Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Mimos y miradas antes de enfrentar una nueva batalla

David celebra hoy su día. Pero pasado mañana partirá a los Estados Unidos para ser operado otra vez del corazón. Mirá el video.
Complicidad. David y su mamá festejan la alegría de vivir y la oportunidad de viajar a la ciudad estadunidense de Boston para mejorar su calidad de vida.

Anahí González

agonzalez@lanueva.com

Para muchos quizás sea un Día del Niño más, pero no para David Kohl, el pequeño más mimado de Pedro Luro, quien está a punto de dar un paso clave en su tratamiento para combatir una cardiopatía congénita.

Mañana partirá hacia Buenos Aires, y desde allí hacia Boston, con sus padres y hermanas, para someterse el miércoles 31 a la sexta operación a corazón abierto.

"Estamos muy ansiosos. Sabemos que David tiene que pasar por esta cirugía y que le queda un largo camino por delante", confió su mamá, Inés Sosa a La Nueva.

"Nos causa angustia pensar en el momento de dejarlo en quirófano, pero confiamos en que todo va a salir más que bien”, dijo.

El pequeño de Pedro Luro, que nació con una cardiopatía congénita, fue operado por última vez que en septiembre último, en EE.UU. Desde entonces, su evolución ha sido la esperada lo que le permitió seguir adelante con el plan trazado por los especialistas.

"Sé que David tiene mucha fuerza, ama la vida y Dios lo acompaña segundo a segundo”, expresó.

En Argentina, los médicos le habían dicho a sus padres que él no era candidato a pasar a la siguiente etapa. Ellos, desesperados, buscaron asesoramiento fuera del país y la respuesta no tardó en llegar: el Children's Boston Hospital. Había una esperanza.

Sin embargo, no podían afrontar el costo de la operación, de 150 mil dólares. La solidaridad de la gente hizo la diferencia.

Ahora, el pequeño, debe dar otra batalla. No está solo. Sus padres, Jairo Kohl y María Inés Sosa, lo acompañan desde el primer momento. Sus hermanas Milena y Luana son esenciales. Las plegarias de tanta gente que lo quiere y alienta a seguir luchando le darán fuerzas par enfrentar otro desafío.

Hace algunas semanas se largó a gatear, así que está feliz de poder recorrer la casa y abrir todo lo que esté a su alcance. "En cuánto puede se nos escapa al patio”, contó la mamá con alegría.

“A pesar de todo lo que pasó él es un nene feliz. Disfruta mucho de jugar con sus hermanas, aunque con Lu, la más chiquita, pelea bastante. Ella no le perdona una y lo trata de igual a igual”, contó.

Los dos adoran ver los dibujitos de Peppa Pig, pero lo que más les gusta es disfrutar del patio, de los días lindos y de los autos.

"Con 'dejarlo manejar' lo podemos convencer de cosas que no le gusta hacer, como por ejemplo, comer”, comentó Inés.

David, había empezado el jardín, pero una vez que la familia confirmó la fecha de la cirugía dejó de asistir para evitar cualquier riesgo de enfermarse o de perder peso. Desde hace unos meses, una maestra domiciliaria lo visita dos veces por semana.

En septiembre del año pasado María Inés Sosa viajó con David a Boston sin su esposo Jairo, quien se quedó en Pedro Luro al cuidado de sus otras hijas, hoy de dos y cinco años. Fue una dura prueba.

En esta oportunidad, podrán viajar los cinco, ya que Red Solidaria les donó pasajes de ida y vuelta para dos adultos y un menor.

“El año pasado David y yo extrañamos mucho a las nenas. En el hospital te dan permiso para que entren los hermanos aún en la terapia intensiva, porque lo ven como un estímulo para que se recupere más rápido”, contó María Inés.

“Siempre que salimos a la calle la gente nos pregunta como está David, nos dicen qué bueno que la obra social respondió y que puedan viajar todos. Mucha gente vio lo que sufrieron las nenas y Jairo cuando estábamos en Boston, los nervios y la angustia que pasaron”, contó.