Asaltan en su casa a un hombre y a su hija

Redacción de La Nueva.

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Minutos después de las 22 del miércoles sonó el timbre en la casa que Nicolás Pavlov (66) ocupa junto a su familia desde hace más de treinta años en el barrio San Cayetano.

El hombre miraba televisión y creyó que se trataba de un amigo a quien esperaba. Abrió la puerta y en un segundo se desencadenó la pesadilla.

Tres delincuentes armados con pistolas lo hicieron arrojar al suelo, lo golpearon y ataron con cables, para luego hacer lo mismo con su hija Mariela (36), quien se encontraba durmiendo en la planta alta del inmueble de la calle Panamá 1763.

Luego de registrar gran parte del lugar, los ladrones consiguieron apoderarse de unos 75.000 pesos y escaparon con rumbo desconocido.

“Sonó el timbre cuando estaba mirando el programa 'A Dos Voces' y esperaba a un amigo que siempre viene. Abrí la puerta y ahí se metieron”, dijo ayer el damnificado en declaraciones a un cronista de este diario.

Explicó que los individuos tenían sus caras cubiertas y que lo llevaron empujando hasta la cocina.

“Me tiraron al suelo y me ataron con cables del teléfono. Mi hija estaba durmiendo, entonces la fueron a buscar y también la ataron. Cuando empezó a gritar me desesperé”, agregó Pavlov, a quien los malhechores golpearon.

Mientras exhibía las marcas que le dejaron las ligaduras en las muñecas, agregó que “empezaron a pedir la plata, entonces les dije que sacaran lo que tenía en el bolsillo, y en la habitación había unos 800 pesos. Empezaron a revolver todo y encontraron una bolsa con plata atrás de la cama”.

Detalló que, en definitiva, los atracadores se apoderaron de unos 25.000 pesos que tenía su hija, además de otros 50.000 que encontraron en la planta baja de la vivienda.

“Les pedí que me dejaran los documentos y uno me dijo: 'no te voy a dejar nada, viejo botón... No nos querías dar la plata'. Después, cuando volví de la comisaría, los encontré tirados en el suelo”, expresó Pavlov.

Relató el damnificado que recientemente había realizado una transacción comercial con un vehículo, aunque dijo no saber si los ladrones estaban al tanto de esa circunstancia.

“Había vendido una camioneta en 60.000 pesos hace un mes y medio. No sé si sabrían eso”, dijo.

Más adelante explicó que pudieron liberarse de las ataduras con una tijera y que los delincuentes se llevaron sus teléfonos celulares.

En cuanto al medio utilizado por los desconocidos para llegar y huir del lugar, Pavlov señaló que “escuchamos una moto, fue el único ruido que sentí cuando se fueron”.