Bella Vista tuvo a sus sociedades conocidas
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El fútbol es un deporte colectivo y ayer Bella Vista explotó esa definición al máximo para superar a Pacífico (Cabildo) por 4 a 2.
La principal diferencia estuvo en la potencia ofensiva.
El albiverde, bajo la intención de asociarse en todo momento y con paciencia, encontró espacios con frecuencia. Encima, el gol tempranero de Cartés aportó más serenidad.
El tifón cabildense, que sufrió el golpe, se adelantó unos metros aunque sin la claridad ni profundidad necesaria. El penal de Nicolás Fidalgo fue el premio a la intención de atacar. Sólo eso.
Esos pocos méritos le dieron la derecha al destino para que Bella Vista se retire victorioso a los vestuarios, a través de la concreción de la pena máxima de Belleggia.
En el complemento, Pacífico era dueño del balón, por virtud propia y por intención del rival.
El albiverde esperó y se apoyó en la imaginación de sus armas de ataque: Belleggia, Giordano y Priore.
Justamente este último, en un abrir y cerrar de ojos, se acomodó y definió con su pie menos hábil: 3 a 1. ¿Historia terminada? No.
Un error del arquero Carnicero, le permitió a Angelini descontar y darle dramatismo al partido. Casi un castigo para un Bella Vista que no liquidaba el juego.
Pero ese objetivo se terminó dando a través de una buena habilitación de Priore y la definición de Giordano.
Otra sociedad de las tantas que construyó un Bella Vista que, lejos de ser anónimo, terminó siendo muy conocido.