Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

El Bullying, cada vez más presente en Bahía Blanca

El 20% de los adolescentes de entre 12 y 18 años padece del fenómeno denominado bullying, nombre que se le adjudicó al mal trato entre iguales dentro del ámbito escolar. El dato surgió de un trabajo que hicieron 14 especialistas de nuestra ciudad con el título "Bullying, agresores, víctimas y testigos del maltrato entre iguales" y que mereció, entre 300 presentaciones, el primer premio del IV Congreso Argentino de Pediatría General Ambulatoria que organizó la Sociedad Argentina de Pediatría en Buenos Aires.

 El 20% de los adolescentes de entre 12 y 18 años padece del fenómeno denominado bullying, nombre que se le adjudicó al mal trato entre iguales dentro del ámbito escolar.


 El dato surgió de un trabajo que hicieron 14 especialistas de nuestra ciudad con el título "Bullying, agresores, víctimas y testigos del maltrato entre iguales" y que mereció, entre 300 presentaciones, el primer premio del IV Congreso Argentino de Pediatría General Ambulatoria que organizó la Sociedad Argentina de Pediatría en Buenos Aires.


 El trabajo involucró a 616 adolescentes de escuelas bahienses, de Puan y Benito Juárez.


 De ese 20% el 9,2 es víctima; el 8,8 agresor y un 2% se confesó como parte de los dos grupos.


 El estudio también reveló que el grupo agresor más importante es el de los varones de entre 14 y 15 años y que las más agredidas son las chicas de entre 12 y 13 años.


 El bullying abarca la violencia en todas sus manifestaciones. Hay que tener en cuenta que es un fenómeno complejo, configurado por múltiples variables y que se encuentra en todos los niveles sociales y en todas las categorías socioculturales.


 El fenómeno comenzó a producirse desde el momento en el que el ámbito escolar fue invadido, es decir, desde que los chicos, padres, docentes y personal de los establecimientos llevaron sus vivencias externas al sistema educativo.


 "La violencia entró a la escuela, que a la vez pasó a ser un sitio en el que se prolongan las falencias que los chicos viven afuera", dice la pediatra María Cristina Liberti, integrante del equipo que llevó adelante el trabajo.


 Pero no es el único dato que se desprende del estudio que Liberti califica como de diagnóstico: en él también se puede observar que entre múltiples respuestas sobre las formas de maltrato, los involucrados dijeron que la preferida de los agresores es el insulto o poner apodos, con el 68%; pero también el 49% dijo que existen ridiculizaciones o risas hacia la víctima y el 44% escogió "el hablar mal de alguien".


 Las consecuencias que puede producir el bullying son variadas, pero uno de los aspectos que resaltó Liberti es que provocan la baja de la autoestima en la víctima, la cual incluso empieza a encontrar que hay razones para que lo agredan.


 Entre esas razones se encuentran: "porque soy diferente" o "porque soy más débil". Y el agresor también busca excusas para su actitud: el 52% dijo que lo hacía porque lo provocaban.

Testigos ciegos




 La doctora Liberti puso el acento en la falta de compromiso de los testigos de este accionar.


 "Del trabajo surgió que el 86,7% de los involucrados decía que los ataques son sistemáticos, pero sólo el 27,6% de los testigos lo reconocieron de esa manera. Eso quiere decir que lo minimizan, como pasa con algunos adultos que dicen `no es para tanto`".


 Incluso otro de los números que arrojó la investigación es que el 56% de los testigos tiene una conducta indiferente. Unos (29%) dicen "no es mi problema" y otros (27%) argumentan "nadie interviene", como si no fueran ellos los que tienen que tomar cartas en el asunto.


 Liberti agregó que estas conductas por lo general se dan en el ámbito escolar y hasta en el aula, pero a escondidas de la mirada de los adultos.

Mantener la esperanza




 Si bien el trabajo fue de diagnóstico, Liberti hizo algunas lecturas que van más allá, después de algunas conclusiones.


 "Este acoso escolar sistemático puede crear problemas de sociabilización en la edad adulta y debe ser tratado a edades tempranas, desde el jardín de infantes y desde la familia en cuanto el chico nace. La relación que el niño vea entre los padres es fundamental. Debe existir un buen trato entre los adultos de la casa".


 A pesar del duro diagnóstico al que llegó el estudio, Liberti mantiene la esperanza de que se pueda cambiar esta realidad y para ello citó al médico uruguayo Marcelo Viñar, especialista en menores marginales: "Se puede hacer diagnóstico, pero no pronóstico. Mantengamos la esperanza".

¿Qué es?




 El hostigamiento o bullying se define como un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de un/os hacia otro que se convierte en víctima.


 Para ello deben darse las siguientes condiciones:


 * Las agresiones se producen sobre la misma persona (víctima) de forma reiterada y durante un tiempo prolongado.


 * El agresor establece una relación de dominio-sumisión sobre la víctima. Hay una clara desigualdad de poder entre el agresor y la víctima.


 * La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de forma sostenida, ya que crea la expectativa en la víctima de poder ser blanco de futuros ataques.


 No todos los comportamientos agresivos o los conflictos que surgen en un grupo pueden considerarse hostigamiento o maltrato. Los problemas de convivencia, si son solucionados adecuadamente contribuyen al desarrollo de habilidades para la socialización.


 Hay dos tipos de hostigamiento:


 * Físico: golpear, patear, empujar, romper pertenencias, robar u obligar a alguien a hacer lo que no desea.


 * Social: "hacer el vacío", "ningunear", aislar a la víctima, ignorarla deliberadamente o difundir rumores sobre ella.

¿Ciberbullying?




 La doctora Liberti agregó que ahora también apareció lo que se ha dado en llamar el ciberbullying.


 "Es la manera que tienen los agresores de seguir con el hostigamiento más allá de la escuela. Ya no agreden en el aula, si no también fuera de ella", explicó.

El equipo




 El trabajo "Bullying, agresores, víctimas y testigos del maltrato entre iguales" fue realizado por las pediatras María Cristina Liberti, Adelfa Cohen Guinsburg, Martha Dolcini, Aída Luz Ipiña y Silvia Santamaría; las psicólogas Graciela Wajner, Mariela Asnes y Elizabet Crego; el trabajador social Pedro Bécares; las psicopedagogas Nora Dinoto y Diana Vergara; el asistente en educación deportiva, Aldo Ferrara y las especialistas en bioestadística Gabriela Serralunga y Loreto Yañez.