Los 32 años de una entidad modelo con una noble y gratificante tarea
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Natalia Miguel
nmiguel@lanueva.com
El Centro Integral del Discapacitado cumple hoy sus 32 años de vida y en tan poco tiempo de trayectoria logró ubicarse en la Provincia como una entidad modelo en lo que se refiere a la atención de las personas con otras capacidades.
Fue creciendo poco a poco y en un determinado momento se encontró envuelta en una crisis que casi la llevó al cierre.
Pudo recuperarse, con el esfuerzo de una nueva comisión directiva, y el fuerte compromiso del equipo de profesionales.
Tal así que inició un camino de desarrollo que no se detiene. Al contrario, cada vez hay mayores novedades en materia de infraestructura y siempre renovadas propuestas para sus concurrentes.
Por caso, ayer, las celebraciones se realizaron en el amplio y cómodo gimnasio que fue inaugurado este año. Un espacio que cuenta con las características necesarias para el desarrollo diario de las actividades de los jóvenes y adultos.
“Por fin este año no recurrimos a otro lugar, sino que pudimos hacer el festejo por un nuevo aniversario en nuestro propio lugar”, destacó a “La Nueva.” la directora de Cindi, Laura Maulión.
Allí, más allá de un breve acto formal, se llevó a cabo una clase abierta y participativa con los concurrentes, padres y profesionales, a partir de la presencia del Grupo de Danza Inclusiva “Pulsiones”, de Bahía Blanca.
Se experimentaron técnicas de improvisación a través de la exploración del propio movimiento y de las posibilidades que se generaron de la capacidad de comunicación grupal.
En este propuesta de arte inclusivo, las diferencias fueron reconocidas como valor que enriqueció la expresión del grupo.
El objetivo fue descubrir la capacidad creativa que todos poseen a través del lenguaje de la danza.
Pulsiones es un proyecto de Extensión de la Universidad Nacional del Sur, creado por la licenciada en Terapia Ocupacional y profesora de Expresión Corporal Ruth Ortiz de Rosas, que tuvo sus inicios en Bahía Blanca en 2003. Incluye personas con y sin discapacidad en un proyecto artístico que tiene como propósito mostrar la singularidad de cada persona desde la estética de la danza.
El proyecto contempla a la compañía estable de danza, compuesta por 14 bailarines con y sin discapacidad, que oscilan entre los 21 y 81 años, además de clases abiertas a la comunidad que se brindan semanalmente en la Casa de la Cultura de la UNS, que cuentan con el apoyo de la División de Accesibilidad del municipio de Bahía Blanca.
Realizó presentaciones en escenarios bahienses y en otras ciudades como Mar del Plata, Buenos Aires, Junín, Puerto Madryn, destacando su participación en el Primer Encuentro Latinoamericano de Danza en Integración.