Nicolás Komañski: tiempo, mucha dedicación y valores
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“¿El mejor promedio...?”.
El viernes le tenía reservada una sorpresa especial a Nicolás Komañski, quien a menos de dos horas de recibir su título de licenciado en Ciencias de la Computación supo que también iba a ser distinguido por haber logrado el mejor promedio (9,74) de la 296ª colación de grados de la Universidad Nacional del Sur, acto que en la víspera se cumplió en el aula magna de Colón 80.
“Terminar la carrera es un paso muy importante en mi vida pero no creo que una persona se defina por un título sino por sus valores, su capacidad y su independencia para poder desarrollarse”, consideró este bahiense de 25 años que cumplió sus estudios primarios en la Escuela Nº 63 y los secundarios, en la de Comercio.
Acompañado por sus padres, Jorge y Patricia Godio, Nicolás recibió el diploma que marca el final de un camino que prefirió recorrer a paso firme y sin apuros.
“La mayoría de mis compañeros de ingreso ya se recibieron. Yo tardé siete años. Fue el tiempo que necesité para preparar cada examen de la mejor manera posible aunque llegar a un elevado promedio no fue el objetivo primordial”, indicó.
Exjugador de básquetbol (Pacífico) y de rugby (Universitario), Nicolás desde 2008 se desempeña como ayudante en diversas materias en la UNS. Su pasión por los números lo llevó, durante el secundario, a participar con éxito en las Olimpiadas de Matemática, y luego de los Torneos de Informática y Computación que ganó en 2006. Ya en la UNS, intervino en las Competencias de Programación Universitaria, de las que fue finalista en Suecia (2009) y en Rusia, el año pasado.
¿El futuro? Por ahora seguirá trabajando en la UNS, pero ya está buscando empleo en alguna empresa.
Títulos y premios
Durante la ceremonia, que presidió el rector Guillermo Crapiste, se entregaron 59 diplomas. Los abogados, con 6 graduados, fueron mayoría. Luego quedaron los ingenieros agrónomos, con 4 profesionales.
Los doctorados correspondieron a Débora Gisele Salomón (Biología), María Belén Prieto (Geografía), y Martín Eduardo Sequeira (Ingeniería). El magíster en Administración fue para María Cristina Colubri y el de Ciencia y Tecnología de los Alimentos para Carla Paola Calbe.
Los premios 25 de Mayo, tradicional distinción para los egresados durante el año pasado con los más altos promedios, fueron para la licenciada en Ciencias Geológicas Antonela Torresi (9,25), la licenciada en Economía Soledad Carozzi, (9,38), el ingeniero industrial Nicolás Fochesato (9,60), la profesora de Letras Valeria Galduroz (9,56), la técnica universitaria en emprendimientos agroalimentarios Sofía Rejalaga Molina (9,17), y licenciada en Ciencias de la Computación Renata Lucione (10).
Por su parte, la fundación Wiener Lab reconoció al bioquímico Nehuén Pablo Gasparini, egresado con 8,58, mientras que Laboratorios Bagó distinguió al farmacéutico Facundo Heber Prado Spalm, quien promedió 8,46.
La filial bahiense del Instituto Nacional Browniano premió a la licenciada en Historia Luciana Francisco (9,09) y la profesora de Historia María Lorena Montero (9,35).