Una máxima que genera menos accidentes

Redacción de La Nueva.

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   Los especialistas en tránsito aseguran que la decisión de imponer una velocidad máxima de 30 km/h en el microcentro bahiense ha derivado en una disminución en la cantidad de accidentes.

   Explican que un peatón arrollado por un auto que circula a 40 km/h tiene 30 % de probabilidades de morir, mientras que si el incidente es a 30 km/h esas posibilidades se reducen a un 10 %.

   Por ahora la medida está limitada al microcentro, sitio donde además se han instrumentado medidas derivadas de la pandemia, como quitar metros a la calle para generar veredas más anchas.

   La realidad es que no hay estadísticas claras que permitan concluir que la marcha a 30 km/h realmente han disminuido la cantidad de víctimas generadas cuando ese tope era de 40 km/h, más allá que de manera intuitiva se puede concluir que a menor velocidad, menor riesgo.

   Por otra parte hay otra realidad simple de verificar: esa velocidad de 30 km/h no es cumplida de manera estricta por los conductores, y mucho menos por los motociclistas, que es común ver como superan la marcha de todos los vehículos.

   La experiencia indica que la seguridad en el tránsito vehicular depende de muchas variables, siendo las más importantes el buen desempeño de conductores y peatones, a la hora de cumplir con las normativas que rigen en la materia.

   Circulando por la mano que corresponde, respetando sendas peatonales, no usando el celular al conducir, no estacionando en doble fila. NI hablar del comportamiento de los peatones, cruzando por las sendas peatonales y prestando debida atención al momento de hacer esos cruces.

   Es necesario además tener semáforos sincronizados, ser pacientes en las horas pico y diseñar calles por donde se circule de manera ágil sin tener que pasar por el microcentro. La máxima de 30 km/h es un buen componente, pero apenas uno entre varios indispensables.