Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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El fútbol en Santa Cruz, relatado por un bahiense

Gastón Scherger, actual entrenador de Deportivo Las Heras, cuenta la experiencia de dirigir en una liga totalmente diferente a las de Bahía y la zona.
El fútbol en Santa Cruz, relatado por un bahiense. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca

Por Kevin Di Donato / Especial para La Nueva.

   El bahiense Gastón Scherger tiene una vasta trayectoria en el fútbol de nuestra localidad, con más de 20 años dedicados a este deporte.

   En nuestra localidad dirigió las categorías infantiles de Pacífico, La Armonía, Avellaneda, Tiro Federal, Bella Vista y Liniers. A partir de 2007 y hasta el 2011, trabajó como scouting de jugadores para diversos clubes de primera división. La primera oportunidad en el fútbol mayor, llegó en 2012, donde se hizo cargo tanto del elenco mayor, como así también de las inferiores, de San Martín de Saavedra.

   Al finalizar, regresó a las inferiores de Liniers, donde logró salir campeón, y de esta manera, al año siguiente, le llegó la particular oportunidad de dirigir Nocheros de Las Heras (Santa Cruz), club en el que consiguió el título a falta de tres fechas para el final del torneo, clasificando al Torneo Federal C.

   Distintas diferencias deportivas impidieron que Gastón logre llegar a un acuerdo con este último equipo, por lo que la siguiente temporada firmó para El Zonda de Las Heras, para más tarde derivar en el Deportivo Las Heras, uno de los equipos más importantes de la Liga Norte de Santa Cruz.

   Pero... ¿Qué es lo que lleva a un entrenador de inferiores de Liga del Sur a dirigir en una ciudad ubicada a más de mil trescientos kilómetros de distancia?

   "Los motivos fueron económicos. En Bahía se pagaba poco y yo vivo del fútbol. La propuesta era muy buena", recuerda.

   La adaptación fue difícil, sobre todo por el ritmo y el entrenamiento, mucho menos exigente en aquella lejana competencia. "Algunos estadios están inhabilitados por falta de vestuarios, por lo que muchos equipos deben hacer de local en otra cancha", remarca. Ninguna cuenta con césped natural; unas aún siguen siendo de tierra, mientras que otras han incorporado el sintético para lograr un fútbol más fluído.

   Si bien hay entrenamiento todos los días, se debe lidiar con las ausencias de jugadores debido a temas estrictamente laborales, por lo que el estado físico es inferior al de los equipos de Bahía Blanca.

   Pese a esto, la forma de jugar no dista demasiado de la liga de nuestra zona. La organización, por su parte, sí. La cantidad de partidos es ínfima, y es nula la incentivación de los torneos. 

   No existen los playoffs. Ni siquiera el segundo tiene posibilidad alguna en esta competición, donde el margen de error es muy bajo, y la más mínima falla, puede dejar a un equipo sin chances de pelear en la vanguardia.

   En esta liga, "se juegan tan sólo 15 partidos al año, y, como si esto fuera poco, las condiciones climáticas derivan en un parate de aproximadamente dos meses". Una cifra muy baja, teniendo como referencia la Liga del Sur, donde un equipo que tan sólo haya disputado la fase regular de un semestre, suma la misma cantidad de cotejos que todos los elencos del torneo de Santa Cruz.

   "Hay muchos expulsados. El arbitraje es muy riguroso acá", sostiene el bahiense, quien además agrega que "el fútbol se estancó mucho por el tema económico, las instituciones reciben muy poco apoyo, cambiaron las comisiones de los clubes y de liga, y no ha mejorado".

   Actualmente, su equipo se encuentra compartiendo el primer puesto de la tabla de posiciones, y, según declara, "la idea nuestra es clasificar al federal C y después tener la chance del federal B. Esa es nuestra meta más ambiciosa".

   Aunque si hay una oferta concreta desde Bahía Blanca, aclara que la analizará.

   Mientras tanto, la pelota sigue su rumbo y Gastón, a más de mil trescientos kilómetros de distancia, sigue soñando en grande, apasionado por una profesión que ha llevado consigo durante más de la mitad de su vida, cambiando de residencia, de clubes, pero siempre con la caprichosa de por medio, y con un sólo objetivo concreto: Ganar.