Un viaje inolvidable a Europa, buscando encontrar los orígenes de Pigüé
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Agencia Pigüé / laregion@lanueva.com
Más de dos años después de iniciar un ambicioso proyecto, se pudo concretar a mediados de este año el viaje a Francia de la embajada cultural pigüense más numerosa hasta ahora, a la región del Aveyron, de donde provinieron las primeras colonias francesas que fundaron esta ciudad.
Allí, bajo la dirección del maestro Pablo Muñoz Barra, presentaron la Cantata Escénica Francisco Issaly, una obra basada en las crónicas de uno de los fundadores de Pigüé y en la Cantata Centenario del maestro Pedro Combes, además de la Misa Criolla.
De esta experiencia única participaron 73 personas que viajaron especialmente a la región del Aveyron. La iniciativa fue promovida por la Asociación Coral Francisco Issaly, según lo remarca Yamil Sevenants Sánchez.
“Era un proyecto grande, ambicioso, complejo y no fácil de organizar. El coro siempre ha tenido entre 20 y 25 integrantes, y después de varias evaluaciones se decidió que como formación polifónica lo más adecuado era interpretar la Misa Criolla con músicos en vivo", dijo
“El otro gran proyecto que fue armar una obra que contara, sobre la base de los manuscritos de Francisco Issaly, cómo fue el proceso fundacional de Pigüé, a través de la danza, la música, con canciones, textos y demás”, explicó.
Para ello se llevó a cabo un casting en el que se seleccionaron artistas, bailarines y músicos.
En esto se contó con la participación en el diseño de danza y coreográfico de Laura Burrgui del Instituto Coreográfico Pigüé; mientras que la parte de dramaturgia estuvo a cargo de Florencia Gennari. El asesoramiento sobre el vestuario estuvo a cargo del Teatro Municipal de Bahía Blanca.
La cantata escénica tuvo más de 20 personas sobre el escenario. Además, la comitiva estuvo integrada por algunos acompañantes y maquilladores.
“Esta obra es un hito histórico, no sólo en lo que refiere a nuestro coro sino también a Pigüé. El viaje fue de lo más importante de los últimos 30 años; y la obra llega al alma, gracias a que la composición musical estuvo en manos de un maestro como Gustavo “Popi” Spatocco”, destacó Sevenants Sánchez.
“Lo nuestro fue una iniciativa totalmente amateur; pero contratar a Spatocco fue un esfuerzo importante y el resultado es una bellísima obra”, añadió.
Desde lo artístico, para una obra interpretada totalmente en castellano, no duda en señalar que la actuación más destacada la que aconteció en la iglesia abacial de Sainte-Foy de Conques, situada en la comuna francesa del mismo nombre, en el departamento del Aveyron, clasificada como Patrimonio de la Humanidad y que forma parte de los Caminos de Compostela del país galo.
“Estuvimos una semana en Aveyron con la obra sobre Francisco Issaly y la Misa Criolla, dos veces en forma simultánea. La Misa también la pudimos presentar en la iglesia de Conques, en la capilla del colegio San José de Rodez y en Saint Côme acompañados en una parte por el Ensamble Polifónico Español, un coro de la región del Aveyron”, amplió.
Quienes viajaron eran descendientes de los fundadores de Pigüé, y pudieron en algunos casos mantener contactos con parientes, o conocer viviendas donde vivieron sus ancestros antes de emprender el viaje a nuestro país.
“Fueron momentos muy emotivos para las familias Tarayre, Frayssinet y Bories, gente que formó parte del grupo. Gracias a los amigos de Rouergue-Pigüé pudimos armar todos estos encuentros familiares, algo que para todos fue un antes y un después”, confió Sevenants Sánchez.