Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Desbandadas: el poder decir desde el arte y la conciencia

Se trata de un grupo de mujeres tamboras de variadas edades que realiza intervenciones populares con un claro mensaje: no a la violencia de género en todas sus expresiones; cosificación machista, trata de niñas y mujeres y femicidio.

Por Anahí González / agonzalez@lanueva.com

“Cuando una mujer dice NO, es NO, es NO”, cantan las Desbandadas, grupo de tamboras bahienses que comparten no solo una visión de mundo y del lugar/espacio de la mujer en él, sino una maestra y mentora: Silvia Palumbo Jaime, artista y activista feminista, quien desde hace años lidera Mujeres en Bandada, taller itinerante en el que enseña a las mujeres la metodología del “empoderamiento” en grupos de Argentina, México y España.

La última intervención de las Desbandadas fue durante la inauguración de un mural en calle Urquiza, en conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres (así lo renombraron desde el grupo "porque no hay una sola manera de ser mujer”)

Antes, en el marco de los últimos corsos realizados en la ciudad, se hicieron oír en Villa Mitre, donde unieron sus voces y percusiones para manifestarse, crear conciencia y hacer visible la violencia de género, con la trata de niñas y mujeres y el femicidio como sus máximas expresiones.

Plantadas en la tierra y conectadas física y espiritualmente con el mensaje de lucha que querían transmitir, se mostraron una vez más dueñas de una hermandad contundente que quedó plasmada no solo en la música, gestos, voces, posturas y movimientos, sino en sus remeras, en las que llevaron el logo de una mariposa roja, símbolo de las mujeres asesinadas o desaparecidas y presuntas víctimas de trata sexual.

También portaron estandartes y estampas de mariposas violetas, signo de la mujer libertadora de esas otras oprimidas.

Para lograr el “acá estamos nosotras” con el que impactan al público en cada nueva intervención popular, han recorrido un largo camino de aprendizaje que inició hace unos tres años al frente de Silvia Palumbo Jaime, en el taller Mujeres en Bandada.

--¿En que consiste la formación que reciben las mujeres en Mujeres en Bandada?

--Se trata de un taller de empoderamiento expresivo a través de tambores, voces y movimientos escénicos.

--¿Qué es el empoderamiento?

--El empoderamiento es algo que las mujeres deben aprender para poder salir a la calle a decir determinadas cosas. Por la sociedad patriarcal en que vivimos, todavía no podemos hacerlo sino es de una manera construida y bien armada. Por eso, he logrado una metodología de enseñanza de la energía ordinaria y extraordinaria (nociones del teatro) y el empoderamiento tanto de la voz, para que tenga una presencia, como del aspecto físico, que tiene que ver con cómo nos paramos, cómo respiramos.

--¿De dónde surge la noción de empoderamiento, clave en estos talleres?

--La palabra empoderamiento la tomé de las feministas de los 90, quienes empezaron a trabajar con este concepto. Cuando lo presentaron ante la ONU, buscaban la igualdad de las mujeres en la inserción política. En mi caso tiene que ver con una búsqueda de la existencia perdida, reencontrarnos con elementos que las mujeres tenemos y que por cultura y opresión patriarcal nos van siendo cercenados o  modelados para conformar un tipo de mujer que integra una sociedad patriarcal, más allá de que estas cosas van cambiando.

También trabajamos en la conexión entre nosotras, la sororidad, hermandad entre mujeres, fundamental para decir determinadas cosas. Y por último el manejo de la herramienta que nos permite vehiculizar todo esto, que es el tambor. 

--¿Por qué el tambor y no otro instrumento?

--El tambor les estuvo vedado a las mujeres en casi todas las culturas. Hace 20 años que la percusión está de moda y la africanía llegó a América y eso permitió que los tambores pasaran también a estar en manos de mujeres. Cuando vos hacés sonar el tambor en un punto de energía vital, debajo del ombligo, trabajás con tus órganos, con la energía femenina vital, con tu matriz y tus ovarios.

--¿Cómo definirías a Mujeres en Bandada?

--Es un espacio expresivo, reflexivo y creativo en manos y voces de mujeres. Con los tambores y las voces como herramientas de expresión, con los ritmos, los cantos y la sonoridad que esto produce, las mujeres logran apropiarse de su pulso, su sonido y su deseado decir en este mundo.

--¿Qué particularidades tuvo el taller en la ciudad?

--Muchas veces, a partir de cada taller, se forman bandas, en este caso, nacieron las Desbandadas. Costó mucho porque el autocontrol social genera mucho temor a la exposición callejera. Por suerte fueron trabajando y amasando la posibilidad y en el último carnaval pudieron desplegar todo este trabajo ya que, además, fueron acompañadas por mujeres tamboras de diferentes puntos del país: Buenos Aires, Bragado, Junín, Los Toldos, General pico, Santa Rosa, Monte Hermoso y Tres Arroyos, entre otros lugares.

--¿Cuál es el objetivo de las intervenciones populares?

--Intervenir fiestas populares que tienen un alto contenido misógino y de cosificación a las mujeres, como los carnavales, es un modo de cuestionar la cultura patriarcal imperante que construye estas expresiones. Es la contracultura feminista que llega a estos espacios a colocar la otra voz que ha sido silenciada, denostada, descalificada e invisibilizada. Es una instancia artística desde una óptica feminista.  

--¿Por qué Ni reinas, ni esclavas, como manifiestan en una de sus canciones?

--Porque son los dos extremos de la violencia simbólica. Tener enfrente a una mujer desnuda y mirarla como si fuera una vaca, es un modo de violencia. No queremos que exista esta desigualdad. Si vos colocás a la mujer en un lugar de objeto a ser consumido, la igualdad no va a existir nunca. Si observás el objeto y decidís “esta carne me sirve o no me sirve", estás cosificando.