Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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El príncipe azul que reinó en el bule fue Liniers

El Chivo, que venía de perder la final del Apertura en Cerri, estrenó su flamante indumentaria alternativa con una victoria 2-1 ante Huracán.
Franco Cisneros, del Globo, quiere apagar el incendio. Acosta ya había hecho su trabajo.

Sin los tradicionales bastones negros y blancos verticales en su camiseta, Liniers supo estar a la moda. Como hace algunos años, los chivos utilizaron una indumentaria alternativa, pero muy novedosa con un azul intenso de punta a punta. Y, con la pilcha nueva, se sacaron la bronca de la final perdida el jueves pasado ante Sansinena y arrancaron con el pie derecho el Clausura, tras imponerse 2-1 ante Huracán.

A diferencia de la semifinal que jugaron hace apenas una semana, Liniers facturó en la primera de cambio y empezó a resolver rápido el acertijo que tanto le costó desenredar hace 7 días.

¿Cómo lo hizo? Con una aparición de Julio Acosta, quien casualmente no había estado en el último choque.

Con Julito en cancha, las probabilidades de gol aumentan considerablemente. Y así fue. El artillero de Conesa pescó un rebote en el área y la mandó a guardar, tras conectar un rebote de Alonso (gran atajada ante un cabezazo de gol a Mc Coubrey).

Con el 0-1, el Globo estuvo lejos de tomar vuelo porque es un equipo preparado para otra clase de partidos. Encima, a los 36, Mc Coubrey se sacó la espina y le rompió el arco a Agüita con una mediavuelta letal.

En los dos goles, Maxi Herrero, el 10 visitante, explotó al máximo su pegada por el sector izquierdo. Con él, junto al despliegue de su tocayo Peña en el medio, el Chivo puso el 2-0 en caja fuerte.

Incluso, la primera media hora del segundo tiempo casi que no tuvo aproximaciones a las áreas.

Pero si hay algo que caracteriza a este Huracán es la insistencia. A falta de diez minutos, Delmiro exigió a Luján y Vito Giannini capturó el rebote y la tocó al gol.

¿Lo pudo empatar? Claro que sí. A los 43, Peralta sacudió el travesaño con un remate de novela. Aunque terminó sufriendo, el príncipe azul reinó en el bule.