Basamento frustrado
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En junio de 1947, los vecinos de la esquina de Alem y Paraguay se quejaron a la comuna por los bloques de granito acopiados hacía años en la esquina, mudos testimonios de un frustrado proyecto de erigir un pedestal.
La singular historia comenzó en mayo de 1943, cuando el intendente municipal, ingeniero Jorge Aguilar, decidió mudar el monumento al general José de San Martín, ubicado desde 1910 en el parque de Mayo.
El destino establecido era la esquina de Alem y Paraguay.
El proyecto consistía en construir un pedestal de bloques de granito, sobre el cual sería ubicada la estatua del Libertador.
El conjunto ocuparía una rotonda debidamente marcada. Por otra parte, la resolución establecía que “desde la fecha en que quede emplazado el monumento, la arteria cambiará su nombre actual por el de avenida General José de San Martín”.
Los primeros trabajos fueron el acopio de enormes bloques graníticos en la zona y la demarcación de la rotonda.
La ejecución del trabajo terminó meses después, cuando Aguilar fue depuesto por la revolución del 4 de junio de 1943.
El nuevo comisionado, teniente coronel Rómulo Betnaza, dispuso su suspensión, considerando que el emplazamiento “significará un grave inconveniente para el intenso tránsito de esa avenida”. Betnaza ordenó enviar los bloques al corralón municipal con la idea -jamás concretada- de decidir una nueva ubicación para la estatua.
Así se llegó a 1947, con el granito todavía apilado en el baldío de la esquina.
La estatua a San Martín, mientras tanto, continuaba en su emplazamiento original (y actual), desalentando una vez más a os varios otro de intentos por mudarla del lugar elegido por los vecinos bahienses en 1910.