“Parece que los jueces son los únicos invisibles”

Redacción de La Nueva.

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El escandaloso fallo del Tribunal de Casación provincial, que redujo la pena al violador de un niño de 6 años, al considerar que el menor ya había sido abusado anteriormente y que, en consecuencia, su perjuicio no fue “gravemente ultrajante”, sacudió a la sociedad y motivó una catarata de pedidos de juicio político para los doctores Benjamín Sal Llargués y Horacio Piombo, quienes afrontan un proceso similar desde 2011.

Entre distintos legisladores denunciantes, figura el dirigente local Dámaso Larraburu, quien formalizó el pedido de remoción y el miércoles deberá ratificarlo ante el Senado bonaerense.

El precandidato a intendente del Frente Renovador destacó la “reacción” que provocó el fallo, cuestionó a los magistrados garantistas al extremo y se mostró convencido de que Sal Llargués y Piombo “serán destituidos”.

En diálogo con La Nueva., relató los motivos que lo llevaron a la presentación.

“Lo hice como ciudadano, porque me habilita la Constitución y me pareció que lo de Piombo y Sal Llargués marcó un punto de inflexión, de tolerancia ética, moral y porque no son jueces comunes”.

“También pensé en Bahía, porque se trata del máximo tribunal que revisa las causas penales locales”, amplió.

Junto a otros dirigentes, Larraburu recopila fallos que también pudieron modificarse de manera polémica.

“No está mal bajar una condena; lo que sí es contrario a Derecho es tener un criterio como el que demostraron. No confronto la cuestión técnico-jurídica pero sí la falta de idoneidad”, explicó.

Sostuvo Larraburu que en un periodo de crisis política y social como el que transcurre, la mayoría de las instituciones son visibles. “Un concejal es visible, un intendente es visible, un ministro es visible, un empresario es visible, un periodista es visible; parece que los jueces son los únicos invisibles en la Argentina, que tuvieran una prerrogativa especial”.

Consultado si cree que en nuestra ciudad hay jueces con la misma impronta, Larraburu respondió: “creo que, no de casualidad, Sal Llargués daba cursos, era profesor de la UNS y muchos de los alumnos de Derecho deben ser magistrados, aunque no quiero generalizar, porque hay buenos jueces, que se pueden ver frustrados por esta interpretación del Derecho, vinculada con la teoría zaffaroniana. Además, Casación forma criterio”.

“Los jueces aprendieron en la facultad que la ley tiene una interpretación amplia y también restrictiva y que cuando dice “podrá”, no quiere decir que siempre deben quedar libres. En mi época de empleado judicial, el que robaba con armas iba preso, y ahora, en 20 días queda libre”, insistió.

En contrapartida, valoró la reacción de la sociedad. “Se puso un paso adelante y eso es importante, como que todos los partidos políticos reaccionaron de manera contundente, que no se cayó en un falso debate sobre garantismo o no garantismo y que dirigentes como León Arslanian, que no se puede tildar como no garantista, haya reaccionado, así como la Corte y las universidades”.

Por último, dijo estar persuadido de que prosperará el jury para Sal Llargués y Piombo y que de esa manera “se sentirán bien a los jueces que trabajan con corrección. Los va a aliviar”.