Otro round para Carrió

Eugenio Paillet

Elisa Carrió logró, una vez más, imponer su voluntad hacia adentro de la coalición Cambiemos y en especial del gobierno de Mauricio Macri: finalmente no habrá espacio para los funcionarios ni exfuncionarios en los beneficios del blanqueo de capitales que la Casa Rosada envió ayer al Congreso junto al paquete de leyes para beneficiar a los jubilados.

Calificadas fuentes de la Jefatura de Gabinete reconocieron ayer por la tarde en un contacto informal con periodistas acreditados que el presidente aceptó los reparos que había puesto la líder de la Coalición Cívica, que, de todos modos, no fueron excluyentes ya que también el fin de semana se había pronunciado en contra de ese beneficio otra de las patas de la coalición gobernantes, como la Unión Cívica Radical.

“No tenía sentido oponerse (a los reparos de Lilita y la UCR) porque esa una batalla que de una forma u otro la íbamos a perder”, se sinceró la calificada fuente oficial.

Voceros de aquel fuerte rechazo a que funcionarios actuales o del gobierno anterior pudieran verse beneficiados con el blanqueo de fondos depositados en cuentas del exterior o no declarados ante la AFIP habían sido Carrió, que tildó de “escándalo moral para el país” tal posibilidad, como también el presidente del bloque de diputados de la UCR, Mario Negri, quien advirtió que sobre el particular su partido estaba decidido “a no ceder” en su reclamo.

Por si faltase algo, el lunes por la noche se sumó al repudio a que el blanqueo sea generalizado el Frente Renovador de Sergio Massa, a través del expresidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.

De este modo, el gobierno dio por perdida esa batalla de antemano y en el proyecto que se envió a última hora de la tarde de ayer a la Cámara de Diputados se excluye de la posibilidad de beneficiarse con el blanqueo a funcionarios políticos y exfuncionarios, sin diferenciación de los gobiernos que hayan ocupado ni del tiempo transcurrido. Ello resultaría de ese modo porque también se habría decidido eliminar “el corte” que se había dispuesto en el texto original que eximía de la prohibición a quienes se hubiesen desempeñado hasta 2011.

No obstante, a última hora y antes del envío del proyecto de ley otras fuentes dijeron que ese párrafo estaba siendo “objeto de discusión” y que no se había resuelto a esa hora si finalmente se permitiría que se beneficien con el blanqueo aquellos funcionarios políticos que se desempeñaron hasta el 1 de enero de 2011.

Los funcionarios alcanzados por esta decisión, que los deja al margen del blanqueo, son los que provienen de la política, y no los funcionarios considerados “de carrera”. Por ende no podrán participar el presidente, el vicepresidente, el jefe de Gabinete, ministros, viceministros, secretarios de Estado, subsecretarios de Estado, directores nacionales y directores de entes reguladores nacionales y de empresas estatales.

La calificada fuente oficial aprovechó el contacto para diferenciar una vez más el proyecto de blanqueo y las modificaciones ahora introducidas con el depósito de 18 millones de pesos que el presidente Macri declaró ahora poseer en el paraíso fiscal de Bahamas. Y que el mandatario anunció el lunes que los traerá de regreso al país para invertir en “Letras del Tesoro” durante una sorpresiva visita a la Sala de Periodistas de la Casa Rosada.

“La decisión de traerlos de regreso es política, personal del presidente, y además no son fondos en negro sino que están declarados como manda la ley ante la AFIP”, dijo la fuente. Agregó que ese país caribeño “ha dejado de ser considerado un paraíso fiscal y ahora es considerado un Estado cooperante con la lucha antilavado por las autoridades mundiales que regulan la materia”. Un reconocimiento que le otorgó el propio gobierno argentino, durante la gestión de Cristina Fernández, mediante el decreto 589 de 2013.