Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Enfermedad periodontal, un problema que va más allá de la boca

Conocida como gingivitis, puede avanzar y quitarle sostén a las piezas dentales. Además representa un riesgo que puede comprometer la vida de la persona.

Una reciente investigación muestra cómo el efecto inflamatorio de las encías se traslada a otras regiones de nuestro cuerpo.

   Que las encías estén inflamadas a causa de la presencia de placa bacteriana o incluso que sangren no es algo para tomárselo a la ligera.

   No solo porque la periodontitis –también conocida como enfermedad periodontal o gingivitis– puede avanzar y quitarle sostén a las piezas dentales, sino porque sus efectos pueden ir mucho más allá de su boca, llegando a convertirse en factor de riesgo para enfermedades que pueden comprometer no solo la salud, sino la vida de la persona. Eso es lo que muestra un reciente estudio canadiense, que muestra cómo el efecto inflamatorio de las encías se traslada a otras regiones del cuerpo.

   Más precisamente, los experimentos realizados por investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Toronto, Canadá, revelan que la enfermedad de las encías predispone a que ciertas células sanguíneas llamadas neutrófilos reaccionen de forma exagerada a las infecciones en otras partes del cuerpo. Los neutrófilos, glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunológico, liberan unas moléculas llamadas citoquinas que exacerban la inflamación. Y ese fenómeno inflamatorio puede presentarse en distintas regiones del organismo.

   “Es casi como si estos glóbulos blancos estuvieran en segunda marcha cuando deberían estar en primera. Los neutrófilos tienen más probabilidades de liberar citoquinas mucho más rápidamente, lo que lleva a resultados negativos”, comentó el autor principal del estudio, el profesor Michael Glogauer, que publicó sus hallazgos en la revista “Journal of Dental Research”. 

   Sus investigaciones parten de estudios previos que sugieren que la inflamación de las encías puede vincularse con otros procesos inflamatorios asociados a enfermedades como artritis, afecciones cardiovasculares, diabetes, cáncer, enfermedades respiratorias y demencia.

  Una primera parte del estudio se realizó en modelos animales; más precisamente, en ratones que tenían peritonitis: una infección de la membrana que recubre el abdomen. Los investigadores conducidos por Glogauer indujeron el desarrollo de enfermedad periodontal en algunos de estos ratones, lo que provocó la proliferación de neutrófilos en la médula ósea de los animales, sugiriendo una respuesta inmunitaria generalizada o “sistémica”. 

   Estudios más profundos mostraron que los neutrófilos de animales con enfermedad de las encías y peritonitis tenían marcadores moleculares en sus membranas externas que indicaban que estaban “preparados” para causar inflamación.

   Sin embargo, los ratones con peritonitis, pero sin enfermedad de las encías, no tenían neutrófilos preparados de la misma manera. La pregunta pendiente era si esos cambios en el sistema inmunológico de los ratones también ocurren en los seres humanos. Para ello, los científicos pidieron a un grupo de voluntarios sanos que no se cepillaran los dientes ni usaran hilo dental durante tres semanas, para así favorecer el desarrollo de placa bacteriana y, como consecuencia, gingivitis.

   Los análisis de sangre de los participantes revelaron la presencia neutrófilos preparados para causar inflamación, al igual que los de los experimentos con animales. Luego, se les pidió a los voluntarios que volvieran a cepillarse los dientes y a usar hilo dental, lo que en los siguientes análisis de sangre se tradujo en que los neutrófilos habían vuelto a su estado anterior, preinflamatorio.

Para tener en cuenta

   1. Prevención. Cuidar la salud dental mediante una buena rutina de higiene previene la enfermedad periodontal y sus efectos sistémicos.

   2. Higiene. Siempre es importante tomar como indicador de una mala higiene dental el hecho de que las encías sangren durante el cepillado.

   3. No solo el cepillado. “Muchos pacientes creen que esto ocurre por un cepillado vigoroso o porque el hilo dental le lastimó la encía”, dicen los expertos.

   4. Bacterias. “Pero la encía sangra cuando presenta un cuadro inflamatorio/infeccioso producido por bacterias comunes en la cavidad bucal”.