Recolectores denuncian que se recuperan menos desechos por falta de máquinas

Redacción de La Nueva.

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Por Mauro Decker Díaz / mdeckerdiaz@lanueva.com y Belén Uriarte / buriarte@lanueva.com

  Un grupo de recolectores informales que trabaja en el relleno sanitario ubicado en el camino viejo a Punta Alta denunció falta de máquinas y, como consecuencia, una disminución en la cantidad de material reciclado.

   Ellos, que son los únicos que recuperan los desechos de los bahienses que llegan al relleno, apuntan contra la empresa EVA S.A., concesionaria del servicio desde 2008 y cuyo contrato finaliza en noviembre.

   "Creo que el problema es que se está yendo la empresa y nos deja tirados. La Municipalidad dice que por el cambio político tenemos que esperar pero nosotros no podemos aguantar porque no tenemos un sueldo fijo", dijo Julio Coronel, un recolector de 44 años que tiene 6 hijos.

   Coronel contó que "están trabajando con una retroexcavadora y con esa máquina no se puede trabajar; es para hacer un pozo, no para desparramar y compactar la basura. Falta la máquina para compactar, para topar, para limpiar las calles y arreglar todo el frente de descargas de camiones".

   También indicó que esta empresa no les da ningún tipo de explicación por la ausencia de máquinas. Para él se debe a la "falta de mecánicos, de dinero, o a que ya se van y no les importa que les hagan una multa porque ya está todo pago".

   Al ser consultada por lanueva.com, la sede local de la empresa EVA S.A. se desligó de responder argumentando que la responsabilidad de hablar es del Municipio. En tanto, la sede principal ubicada en la localidad bonaerense de Quilmes todavía no contestó las consultas.

   Los recolectores informales explicaron que antes los camiones ingresaban al relleno, tiraban la basura, una máquina la dispersaba y aplanaba y ellos recogían el material reciclable. El resto, se tapaba con tierra y el terreno quedaba aplanado.

   "Ahora es más un basural: queda todo descubierto y nosotros recogemos lo que podemos de la montaña. Hay mucha plata tirada, enterrada, que es nuestra", señaló Coronel.

   Los recolectores también denunciaron que el Municipio no le hace multas a la empresa por los montones de basura sin tapar, que ingresan un montón de contenedores con escombros y que no funcionan correctamente las chimeneas que permiten evacuar el gas que generan los residuos. "No hay cañerías de gases y eso es un peligro porque el relleno ya se prendió fuego", indicó Coronel.

   Sin embargo, la titular de Gestión Ambiental, Adriana Chanampa, aseguró que desde que asumió la actual gestión en diciembre de 2015 hay tres inspectores municipales en el relleno que realizan controles diarios.

   "Se verifica que esté el equipamiento. Si falta, se pide que se reponga. Los controles los hacemos día a día y estamos regulando una situación que venía sin control", explicó Chanampa.

   La secretaria de Gestión Ambiental también contó que en los últimos días se analizaron las chimeneas y los resultados indicaron que no hay migración de gases. También aseguró que diariamente hay un inspector controlando la balanza que pesa las cargas de los camiones y que se verificaron las piletas de colección de lixiviado (líquido que generan los residuos) para evaluar su cantidad con el objetivo de tratarlo y utilizarlo para riego.

   Finalmente, indicó que el miércoles se reunirá con los recuperadores informales "para aunar los criterios y trabajar en función de sus necesidades".

   Será la segunda reunión entre las partes. La primera tuvo lugar a fines de 2015.

   "La secretaria nos dijo que va a traer a la trabajadora social que estaba antes (Virginia Fiorentini). En la Municipalidad nos atendieron bien. 'Cuando quieran tienen las puertas abiertas', nos dijeron; así da gusto. Los otros (de la gestión anterior) se escondían, siempre tenían reunión", contó Carlos Prieto, compañero de Coronel, sobre aquel primer acercamiento.

El poder de la basura

   En el relleno trabajan 40 recolectores en dos turnos, aunque actualmente hay menos por la falta de máquinas. 

   "Ahora sacamos $ 4.000 por mes. Si las máquinas funcionaran, estaríamos ganando $ 12 mil y es buen dinero para nosotros", aseguró Coronel y agregó que "no es fácil estar entre la basura, separar y vender. Cuando hace 38º o 40º en Bahía, allá arriba hace 50º porque fermenta la basura. Tenés que llevar sombrilla, agua, conservadora, de todo, ni que estuviéramos en la playa".

   Además de la reparación de las máquinas, piden un subsidio porque hay días de lluvia que no pueden trabajar y un seguro por si tienen un accidente.

Relleno: qué es y cómo funciona

   "Un relleno sanitario es una obra de ingeniería destinada a la disposición final de los residuos sólidos domésticos, los cuales se sitúan en el suelo. La obra consiste en preparar un terreno, colocar los residuos, extenderlos en capas delgadas, compactarlos para reducir su volumen y cubrirlos al final de cada día de trabajo con una capa de tierra de espesor adecuado", explica el ingeniero civil Mauro Beier en su tesis final de 2008.

   Beier se recibió ese año en la Universidad Nacional del Sur con un trabajo sobre el relleno sanitario de Bahía. En ese momento lo manejaba Furfuro SA.

   "En 2008 el terreno se impermeabilizaba y después se tapaban los residuos con suelo. Una máquina rompía las bolsas para facilitar la degradación (topadora). Cuando no se podía agregar más residuos, se volvía a cubrir con suelo. Ahora quedó reducido el espacio y la altura del relleno es mayor", comparó Beier en diálogo con lanueva.com.

Imagen: tesis de Beier

   El ingeniero bahiense de 33 años también opinó sobre las piletas y las chimeneas:

   -Los lixiviados a nivel mundial se recirculan, se bombean de nuevo a la basura y favorece la biodegradación. Hay que tratar ese líquido porque es bastante contaminante y no deberían llegar a la napa ni al mar.

   -El gas se puede reutilizar, pero creo que no se hace por costos. Si las chimeneas no funcionan, de alguna forma hay que extraer esos gases. El gas, de todas maneras, busca su espacio entre la basura y la tierra y va saliendo, pero las chimeneas facilitan su circulación.

El circuito de la basura

   Los camiones de Sapem Ambiental recogen la basura en los domicilios y transportan las bolsas de residuos hasta el relleno sanitario. En la entrada, un inspector controla el pesaje de las cargas ya que el Municipio paga a la empresa concesionaria en función de ello.

   Posteriormente, los camiones depositan la basura en la parte superior del relleno y los recicladores recolectan lo que está mano. Una máquina desparrama la basura en dos etapas, los recuperadores vuelven a sacar lo que puede ser reutilizado y lo que no sirve se compacta para ser enterrado. *

   Los recolectores venden el material reutilizable a empresas bahienses que se encargan de reciclar o revender. Años atrás lo enviaban a Buenos Aires, pero ya no lo hacen por los costos del transporte.

   *El proceso de desparramar la basura no se hace actualmente por ausencia de máquinas, según denuncian los trabajadores.

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