Cómo se conformó el actual cuerpo legislativo
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Las elecciones del año 2015 no solo definieron que el nuevo intendente sea Héctor Gay sino que también sirvieron para renovar 12 bancas que mantendrán su mandato en el cuerpo legislativo hasta el 2019.
En aquella oportunidad Cambiemos obtuvo un 43,52% de los votos, lo que permitió el ingreso de 6 concejales: María Laura Biondini, Soledad Pisani, Constanza Rivas Godio, Tomás Marisco, Leandro Santomassimo y Fernando Compagnoni.
Marisco y Biondini asumieron de inmediato como funcionarios municipales (secretario privado del intendente y secretaria de Gobierno, respectivamente) y en sus lugares ingresaron Soledad Martínez y Marcos Streitenberger.
A principios de 2017, Biondini volvió al legislativo y Rivas Godio asumió en la comuna como secretaria de Gestión y Coordinación Gubernamental.
El Frente Para la Victoria, encabezado en aquel momento por Marcelo Feliú, obtuvo el 35,43% de los votos y se quedó con 5 bancas que ocuparon Paola Ariente, Ezequiel Gimeno, Maximiliano Nuñez Fariña, Betiana Gerardi y Pablo Rosenfelt.
El lugar que falta para completar aquellos 12 quedó en manos de Roberto Ércoli, candidato de la Alianza por una Nueva Argentina de Sergio Massa, que en Bahía obtuvo el 9,4% de los sufragios.
Dos años antes, en las legislativas 2013, el Frente Renovador de Massa había ganado con el 20,03% y consiguió 3 concejales: Julián Lemos, Vanina González y Lisandro Ganuza. Este último dejó su banca tras ser designado por Gay al frente de la Zona Franca, en 2016, y en su reemplazo asumió Matías Lera, pero para Cambiemos.
Integración Ciudadana obtuvo el 19,4% de los votos y asumieron Raúl Woscoff, Carlos Paoletti y Marisa Pignatelli. Woscoff y Paoletti cambiaron sus lugares en 2015 con Mercedes Insausti y Miriam Iantosca por un acuerdo interno, mientras que el lugar de Pignatelli quedó en manos de Juan Manuel Martínez Eizaguirre.
El Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo se llevó el 17,88% de los votos y consiguió el ingreso de Martín Salaberry y Nicolás Vitalini, mientras que el Frente Para la Victoria se quedó con el 14,82% de los sufragios para permitir el ingreso de Matías Italiano y Ricardo Pera.
En tanto, el Frente Social de la Provincia, colectora del Frente Para la Victoria, obtuvo el 10,18% de los votos y consiguió los dos lugares restantes para Gustavo Mandará y Sergio Massarella.
9.000 adolescentes
Hay unos 9.000 chicos bahienses de entre 15 y 17 años habilitados para votar aunque no estarán obligados a hacerlo. Así lo establece la Ley del Voto Joven impulsada por la expresidenta Cristina Fernández, sancionada en 2012.
Aquella iniciativa generó fuertes contrapuntos entre quienes opinaban que esos adolescentes estaban preparados para votar y otros sectores que consideraban que aún no debían hacerlo.
Lo cierto es que el debut de los menores de 18 años en las urnas se produjo en las PASO de 2013 y hubo una concurrencia cercana al 54% del padrón nacional. En 2015 la cantidad fue similar.
El único requisito para asistir a las urnas es tener cumplidos los 16 años antes de hoy y figurar en el padrón.
En 2015, la cantidad de chicos habilitados llegó a los 10.000 mientras que en la provincia de Buenos Aires la cifra fue de 306.000 adolescentes, es decir, un 2,58% del padrón electoral.
Los responsables de la ONG Conciencia lanzaron la campaña “Guardianes del voto” en la que ofrecen consejos y sugerencias para quienes asistan a sufragar.
La campaña está dirigida a los votantes, a fiscales y a los presidentes de mesa con el fin de evitar el fraude o irregularidades y promover la transparencia.
A los votantes se les recomienda llevar la boleta desde su casa o retirarla en el local partidario en el que se encuentre su candidato.
Asimismo, que ante cualquier problema en el cuarto oscuro se dirijan al presidente de mesa, que es la máxima autoridad.
Si faltan boletas en el cuarto oscuro se debe pedir que las repongan sin mencionar de qué partido es el faltante.
A los presidentes de mesa se les recuerda que son la máxima autoridad y que toman las decisiones, que deben recibir la urna cerrada del correo, que solo pueden permitir votar a quienes estén inscriptos en el padrón de su mesa y que en el recuento de votos son los únicos que pueden manipular sobres y boleta.
En cuanto a los fiscales, Conciencia aclara que deben controlar y verificar la votación, corroborar si el presidente de mesa recibe la urna del empleado de correo, se deben encargar de que haya boletas de su partido durante toda la votación y, al final del acto eleccionario, deben solicitar el certificado de escrutinio.