Metas que transforman

Guillermina Rizzo

guillerminarizzo@gmail.com

Estamos estrenado un nuevo año y tenemos más de 350 días por delante. Si bien pareciera que serán tiempos complicadísimos, siempre se despliega ante nosotros la posibilidad de cumplir metas, ir tras los sueños perdidos y tratar de transformarnos; sin dudas todas nuestras acciones siempre tienen impacto en el sistema en el que habitamos.

A veces hay algo que queda trunco o tal vez tomaste una decisión y al cabo de unos años te arrepentiste, o aún hay proyectos pendientes porque nunca las circunstancias son propicias, o porque no hay coraje, o tal vez… y así, la lista de lo que vamos postergando, puede ser extensa.

No “compro” esa idea de que cuando uno tiene un sueño si lo intenta una y otra vez, finalmente se cumple, máxime en este país donde un proyecto está atravesado por múltiples condiciones. Por lo tanto ¿cómo podemos reciclar la capacidad de soñar y cómo podemos adaptarnos cuando algo tal vez sea inalcanzable?

Es esperable que ante aquella meta propuesta y que no se puede lograr experimentamos dolor, hay una pérdida que se debe elaborar y cada persona responde como puede. Están quienes rápido pueden seguir la marcha como si nada hubiera pasado, otros sienten angustia y de a poco recobran la fuerza, otros quedan rumeando en lo que podría haber sido y no fue quedando adheridos a una sensación de fracaso.

El sueño, prefiero llamarlo deseo y recordemos que siempre se origina a partir de la falta, de la ausencia de tal o cual cosa, porque hay una carencia. Entonces habrá que analizar cuáles son las motivaciones, las necesidades, pero por encima de todo preguntarse qué significado tiene “ese deseo” máxime cuando queda trunco y se experimenta decepción. 

Entender el significado de ese objetivo no cumplido, dilucidar lo que representa permite transformarlo y buscar otros caminos, que no significa que calme el dolor por la meta no alcanzada o que sea tan satisfactorio como el objetivo planteado, pero al menos habilita nuevos recorridos.

A veces se desea tener un hijo y nunca llega, a veces se persigue una posición laboral y las condiciones no se dan, a veces se proyecta adquirir determinados bienes y la situación economía obliga a dar un viraje y hasta se pierde todo, lo importante es hacer una pausa y analizar, pues siempre hay lado b, c, d, infinitos… siempre hay opciones.

Si bien sostengo que es significativo formular metas y perseverar o registrar los deseos, también considero importante entender que cuando algo no sucede o se vuelve esquivo alguna razón hay, tal vez en ese momento no se puede advertir.

Hacer el listado siempre ayuda, pero analizar si es realizable, si dispongo de los recursos para poder alcanzarlas, entender qué significado, pero especialmente qué sentido tiene y para qué deseo lograr esa meta, siempre aporta claridad.

A veces lo importante no es el logro sino el recorrido, a veces lo importante es poder reformular antes que quedar atascado, a veces los importante es aprender a entender, a aceptar porque ahí reside la verdadera transformación.