Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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La educación de América Latina no ayuda a la inclusión

Según Unicef, niños y adolescentes de la región no disfrutan del derecho a “una educación equitativa y de calidad” y que promueva “oportunidades de aprendizaje durante toda la vida”. Agencia EFE
Desde Unicef aseguran que los sistemas escolares en América Latina y el Caribe no se adaptan a los cambios.

Los sistemas escolares en América Latina y el Caribe no se adaptan a los cambios y no ayudan a la inclusión, según un informe de Unicef en el que propone "reinventar" la educación poniendo el acento en "aprender" más que en "enseñar".

El estudio concluye además que la educación debe promover "oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos".

Esa meta es difícil de alcanzar con "un sistema escolar que no se ajusta a los modelos actuales de aprendizaje, profundiza las grandes brechas y no contribuye a una educación equitativa y de calidad para todos los niños, las niñas y los adolescentes", dice Unicef.

Aunque en enseñanza primaria se logró una cobertura casi universal y en preescolar y la secundaria básica se llegó a niveles de más del 60 % y de un 70 %, respectivamente, el acceso al nivel secundario superior es significativamente menor (50 %) y el último ciclo de educación possecundaria es accesible a una cantidad muy reducida de jóvenes, según datos de la Cepal.

El documento elaborado por la oficina regional de Unicef asegura que las últimas décadas demostraron que la "asistencia a la escuela no equivale a aprendizaje y que la escolarización no es garantía de una preparación suficiente y adecuada para enfrentar competentemente los desafíos que conlleva la sociedad del conocimiento".

Los sistemas educativos "enfrentan un reto importante en relación al acceso ya que más de 21 millones de niños y adolescentes están fuera del sistema escolar o en riesgo de dejarlo".

Por eso, para Unicef, la escuela debe "rediseñarse y debe transformar sus sistemas de aprendizaje hacia un sistema que busque un aprendizaje a lo largo de toda la vida, con un enfoque centrado en el estudiante y los aprendizajes".

Esta transformación implica la creación de ambientes de aprendizaje que sean realmente eficaces, lo que implica que estén "centrados en el estudiante, estructurados y bien concebidos, profundamente personalizados y muy sensibles a las diferencias individuales y de grupo".