La demolición de un molino causa preocupación en los vecinos
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Un vecino de las instalaciones semiderruidas de lo que fuera el histórico molino harinero La Sirena, en la esquina de calles General Paz y Dorrego, hizo llegar una nota a este diario manifestando su preocupación por las vibraciones que genera en las viviendas aledañas la demolición que se vienen llevando adelante en los dos últimos meses.
La intervención –considerada una de las más importantes en su tipo realizadas en la ciudad en las últimas décadas- derivó en que los responsables de los trabajos establecieran una metodología casi artesanal, cortando los gruesos muros por paños y buscando que su caída genere el menor impacto posible.
A pesar de eso, el vecino Luis Basaric indicó que, si bien, efectivamente, se cortan pedazos de la pared para luego, desde el suelo y por medio de una linga de acero y una máquina, se hacen caer desde una altura de hasta diez metros, "produciendo un gran estruendo y vibraciones" que han afectado las viviendas linderas.
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