El décimo asalto sufrió la propietaria de una panadería

Redacción de La Nueva.

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“Nuestra vida no la pueden gobernar los delincuentes. No podemos dejar de trabajar para que ganen ellos”.

Esto aseguró una comerciante del barrio Mara, quien ayer a la mañana, poco después de abrir las puertas al público, sufrió su décimo robo a manos de un violento delincuente, el que la golpeó brutalmente y le provocó cortes en el cuero cabelludo, siendo necesario que fuera asistida en el lugar por médicos del servicio de emergencias.

El hecho se produjo poco después de las 8, en la panadería y heladería denominada Ensueños, ubicada en la esquina de las calles Sixto Laspiur y Nicolás Pérez.

“Me hice la muerta porque me di cuenta que me iba a matar”, comentó a un cronista de "La Nueva." Marcela Lupi al describir el dramático episodio vivido en su local.

Hasta allí arribó una ambulancia del 911, cuyo personal asistió a la mujer a raíz de las lesiones padecidas.

La comerciante informó que el atraco lo cometió una persona joven, que actuó con el rostro cubierto y portando un arma de fuego.

Dijo además que, pese a la violencia desplegada en el delito, el delincuente no habría actuado bajo la influencia de estupefacientes.

“Es un asesino, porque vino a robar y yo le dije: 'agarrá lo que quieras y andate'. Pero hasta que no me partió la cabeza con el arma no se fue”, reconoció Lupi.

Y agregó que en ningún momento ella opuso resistencia y que incluso le indicó al individuo el lugar donde se hallaba el dinero.

“Cuando estaba en el suelo me hice la muerta y así y todo, antes de irse, volvió y me pegó una patada en el estómago”, mencionó la mujer.

Según se supo, el asaltante escapó corriendo por calle Nicolás Pérez en sentido descendente de la numeración.

"Cambiar las leyes"

Marcela Lupi fue más allá y reclamó un cambio en las leyes para evitar que los delincuentes “salgan enseguida” de la comisaría.

“Entran y salen, y como las leyes los siguen avalando, continúan haciendo estas cosas. Piensan que tienen autoridad de matarte porque saben que al otro día salen”, manifestó la damnificada.

“La policía siempre actúa bien”, aclaró Lupi pero insistió en que “tendrían que cambiar las leyes”.

“A la mayoría (de los ladrones) los han agarrado, pero al otro día salen con todas las garantías legales. He visto que las leyes hablan de las garantías que tienen los delincuentes, no las del obrero”, sostuvo.

Por último, la mujer admitió que pese a sufrir una decena de robos en su local no piensa bajar los brazos, “tengo que seguir, porque uno tiene que mantener la fuente de trabajo y nuestra vida no la pueden gobernar los delincuentes”.