Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Dos graduados compartieron el mejor promedio en la primera colación de 2024

Macarena Ailén Ferro (Ingeniera Química) y Jorge Pablo Lo Presti (Licenciado en Letras)  obtuvieron 9,09 puntos de promedio y se convirtieron en los egresados más destacados de la 391 Colación de Grados.

El acto de entrega de diplomas se realizó en avenida Colón 80. Fotos: Prensa UNS

Dos flamantes egresados compartieron el mejor promedio en la primera Colación de Grados de la Universidad Nacional del Sur del año.

Macarena Ailén Ferro (Ingeniera Química) y Jorge Pablo Lo Presti (Licenciado en Letras) se convirtieron en los graduados más destacados al registrar los promedios más altos, con 9,09 puntos.

La primera entrega de diplomas de 2024 (391 en el historial) se realizó en el Aula Magna de avenida Colón 80 y el acto fue presidido por la doctora Andrea Castellano, vicerrectora de la casa de Altos Estudios.

Recibieron sus diplomas egresados de Agronomía, Biología, Bioquímica y Farmacia, Ciencias de la Administración, Ciencias de la Educación, Ciencias de la Salud, Ciencias e Ingeniería de la Computación, Derecho, Economía, Física, Geología, Geografía y Turismo, Humanidades, Ingeniería Química, Ingeniería, Ingeniería Eléctrica y de Computadoras, Matemática y Química.

Las palabras alusivas estuvieron a cargo de la decana del Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, la doctora Gabriela Murray, y una egresada de esa unidad académica, la bioquímica Agostina Menéndez Neveu.

El listado completo es el siguiente:

Doctor en Ciencias de la Administración: Santiago Agustín Pérez.

Doctor en Física: Nicolás Bachi.

Doctor en Química: Nicolás Alfredo López.

Especialista en Economía y Gestión de los Servicios de Salud: Luis Carlos Gómez.

Ingeniero Agrónomo: Clara Andrea Airoldi y Nicolás García.

Bioquímico: Agostina Menéndez Neveu.

Farmacéutico: Valeria Romina Paredes.

Contador Público: Bianca Mele.

Licenciado en Administración: Ana Paula García, Sofía Belén Pérez Dell' Aquila y Joaquín Ronán.

Profesor de Educación Inicial: Bianca Salvaggio.

Profesor de Educación Primaria: María Belén Gentili Gestoso.

Médico: Rocío Belén Bonilla.

Ingeniero en Computación: Sebastián Norberto Lencina.

Ingeniero en Sistemas de Información: Fausto Genovese Arrúe.

Licenciado en Ciencias de la Computación: Christian Andrés Cristobo.

Abogado: Gustavo Manuel Freire Lanzavecchia, Brenda Herrera, Matías Ezequiel Isidro, Victoria Pristupa y Victoria del Rosario Villarreal.

Licenciado en Economía: Nicolás Martín Arias, Luciana Da Rodda y Pedro Lattanzio.

Licenciado en Turismo: Ingrid Soledad Bork, Tatiana Capriolo y Danisa Lorena Heredia.

Técnico Universitario en Medio Ambiente: Guido Richat Ciccone.

Licenciado en Letras: Jorge Pablo Lo Presti.

Profesor en Historia: Valentín Gaiger.

Ingeniero Industrial: Solana Nicole Folgar Tarocco, Juan Ignacio Martinolich, Juan Nagib Merheb y Santiago Vavrin.

Ingeniero Mecánico: Javier Nicolás Sian.

Ingeniero Electricista: Micaela Mariel Celis Bravin.

Ingeniero Electrónico: Nicole Dupuy.

Ingeniero Químico: Macarena Ailén Ferro y Ximena Romina Mayo.

Técnico Universitario en Operaciones Industriales: Roger Jesús Colls Romero.

Licenciado en Ciencias Ambientales: Luciano Gobbi y Martina Pérez Inchausti.

Técnico Químico Universitario: Camila Alejandra López Fuentes y Fiorella Rodríguez.

"Obtener un título universitario es un logro compartido"

Discurso de la bioquímica Agostina Menéndez Neveu

"En primer lugar, quiero felicitar a todos los compañeros graduados. A lo largo este arduo y sinuoso camino, nos hemos dado cuenta de que transitar una carrera universitaria no es nada fácil. Requiere de mucho esfuerzo, perseverancia y dedicación.

Me resulta algo difícil resumir brevemente mi experiencia universitaria. Fui criada en un pueblo muy pequeño de La Pampa llamado Miguel Riglos y realicé mis últimos dos años del secundario en Río Colorado, una localidad a 170 km de acá. Con tan solo 17 años, me mude a Bahía Blanca, llegue con una valija llena de incertidumbre, de miedos y sabiendo que me enfrentaba a grandes desafíos; pero con una meta muy clara: estudiar y recibirme de bioquímica.

Los que somos de pueblos aledaños, sabemos que dejar nuestro hogar y dar inicio a una nueva etapa lejos de nuestros afectos, implica costos económicos y emocionales muy considerables.

Este proceso demanda, sobre todas las cosas, autonomía y gran responsabilidad. Al comienzo, nos enfrentamos con varios retos, desde no conocer los nombres de las calles, tomar por primera vez un colectivo, realizar trámites administrativos sin nuestros padres, hasta independizarse por completo de un día para el otro. A pesar de estos retos, también vivimos momentos gratificantes que son muy valorables, como recibir la encomienda llena de delicias caseras de mama y de la abuela (inolvidable para mí los alfajorcitos de maicena), salir de rendir y llamar a tus papas para darles la noticia de que aprobaste, ellos gustosos esperándote ese fin de semana con una rica comida y un gran abrazo, después de meses de no ir al pueblo.

Si miro para atrás, y posiblemente muchos se sientan identificados, puedo reconocer cuanto me costó llegar hasta acá. Fue un camino de mucho sacrificio. Dedicarle horas y horas, todos los días al estudio. Recuerdo cada feriado, cada sábado y cada domingo que amanecía, cargaba mi mochila con los libros, la computadora, algo de comida, café y el mate (que obviamente, no me podía faltar) y me iba pedaleando en bicicleta con un fuerte dolor en la espalda para pasar todo el día en la sala de lectura. Las calles de la ciudad prácticamente vacías o con alguna que otra persona que salía del club. Muchas veces pensé: espero que todo este sacrificio tenga su recompensa. También fueron tiempos complicados cuando resigne encuentros familiares porque tenía que rendir un examen o entregar informes, esto fue sobre todo más duro con la llegada de mi hermano Juan Cruz, era consciente de que perdía gran parte de sus primeros años, a pesar de que siempre procure estar presente en sus momentos más importantes. Me sacrifiqué mucho estos años, le puse pasión y amor a la carrera que elegí; como cada uno de ustedes.

A pesar de todo el esfuerzo individual, creo que obtener un título universitario, más que un logro personal, es un logro compartido. Sin el apoyo de nuestros seres queridos quizá no lo hubiésemos logrado o hubiese sido más difícil de lo que fue.

Es por ello que quiero agradecer a mi familia, principalmente a mis padres, quienes se esforzaron todos estos años y renunciaron muchas cosas que se merecen para que yo pueda estudiar, recuerdo los meses en los que se complicaba la situación económica y veía a mi mamá haciendo canelones o tartas para vender en el pueblo y me decía "siempre vamos a llegar a fin de mes para que puedas estudiar". A mis amigos y compañeros de la universidad y a mi novio quien conocí en esta casa de estudios, ellos fueron quienes cumplieron el rol de segunda familia haciendo que la distancia a mi hogar pareciera más corta. Sin duda, fueron un sostén imprescindible a lo largo de este camino.

Les agradezco infinitamente por la compañía de cada día en la sala de estudio, por ese resumen prestado, ese mate, por ese almuerzo o cena ya preparada, por esas palabras de aliento, por creer más en mí que yo misma y por festejar cada logro mío como si fuera de ustedes. Me llevo muchas anécdotas, experiencias e inolvidables instantes.

Algunos de nosotros logramos obtener nuestro título mientras trabajamos, otros mientras criaban a sus hijos y algunos otros enfrentando situaciones críticas. Independientemente de la historia de cada uno, hay algo que compartimos: no darnos por vencidos, pese a las adversidades.

Por otro lado, siento que somos unos afortunados de haber tenido la oportunidad de acceder a una educación universitaria pública y gratuita. En tiempos de congelamiento presupuestario, donde suenan vientos que endulzan viejos conceptos como productividad, financiamiento según resultados, y diversas ideas del ámbito empresarial, creo que es necesario enfatizar los enormes beneficios que tiene Argentina gracias a su sistema público, el alto nivel de las universidades, y un corolario de profesionales buscados de muchos lugares del mundo.

Para mí la universidad representa oportunidades. Porque, de no ser pública y gratuita la mayoría de los hoy graduados jamás hubiésemos tenido la posibilidad de convertirnos en profesionales. 

En la universidad no solo aprendemos conceptos relacionados con nuestra profesión, sino también para la vida misma. La universidad nos brinda herramientas y nos da la capacidad de poder enfrentar cualquier desafío que se nos presente. 

Creo hablar en nombre de todos los egresados, cuando sostengo que es una enorme satisfacción y vamos a estar eternamente agradecidos, de habernos formado en una universidad pública, gratuita, laica y de excelencia como nuestra querida Universidad Nacional del Sur.

Nos deseo un futuro lleno de oportunidades en donde podamos disfrutar el ejercicio de nuestra profesión y que podamos aportar nuestro granito de arena para construir una sociedad cada día mejor.

Por último, le quiero dedicar este título a mi abuela que lamentablemente hoy no está en este plano, pero que siempre confió en que iba a lograrlo.

Sin más preámbulos, muchas gracias todos. ¡Felicitaciones y éxitos en lo que viene graduados y graduadas!"