Pidieron 30 años de cárcel para un acusado de abusar de sus hijastras
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El fiscal Mauricio Del Cero solicitó ayer la pena de 30 años de prisión para un hombre acusado de abusar de dos de sus hijastras, hechos ocurridos en la ciudad de Coronel Dorrego.
El titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 14 realizó el pedido durante los alegatos del juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal en lo Criminal Nº 1, integrado por los jueces Mario Lindor Burgos, María Elena Baquedano y Hugo Adrián De Rosa.
El representante del Ministerio Público acusó al procesado de 33 años -–su nombre no se menciona para preservar a las víctimas-- de violar a una de las nenas cuando tenía nueve años y de besar en la boca en una ocasión a la otra, de doce.
Del Cero caratuló los hechos como abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado, en concurso real con abuso sexual simple agravado.
La petición fue acompañada por las abogadas Viviana Lozano y Adriana Domizi, quienes representaron a la familia de las pequeñas.
Por su parte, el abogado Horacio Echeverría, defensor del imputado, rechazó los cargos, consideró que no existen elementos para condenarlo y solicitó su absolución.
Tras escuchar a las partes los magistrados pasaron a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles, a partir de las 13, cuando den a conocer el veredicto y la eventual sentencia.
La acusación sostuvo que los hechos comenzaron a ser investigados a partir de lo ocurrido el 3 de abril de 2012, cuando representantes del Tren Sanitario nacional llegaron hasta Dorrego y realizaron una charla sobre educación sexual e higiene en la escuela de una de las menores.
La denuncia
En medio del encuentro la niña comentó que era abusada por su padrastro, lo que provocó que la directora del establecimiento realizara la denuncia.
El fiscal Del cero calificó como una historia “disparatada” la versión del sospechoso sobre una presunta confabulación para inculparlo, así como también puso énfasis sobre la madre de las menores, pidiendo que los jueces determinen si debe ser investigada su conducta.
Valoró como pruebas, entre otras cosas, las declaraciones de las víctimas y la de las peritos psicólogas que las entrevistaron, quienes manifestaron no haber hallado indicios de fabulación ni presiones externas.
También sostuvo que el sujeto amenazó a la menor de las niñas para que no contara lo sucedido, diciéndole que en caso de hacerlo arrollaría con su camión la casa en la que vivían sus abuelos y que le diría a su madre que lo había provocado.
A su turno, la abogada Viviana Lozano afirmó ante el tribunal que existen abundantes elementos de prueba para sostener la acusación y valoró el hecho de que las víctimas sostuvieron su relato en todas las oportunidades en las que debieron comentar los hechos investigados.
Resaltó que el sospechoso “no pudo jamás desvirtuar el peso de las pruebas en su contra”.
A lo que el defensor opinó que "la causas es rara" y que las menores mienten, calificando sus relatos como “inverosímiles e inducidos”.
Echeverría realizó críticas sobre los informes médicos y de los peritos psicólogos que intervinieron en el caso, así como de la toma de la declaración a una de las víctimas a través del sistema de cámara Gesell, donde, entre otras cosas, dijo que se realizaron preguntas inducidas.
Finalmente explicó que durante la instrucción “se hizo todo con apuro” y que “no se buscó la verdad real sino sólo la formal”.
El próximo miércoles se conocerá el veredicto.