Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Lograron producir vino en polvo y en 2 años podrían comercializarlo

Se congeló en una cámara cerrada, a 30° C bajo cero, y luego se disminuyó la presión para lograr vacío. Ya pasó los tests de aceptación. “Usamos botellas de cabernet sauvignon elaborado en la Patagonia”, contó una experta. Perfil

Investigadores del Conicet y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina (UCA) obtuvieron vino en polvo.

El producto ya pasó los test de aceptación del público y podría comercializarse en 2 años.

“La idea de hacer vino en polvo y ver si mantenía sus propiedades saludables se le ocurrió a mi colega, el doctor Jorge Chirife, que lo pensó en base a lo que en salud pública se conoce como la ‘paradoja francesa’”, manifestó María Clara Zamora,quien se desempeña como investigadora de la UCA/Conicet y corresponsable del proyecto. Chirife, también profesor e investigador de la UCA, describió que “una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1989 confirmó que las tasas de mortalidad relacionadas con enfermedades cardiovasculares en Francia eran menores a las de otros países desarrollados. Y una de las hipótesis que lo explican fue el frecuente consumo de tinto en la dieta francesa”. Según la doctora Virginia Sánchez, otra de las integrantes del equipo, “hay evidencia científica de que los polifenoles –compuestos presentes en el vino tinto– poseen funciones biológicas positivas sobre ciertas patologías crónicas. Especialmente las llamadas antocianinas, que son también las que le dan al vino su color característico”. Sin embargo, esta bebida también aporta contenido alcohólico, y eso genera problemas de salud.

“Así, en 2011, pensamos si no sería posible partir de jugo de uvas fermentadas, sacarles el agua y el alcohol por medio de un proceso físico y obtener vino en polvo, con una alta concentración de polifenoles, que son los responsables del efecto saludable”, explicó la corresponsable del proyecto que en 2013 obtuvo el Premio Nacional Arcor a la Innovación en Alimentos.

Para obtener vino en polvo sin perder los componentes beneficiosos, probaron la liofilización.

“Usamos botellas de cabernet sauvignon, elaborado en una bodega patagónica”, contó la experta. El vino se congeló en una cámara cerrada, a 30 °C bajo cero, y luego se disminuyó la presión para lograr vacío.

“Esas condiciones hacen que se evaporen el agua y el alcohol, pero el resto de los componentes bioactivos se preserva intacto”.

Tras 48 horas de permanecer en la cámara, los 10 litros de buen tinto se transforman en 300 gramos de vino en polvo.

Claro que durante el proceso, junto al alcohol y el agua, se evaporan también los componentes aromáticos que le dan sabor a esta bebida.

“Buscando un sabor agradable al consumidor argentino al polvo le agregamos edulcorante y aromatizante de frambuesa”, detalló Zamora.