Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Llega a juicio la causa que cambió la manera de construir en Bahía

Dos empresarios y una ingeniera responderán por la muerte de Mónica Haring, a quien se le cayó una madera en la cabeza desde un edificio céntrico. Con la tragedia se modificó la ordenanza respectiva.

El drama en la calle Gorriti motivó cambios para la seguridad de las obras. Fotos: Pablo Presti-La Nueva.
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Audionota: Romina Farías

Todas las tragedias duelen, pero no siempre dejan enseñanzas. La que le sucedió a los 58 años de edad a Mónica Adriana Haring sí sirvió para reformar una realidad que estaba a la vista de casi todos pero no se modificaba.

Como con muchas situaciones de nuestra vida diaria, hay cambios que se producen a costa de vidas. Y ese fue el caso que desencadenó el drama de Haring, el 6 de noviembre de 2019.

Fue cuando la mujer caminaba por Gorriti al 100 y una viga de madera cayó de un edificio en construcción. Después de permanecer 20 días en terapia intensiva, falleció en el hospital Municipal.

El debate público por esa muerte absurda derivó nada menos que en una modificación de la ordenanza que regula las obras en construcción, para reforzar los recaudos.

La normativa actualizada, que se votó un año después del lamentable incidente, estableció la obligatoriedad de colocar vallas, pantallas de protección, pantallas móviles y protecciones por pisos.

Cambio a la vista

Desde ese momento, los edificios en altura deben estar envueltos con una red, cumpliendo determinadas condiciones en cuanto a su calidad y colocación, de modo de cubrir "todas las posibles trayectorias de caídas con una resistencia adecuada a las cargas a soportar".

Esa decisión, por caso, tuvo un gran impacto positivo en el grave temporal que azotó a la ciudad el 16 de diciembre pasado. De no existir la misma, las consecuencias, seguramente, hubiesen sido peores.

Lo concreto es que la causa judicial por el homicidio culposo de Haring llega a juicio oral.

El edificio de Gorriti 165 ya está terminado.

Será el mes que viene y tendrá sentados en el banquillo de los acusados a dos empresarios, que estaban a cargo del trabajo, y a una ingeniera en Seguridad e Higiene.

Los imputados son Andrés Miguel Di Lauro, Pablo Bergese y Daiana Mónica Astrada. Afrontan cargos por homicidio culposo, delito que prevé penas de 1 a 5 años de prisión, según el artículo 84 del Código Penal.

Una semana de debate

El juicio por la muerte de Haring se iniciará el próximo lunes 8 de abril y tiene programada una duración de al menos una semana (hasta el viernes 12).

La acusación estará a cargo del fiscal Cristian Aguilar, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1, quien también llevó adelante la investigación que derivó en la imputación a las tres personas nombradas.

El juicio -por tratarse de un delito de los considerados con penas más bajas- estará a cargo de un juzgado en lo Correccional. Será el Nº 3, que tiene como titular a la jueza Susana González La Riva.

Entre los testigos propuestos seguramente figurarán al menos 3 personas que estuvieron en el lugar casi al mismo tiempo que la víctima, que no vivía en el sector sino que era del barrio San Martín.

De hecho, en el primer tramo de la investigación se aseguró que no fue una sola madera la que cayó desde las alturas de esa obra.

También se escucharán peritos que trabajaron en diversos estudios técnicos solicitados por el instructor del expediente judicial, como para determinar el posible grado de negligencia o imprudencia en la acción u omisión de los acusados.

En agosto de 2013 hubo un antecedentes similar.

Fue cuando Rubén Lindner, en ese momento de 50 años, circulaba en bicicleta por San Martín y Brandsen y una madera que se desprendió de un edificio -en ese momento en construcción- golpeó en su cabeza.

Luego de estar varios días internado, el hombre continuó su recuperación en la casa. "No recuerdo lo que me pasó, lo sé porque me lo contaron, pero no me acuerdo", había dicho.

Ese día Lindner iba a comprar golosinas y artículos escolares para su venta.

Medidas oportunas

En un informe publicado de La Nueva. tras el temporal de diciembre, algunos especialistas consideraron que la colocación de redes y otros soportes contribuyeron a mejorar la seguridad de las obras en construcción.

El ingeniero Pablo Ascolani, directivo del Colegio de Ingenieros, "todo trabajó muy bien" y que "no tuvimos denuncias de que hayan caído materiales a la calle o en casa de vecinos. Incluso, con ráfagas donde un material suelto podía haber superado cualquier obstáculo. Eso no pasó”.

"Sin dudas, las redes han ayudado muchísimo. De no haber estado hubiese habido, seguramente, una importante caída de elementos, con todo el riesgo que eso implica”, dijo el ingeniero Horacio Fioritti, especialista en Seguridad e Higiene.

El ingeniero Daniel Galak —firma Galak/Wassserman— reconoció que "gracias a las redes las consecuencias no fueron peores", más allá de que se trató de un fenómeno inusitado.

Vivir en "pausa"

Logros. La familia de Mónica está convencida de que se ha logrado mucho en la causa, pese a que todavía no llegaron al juicio oral.

Juicio. Dante Haring, su hermano, destacó que el hecho de que el expediente se haya elevado a juicio es muy importante, "cuando infinidad de casos no llegan a esta instancia".

Procesión. El hombre destacó la labor "profesional" del fiscal Aguilar y de su equipo de asesoras letradas. "Fueron 4 años donde las vidas de los integrantes de nuestra familia estuvieron en 'modo pausa', atravesadas por el dolor", dijo.

Lo mejor. Sobre el fallo, por último, se esperanzó en que se puedan probar las responsabilidades de los imputados. "Queremos un fallo que refleje la mejor justicia posible", cerró.