Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Villa Mitre sonrió sobre el final por una Pipa

Luego de malograr varias oportunidades, Octavio Kerman marcó el 1 a 0, a tres minutos del final. Pacífico planteó un buen juego, pero no pudo sostenerlo.
Todo por el balón. Manchado (Villa Mitre) pone el cuerpo ante la defensa de Perrone (Pacífico). El tricolor derrotó por primera vez en el año al verde.

Por Nicolás Batista / nbatista@lanueva.com

Tiro libre sobre la izquierda. Unos 8 metros adelante de la línea media. Kerman el ejecutante. Nicolás Manchado le pasó por detrás y el Pipa le cedió el balón, pero muy fuerte. Pelota pérdida.

Aunque no parezca, el gol tricolor, a 3 minutos del final, nació gracias a esa jugada.

Segundos después de esa secuencia, el tricolor recuperó la pelota. La tomó nuevamente Kerman, quien fue embestido. Tiro libre exactamente en la misma zona que el anterior.

Los defensores de Pacífico tomaron su marca. En la lejanía, Kerman tenía revancha, pero Manchado tomó la posta y le pidió a su compañero que vaya al área. Ese detalle le permitió al Pipa llegar sin marca al gol. Casi abajo del arco.

Esa desprolijidad de la defensa verde terminó siendo letal, pese al buen trabajo durante casi los noventa minutos, donde la última línea neutralizó las principales herramientas del tricolor.

Esa incomodidad arriba, le quitó confianza a un Villa Mitre que no tuvo la suficiente profundidad para llegar claro al gol.

Asimismo tuvo sus oportunidades.

En el primer tiempo, la más clara fue a través del desborde de Manchado, quien tiró un buscapié que conectó Arias, aunque su remate impactó en el palo.

Pacífico, conociendo sus limitaciones, cedió el esférico, ocupó bien los espacios y apostó ofensivamente a la pegada de Tomás Onorio y la velocidad de Facundo Hernández y Nicolás Ledesma.

Esa fórmula casi funciona, pero careció de contundencia. El propio Ledesma tuvo el triunfo en sus botines, tras el error de Orellana, pero Tavoliere se lo negó.

Kerman contestó con un tiro libre al palo. Pareció un aviso.

El partido ya estaba armado para que sólo una pelota detenida lo extraiga del cero a cero.

Fue así como llegó la secuencia: Manchado, Kerman y el grito final para el 1 a 0.