Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Un argentino cruzó a nado las Islas Malvinas

Agustín Barletti, de 53 años, unió la Gran Malvina y la Isla Soledad, en una travesía que le demandó algo más de dos horas. El agua estaba en 4 grados.
Además de nadador, Agustín Barletti es autor de novelas.

El abogado y periodista Agustín Barletti unió a nado la dos islas principales de las Malvinas (la Gran Malvina y la Isla Soledad) a través del estrecho de San Carlos, en una travesía de 2 horas y 7 minutos y con las aguas a una temperatura de 4 grados.

"Dios me ayudó porque aquietó las aguas del estrecho durante mi travesía. Ni bien concluí el cruce se levantó el viento y comenzó un fuerte oleaje", señaló Barletti, nadador aficionado de 53 años.

“Ese día amaneció con el mar planchado, sin nada viento. Y en el trayecto en el que la corriente debía ser neutra, que estimaba en 40 minutos, lo fue por 1 hora y media”, explicó.

La idea del cruce, que tuvo lugar el 9 de noviembre, surgió como un desafío personal hace cuatro años.

Después de “mucha organización”, ese trayecto de 20 kilómetros que une África con Europa a través del Estrecho de Gibraltar “pasó volando” --tardó 6 horas y 7 minutos en cruzar-- y entonces “salió la propuesta de Malvinas”, explicó.

De esa forma, mientras se preparaba con su entrenador, Pablo Testa, comenzó la “compleja” tarea de conseguir los permisos, aunque ese no era el único obstáculo.

“El otro problema era que no teníamos barco. Entonces apareció un personaje central, el velero con bandera de Antigua y Bermudas Mago del Sur, cuyo capitán, Alejandro Da Milano, es uno de los mejores nautas de la Argentina”, relató el nadador, y explicó que el barco realizó un viaje de 10 días para esperarlo en el estrecho San Carlos.

Barletti formó una delegación de la que participaron su entrenador y dos compañeros de la escuela primaria, el cineasta Guillermo Luder, quien está produciendo un documental sobre esta aventura, y Pablo Lima, excombatiente de Malvinas.

El grupo hizo una escala en el cementerio de Darwin, en la Isla Soledad, para colocar un rosario bendecido por el papa Francisco en la tumba de un soldado desconocido.

“Teníamos un encargo personal del Papa, que se enteró (del viaje), y nos pidió colgar el rosario en una de las tumbas de un soldado desconocido”, señaló, en referencia a los más de 120 héroes nacionales --reconocidos de esa forma por la ley 24.950-- que yacen allí sin identificar.

Así, provisto con un grueso traje de neoprene y con el grupo acompañándolo desde el velero, Barletti se zambulló en las aguas del Atlántico Sur y atravesó el estrecho sin sentir frío.

“Cuando nadaba no tuve problema. Disfruté la travesía, fui tranquilo. Cuando llegué, después de un rato, me bajó mucho la temperatura y estuve varias horas arropado, tratando de recuperar” el calor, relató.