Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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El crudo relato de una verdadera pesadilla en los tiempos que corren

“Cuando le fue a poner el precinto a mi amigo, reaccioné y le puse una piña”, dijo Juan Bonvetre. Redujo a uno de los sujetos que intentaron asaltar a su hermano. Este recibió cuatro disparos y su estado es delicado.
Sector de Coulin y Santa Cruz, donde el sábado a la noche se produjo el ataque contra el carnicero Oscar Omar Bonvetre.

“Está igual: re-mal. Lo operaron de vuelta en el mismo lugar; le tuvieron que hacer como un puente en la vena, porque no le pasaba sangre. Ahora estamos esperando ver cómo reacciona y rezando para que todo salga bien”.

Ese panorama brindó ayer a la tarde Juan Ignacio Bonvetre, uno de los tres hermanos de Oscar Omar (31), el carnicero que recibió cuatro balazos durante un intento de robo y al momento de la charla con un cronista de La Nueva. estaba siendo intervenido quirúrgicamente por segunda vez.

El hombre además brindó detalles de lo sucedido en su vivienda de Hugony 2480, en la que redujo a Mario Jorge Rodas (31), uno de los sospechosos del frustrado atraco y que registra antecedentes policiales.

Al referirse a su arriesgada decisión de enfrentarse a un sujeto armado, Juan Ignacio admitió que “estaba poniéndole el precinto a mi amigo (a quien identificó como 'Leo') y si lograba colocárselo a él y a mí no sé qué iba a pasar con mi sobrina)” refiriéndose a una niña de doce años de edad, hija de Oscar.

Según el entrevistado “sentimos un ruidito afuera y el muchacho (por Rodas) se mandó. Nosotros, con mi amigo, pensamos que era una j..., que se trataba de una broma. Los otros dos se deben haber quedado afuera, esperando que salga con la plata”, dijo refiriéndose a los cómplices del aprehendido.

“Nosotros no escuchamos los tiros, porque estábamos escuchando un partido”, aseguró Juan sobre el episodio sufrido por su hermano, en la intersección de Coulin y Santa Cruz.

La sorpresa inicial por la irrupción del desconocido le dio inmediato paso a una peligrosa confirmación.

“Cuando se mete a la casa, vi el arma y comprendí que no era una j... Además dijo 'tírense al piso, boca abajo'. Yo le dije 'cuidado, se te va a ir la moto, tengo plata', pero el me decía 'no, quiero la otra plata'”, explicó Juan Ignacio.

“Yo insistía -–agregó-- y le decía 'loco, tomá la plata mía'; pero el no quería mi plata”.

A esa altura, la situación alcanzó un nivel dramático en la especulación de Juan Ignacio, porque en el domicilio no estaban sólo los dos amigos.

"Le saqué el arma"

“Yo le dije que estaba mi sobrina y cuando le fue a poner el precinto a mi amigo, reaccioné y le puse una piña. Ahí empezamos a luchar un poco; y no sé cómo, pero le saqué el arma, que era grande”, recordó.

“Mi amigo estaba tirado en el piso y le dije 'Leo, ayudame, ayudame', porque (el delincuente) era grandote y no lo podía voltear, pero mi amigo lo agarró del cogote y lo tiramos al piso.".

"Ahí mi amigo me dice que me quede en la puerta, por si había otro más. Entonces escucho a mi hermano que dice 'Azul, Azul', que en ese momento estaba en su dormitorio”, añadió el informante.

De todos modos, lo peor vino después, “cuando abro la puerta encuentro a mi hermano lleno de tiros, no lo podía creer. Mientras, mi amigo tenía al chorro, al que nunca soltó. A los otros dos nunca los ví, pero dicen que todos son del barrio”, aseguró.

Juan Ignacio en todo momento hizo hincapié en que “esto no fue un ajuste de cuentas. Oscar es sano y trabajador, un laburador como la mayoría. Acá no hay nada raro. El vago quería la plata de la carnicería y por eso lo estaban esperando a mi hermano. El jueves ya lo habían asaltado (en otro local) y esta vez lo esperaban al llegar a la casa. Ya es la tercera vez que le roban”, expresó.