencia”, agregó.

Acuerdo con ABSA

Por último, en relación al acuerdo firmado por Villalba con ABSA, por el cual el municipio le presta cuatro bombas a esa empresa para el arreglo de la pérdida que desde marzo tiene el acueducto en Soler y Brandsen, mencionó que los problemas no se concentran “en una esquina” sino que la ciudad vive “una situación terminal” con esa empresa provincial, la cual “no se arregla con cuatro bombas”.

“Mi deseo es que exista un compromiso más importante, porque ABSA tiene una deuda con la ciudad”, finalizó.