Feliz Solidaridad

Redacción de La Nueva.

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La que pasó fue, sin duda, la semana más dramática que le tocó vivir a la ciudad en su historia moderna. Nadie quedó exento de la tristeza que causa ver el hogar de uno, que eso es una ciudad en última instancia, arrasado. Ni qué hablar de los miles que literalmente se quedaron sin hogar y, claro, de aquellos que perdieron a sus seres más queridos. 

Todos sabemos que nada va a volver a ser como era ni en las calles ni en las almas bahienses. Fenómenos tan intensos dejan marcas con las que habrá que convivir de ahora en más.

Sin embargo, algo puede rescatarse de esta tragedia. Lo de siempre: la increíble solidaridad de los bahienses en los momentos límite. Es como si de pronto nos uniera una fuerza común, una corriente de empatía que nos atrapa y nos distingue tanto a personas como a instituciones, y que pondrá a  Bahía Blanca de pie mucho antes de lo que pueda imaginarse. 

Por eso mañana, cuando llegue la Navidad, podremos brindar por lo que creamos y también por ese enorme don bahiense de pensar en el otro cuando en verdad se necesita.