Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Francisco: “La Iglesia no puede ignorar a los pobres”

El Papa Francisco también pidió un “fructuoso cambio de mentalidad que aumente nuestra capacidad de diálogo con las diversas culturas”. Agencia EFE
El Papa indicó que las ciudades necesitan de "otros mapas, otros paradigmas que ayuden a reponer nuestros pensamientos y nuestras actitudes".

El Papa recibió a los participantes en el Congreso Internacional de Pastoral de las Grandes Ciudades, celebrado en la ciudad de Barcelona (España), a quienes instó a realizar una "verdadera transformación eclesial" en las urbes centrada en los pobres.

La Santa Sede informó del encuentro mediante un comunicado en el que se precisó que tuvo lugar en la sala del Concistoro del Palacio Apostólico del Vaticano.

Allí, el Papa Francisco animó a los participantes del congreso: "Ayudar a cambiar la mentalidad pastoral, el diálogo con la multiculturalidad y (asistir) a los pobres urbanos".

En primer lugar, el Papa argentino indicó que las ciudades necesitan de "otros mapas, otros paradigmas que ayuden a reponer nuestros pensamientos y nuestras actitudes".

Es necesario, continuó Jorge Bergoglio, "un cambio en la mentalidad pastoral, que tenga coraje, no tema y que responda a lo que hombres, mujeres, familias y los diferentes grupos que viven en la ciudad esperan de la Iglesia".

En referencia a la multiculturalidad, el obispo de Roma defendió que "se trata de lograr un diálogo pastoral sin relativismos, que no negocia la propia identidad cristiana pero que quiere llegar al corazón del otro, de los que son diferentes a nosotros y difundir de esta manera el Evangelio".

Recordó que las urbes "están habitadas por numerosos inmigrantes y pobres, que provienen de zonas rurales o de otros continentes, con otras culturas" y animó a descubrir la riqueza de las ciudades, "sus símbolos, lenguajes, ritos y formas de contar la vida, que valoran lo que se ha vivido en esos sitios en otros tiempos".

En relación a los pobres que viven en las ciudades, dijo que no pueden ser ignorados por la Iglesia", que "no puede entrar en el juego del sistema injusto, mezquino e interesado de hacerlos invisibles".

Propuso, en este sentido, "una verdadera transformación eclesial. Todo pensado en clave de misiones. Un cambio de mentalidad que nos lleve del recibir al dar, del esperar a que vengan a ir a buscarlos".

Se trata, según definió el sumo Pontífice en su alocución, "de continuar y profundizar en el crecimiento de la fe de los habitantes de las ciudades", aunque también de "suscitar la fe" en quienes no la tienen, una labor "de la Iglesia y de cada cristiano" que construirá un lugar "en la justicia, la solidaridad y la paz".

"Aquí está la clave. Con el testimonio podemos incidir en los núcleos más profundos, donde nace la cultura.

"A través del testimonio, la Iglesia Católica siembra las semillas en el mismo corazón de la cultura que se genera en cualquiera de estas ciudades", sostuvo.

Como conclusión el líder de la Iglesia Católica pidió que el "fructuoso cambio de mentalidad que aumente nuestra capacidad de diálogo con las diversas culturas, valore la religiosidad de nuestros pueblos y comparta el Evangelio y el pan con los más pobres de nuestras ciudades".