Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

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Los primeros pasos, en 10 atrayentes historias

La ciudad cumplió el jueves pasado sus primeros 196 años de vida. Pensada como “Fuerte Argentino” y bautizada en un principio como Fortaleza Protectora Argentina, se transformó en referente del sur de nuestro país.

Aquel lugar en el desierto del sur bonaerense pensado para establecer un punto de avanzada en uno de los lugares estratégicos por un acceso marítimo al que se asumía como vital y trascendente asumió el desafío y hoy, 196 años después, se ven los resultados.

Aquí, 10 hechos de los primeros pasos de Bahía Blanca.

1) Dos fechas

El coronel Ramón Bernabé Estomba llegó al lugar donde debía establecer el fortín de frontera el miércoles 9 de abril de 1828, luego de 13 días de marcha. Había partido del fuerte Independencia (hoy Tandil) el 24 de marzo cubriendo el trayecto sin mayores inconvenientes, salvo alguna jornada de lluvia y la deserción de un par de soldados. Su primera tarea al llegar fue redactar el Acta fundacional, la cual, como corresponde, tenía esa fecha.

Muchos años después, cuando por primera vez se celebró la fundación de la ciudad, el intendente Luis Caronti estableció que ese acontecimiento se relacionara con la primera palada dada para construir el fuerte, la cual ocurrió el viernes 11 de abril de 1828.

2) En honor al Libertador

Estomba tenía instrucciones del gobernador Manuel Dorrego de llamar al fuerte con el nombre de Nueva Buenos Aires, más allá que desde hacía tres siglos a la zona se la conocía como Bahía Blanca. El fundador hizo caso omiso a esas indicaciones y bautizó a la flamante construcción con el nombre de Fortaleza Protectora Argentina.

San Martín, Protector de Perú

La palabra “Protectora” fue elegida en homenaje al general José de San Martín, quien había desempeñado el puesto de “Protector” de Perú, en 1822. Estomba tenía admiración por el Libertador, a cuyas órdenes había luchado en las guerras por la independencia.

3) El primer ataque

La construcción de los muros del fuerte y de la zanja perimetral fueron clave para la defensa, ante la amenaza de los aborígenes. Los primeros meses luego de la fundación hubo algunas escaramuzas, pero el 25 de agosto de 1828 se verificó el primer gran ataque.

Enterado Estomba del avance de fuerzas lideradas por los hermanos Pincheira, reunió a los soldados del Regimiento 7 de Caballería y enfrentó a los atacantes en el sitio denominado "Paso de las Vacas" del arroyo Maldonado, a la altura de calle Don Bosco. La batalla fue dura y dramática hasta lograr el desbande de los Pincheira. Diez soldados perdieron su vida en ese combate.

4) Contra Dorrego

Estomba estuvo en el fuerte como máxima autoridad hasta enero de 1829. Ese mes emprendió el regreso a Buenos Aires para sumarse a las filas del general Juan Lavalle, que luchaba contra las fuerzas de Manuel Dorrego.

Sin embargo, a poco de llegar al campamento de Dolores comenzó a mostrar trastornos en su conducta y acciones. Al poco tiempo había perdido completamente la cordura. Fue derivado al Hospital de Buenos Aires, donde falleció en junio de 1829, a los 39 años de edad.

5) Visitante ilustre

La primera persona destacada en llegar al fuerte fue un inglés de 22 años de edad, que lo hizo a caballo desde Patagones, donde lo había dejado la embarcación Beagle. Se trataba de Charles Darwin, científico y naturalista que integraba la expedición de ese buque con la tarea de recolectar datos de flora y fauna.

Charles Darwin

Darwin trabajó en este sitio durante dos semanas, antes de seguir viaje a Buenos Aires. Treinta años después –con los datos recolectados en esta travesía--  publicó el libro “El origen de las especies”, considerada la obra más influyente en la historia de las ciencias naturales al presentar su teoría sobre el desarrollo de la multiplicidad de formas de vida. 

6) La firma

Cinco militares y cuatro civiles firmaron el acta fundacional: Coulin, Estomba, M. Rodríguez, Piriz, Parchappe, Acosta, Elías, Del Valle y Morel. Andrés Morel fue la segunda persona en asumir la jefatura del fuerte, luego de la partida de Estomba. Ejerció ese cargo por apenas 20 días. El 30 de enero emprendió camino a Buenos Aires y resultó muerto por los indios. Martiniano Rodríguez fue su sucesor. Murió en 1841, en una campaña contra los indios. Del Valle se fue del fuerte en septiembre de 1829, para sumarse a las fuerzas de Juan Manuel de Rosas. En 1849 fue asignado nuevamente a Bahía Blanca pero falleció en el viaje.

Narciso Parchappe emprendió el regreso a Buenos Aires a los dos meses. Polidoro Coulin, Nicolás Piriz y Pablo Acosta eran comerciantes y montaron las primeras pulperías. Acosta y Piriz fueron muertos por los indios en 1840. Juan de Elías era el encargado de verificar que se cumplieran las instrucciones de Dorrego. Regresó a Buenos Aires semanas después de la fundación. Murió en Tucumán, en 1870. Fue el último firmante del acta en dejar este mundo.

7) El último malón

Una calle de la ciudad lleva el nombre de 19 de mayo, en referencia a que ese día de 1859 una fuerza de 3 mil indios atacó la Fortaleza, a las órdenes del cacique Cafulcurá. Ingresaron a la madrugada, en un ataque inesperado que encontró a las fuerzas locales completamente desarticuladas.

Pese a todo, tanto los soldados como los integrantes de la Legión Italiana lograron reaccionar y rechazar el ataque. Por su magnitud se lo llamó el último malón, aunque en realidad ese tipo de ataques se mantuvo durante varias décadas más.

8) Las chicas

“Mujeres que guisasen”. Ese fue el título de la publicación de una revista de Madrid, España, en 1833, dando cuenta de la situación que vivían los habitantes del fuerte.

Va textual: “Algunos soldados de Bahía Blanca se quejaron que no tenían mugeres (sic) que les lavasen la ropa y les guisasen. Juan Manuel de Rosas, tomando en consideración esa queja, mandó que a las mujeres de cualquier clase se las obligue a entrar en el servicio. A una hora determinada, oficiales de la policía arrestaron a las mujeres que se encontraron en las calles. Así el pequeño ejército destinado para Bahía Blanca ha sido socorrido con vivanderas”. 

9) El primer nombre

Casi un siglo antes de la fundación de Bahía Blanca, el sacerdote Thomas Falkner elaboró un mapa de la provincia de Buenos Aires, luego de haber estado en esta zona con los jesuitas. Allí identificó la zona que los aborígenes llamaban wekufü mapu, cuya traducción era “Tierra del diablo”. Esa región incluía el área donde se estableció el fuerte fundacional.

Falkner la menciona como una llanura que los nativos evitaban transitar, “un gran desierto medanoso en el cual podrían perecer ellos y sus familias si llegase a levantarse una tempestad durante la travesía”. Otros autores asocian el termino huecuvu mapu con el de un lugar inhóspito, asociado a espíritus malignos que acechaban a los viajeros. Desde el punto de vista geográfico era “tierra pelada, sin pasto ni yerba, con muchas bolas de piedra encarnada y blanca, sin agua y cruzado por fuertes vientos, uno de los más desolados desiertos argentinos”. Allí se fundó nuestra ciudad.

10) La vida

Durante los primeros 50 años de existencia, Bahía Blanca fue un sitio completamente aislado, perdido en el sur bonaerense, librado a su suerte y sin demasiados recursos. Sus cerca de mil habitantes sobrevivían a duras penas, sin posibilidad de alejarse por la constante amenaza indígena.

Más allá de lo controvertido de la historia, esta situación terminó de manera definitiva con la denominada Campaña al Desierto realizada entre 1878 y 1885, la cual desalojó a los pueblos pampa, ranquel, mapuche y tehuelche. Con este cambio, la llegada del ferrocarril, en 1884, la habilitación del puerto, en 1885, y el arribo de miles de inmigrantes, la ciudad comenzó a transitar su definitiva consolidación.