“Pura vida, cada día” cumple 300 programas al aire

Redacción de La Nueva.

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El magazine Pura vida, cada día, único programa de la televisión abierta orientado al periodismo de salud y servicios, celebrará mañana la consolidación de ese espacio que, bajo la conducción de Karina Mazzocco y Adrián Cormillot, alcanzará los 300 programas en la pantalla de la TV Pública.

“Siento que Pura vida es un programa revolucionario en términos de contenidos. Hoy en en la televisión argentina ser transgresor es no pegar debajo del cinturón, no explotar el dolor ajeno”, afirmó Mazzocco.

“No competimos con nadie. A los canales privados no les interesan los temas que hablamos nosotros ni a nosotros lo que ellos hablan”, sintetizó la conductora sobre el carácter singular del programa que se distingue de la dinámica del periodismo de entretenimiento propia de los envíos matutinos.

Pura vida se emite de lunes a viernes de 9 a 11 en la pantalla de la TV Pública y ya transita su segunda temporada en el aire. Más de 1.200 notas de salud, solidaridad y servicios -computan desde la producción- fueron divulgados en el afán de la construcción de una agenda que atienda la masividad y, al mismo tiempo, no canonice el ritmo televisivo.

El programa fue emitido por primera vez el lunes 18 de abril de 2016. Desde entonces difundió más de 200 campañas de salud y acción social, más de cien historias de superación y apoyó a más de 150 emprendimientos solidarios.

A propósito de los contenidos, Mazzocco evocó una reunión que sostuvo -años atrás- con una autoridad de un canal de aire para realizar un magazine similar a Pura vida. “Recuerdo que le hice un planteo sobre avanzar en un ciclo de temas sociales y me contestó: ‘¡Karina, me encanta la idea! Ahora decime ¿con qué hacemos rating?’. Y uno toma la decisión, si trabajás por el rating o por la calidad”.

Pura vida, cada día es un magazine federal, que aborda diariamente temas de salud, solidaridad y servicios, con un equipo de columnistas y profesionales de reconocido linaje periodístico.

La interpelación, con sentido crítico, a la actualidad informativa, está en cabeza de la periodista Ana Vainman y luego el programa funciona con columnistas fijos y estables: Analía Rivas (espectáculos) Augusto Finocciaro (tecnología) y German Berghmans (deportes).

Una vez a la semana se suman Tomas Olivieri (solidaridad) Miriam Molero (libros) Jimena Mangas (veterinaria) Juan Carlos Kusnetzoff, Patricio Gomez DiLeva (sexología) Cecilia Garau (nutrición) Cesar “Chapa” Fideleff (actividad física) Ingrid Hajnal (organización de espacios) Marou Rivero (tendencias) y Gustavo Sierra (política internacional), entre otros.

--¿Cómo se construyó la agenda periodística de Pura Vida y cómo funciona en relación a otras propuestas presentes en la mañana de la televisión?

--Siento que Pura vida es transgresor por no especular con el dolor ajeno. Es no alimentar peleas ni rencores. Nuestra ética profesional y editorial no cotiza con el rating. El compromiso de este programa es con toda personas que nos mira en cada rincón del país por la televisión pública Argentina. En ese punto, Pura Vida es una propuesta superadora que apunta a construir y no en captar público a costa de despellejar ni desplumar a nadie. No nos interesa qué pasa puertas adentro en la intimidad! A menos que esa intimidad implique violencia de género, discriminación o grooming. Nos importa que en la intimidad la gente lo pase bien, por eso hablamos para construir salud física, emocional, sexual o vincular. Trabajamos en volver visible lo invisible.

--¿Que balance hacen de estos dos años de pantalla?

--En estos 300 programas conocimos decenas de ONG’s, artistas que enorgullecen desde el anonimato, deportistas para-olímpicos que lejos de dar lástima nos inspiran, y alejan de la queja. Cientos de historias motivadoras y emocionantes. Campañas de salud y prevención que nos educaron. La idea de Pura vida es tender puentes: es un programa que construye, invita a ser mejor, solidario, emprendedor! Elegimos la integración y, sobre todo, no somos cómplices de la violencia en ninguna de sus formas.