Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Los vecinos del Plan Arraigo piden mayor seguridad

Hechos delictivos registrados recientemente provocan preocupación y el reclamo a las autoridades.
Algunas personas que residen en la zona, situada en el sector del barrio Plan Federal, se quejaron por la falta de iluminación y la escasa presencia de móviles policiales.

Claudio Rodríguez Kiser

crodriguez@lanueva.com

Asaltos, hurtos, venta de droga y episodios violentos, son algunos de los hechos que desde hace un tiempo sufren los vecinos del denominado Plan Arraigo.

La gente del sector, lindante al Plan Federal de calle Misiones al 1800, cansada de la situación pide rápidamente la presencia del municipio y también de las autoridades policiales.

Un violento asalto tipo comando ocurrido hace poco más de una semana en perjuicio de una pareja de comerciantes, fue la gota que rebalsó el vaso.

Las víctimas fueron reducidas por delincuentes armados, quienes permanecieron durante varios minutos en el lugar y manipulaban un handy con la frecuencia policial.

Iris, una de las damnificada, sostuvo que “el municipio tendría que saber lo que pasa en esta zona”.

“Sería importante que la policía o la comuna venga a los barrios y escuche nuestros pedidos", agregó.

Siguió diciendo que "en este sector hay que poner mejor y más luminaria, y también cámaras, porque hay muchísima venta de drogas. Acá se pelean por vender de todo. Obviamente, que también necesitamos que la policía ande más seguido”.

También mencionó la presencia de algunas personas que llegaron al barrio.

“Trajeron gente de afuera que no son trabajadores como uno. De todos modos, la inseguridad se sentía con ellos o sin ellos”.

Tres delincuentes armados entraron a su casa, los agredieron y escaparon con dinero y otros elementos. Fue un golpe duro para su familia.

“Cerramos el negocio y cuando mi marido fue a entrar la moto los tipos entraron con él. Habrán estado unos 15 minutos, pero pareció una eternidad, porque revolvieron todo y hasta se quisieron meter en el entretecho”, detalló.

“A mi marido le apuntaron a la cabeza con el arma y lo golpearon. No fue una violencia que dejara secuelas graves, ya que le hicimos estudios médicos, pero el daño psicológico que te provoca vivir un hecho así es tremendo. Nosotros ahora no queremos salir a ningún lado por temor a que nos pase de nuevo”, añadió.

La mujer cree que tuvo “un Dios aparte”.

“Los tipos nos apuntaban en todo momento y sinceramente nos podían haber matado en cualquier momento. Estábamos los 3, con mi hija, y fue un sufrimiento. Creo que dentro de todo la sacamos barata, aunque nos robaron mucho dinero y también la computadora de mi hija, donde tenía todo su material de estudio”.

Desamparo

La familia ya había sufrido un robo en su vivienda, aunque sin las características violentas del último.

“Esto estaba planeado e ideado muy bien. Lo que más bronca te da es que entraron y se fueron impunemente, y la policía no estuvo en ningún momento. Los móviles dan vuelta, pero no mucho más. Incluso, cuando los llamamos, en vez de darnos contención, la mujer que vino nos trató pésimo y el otro se quedó en el auto jugando con el teléfono”.

“Ni bien entraron, me pusieron un handy en la mesa y me dijeron 'quedate tranquila que estamos hablando con la policía'. Y sinceramente no me quedan dudas que estuvo atrás de todo esto. Lo que más desamparo me da es que la policía no nos proteje y encima nos trata mal”, agregó.

La comerciante dijo sentir que “la policía da 20 mil vueltas sin sentido”.

“Cuando se los necesita nunca están. Así fue que no estuvieron cuando le robaron la motocicleta a una vecina en plena luz del día o cuando golpean a un adolescente para sacarle el celular, por nombrar algunos casos ocurridos en la zona. Aunque, en realidad, no es una sensación, sino una realidad”.

Del mismo modo, consideró que “la policía sabe quiénes son los delincuentes”.

“Nosotros no podríamos decir de dónde provienen estos delincuentes, sobre todo porque estos tres estaban con las caras cubiertas y no pude reconocer a nadie, pero la policía sí”.

No obstante, cerró diciendo que “en esta zona pasa lo mismo que en toda la periferia de Bahía Blanca, donde la delincuencia aumenta y es más complicado desarrollar una vida normal. Gracias a Dios la mayoría de nuestros vecinos son gente trabajadora, aunque siempre hay de los otros”.

Observación

“Hay mucha inseguridad porque los delincuentes se esconden en los mismos barrios que hay por acá cerca. La policía anda, pero mucho no puede hacer. Además, si los agarran a las dos o tres horas ya están afuera”, señaló Cristián, otro vecino del sector.

Por otra parte, dijo que los móviles policiales “se paran todos los días en la rotonda, a veces hasta más de uno, y andan poco por acá. Los ladrones te relojean desde la plaza y analizan todo”.

Al mismo tiempo, recordó un hecho delictivo que sufrió su hijo.

“Le robaron en la esquina de Misiones y Emilio Rosas. Lo agarraron dos pibes en motos y le sacaron todo. Cuando intenté salir a correrlos, los policías me agarraron a mí en vez de a ellos”, cerró.