Se respeta la velocidad máxima, pero donde hay radares

Redacción de La Nueva.

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Sergio Prieta / sprieta@lanueva.com

Las velocidades máximas se respetan, pero solo en las calles donde se sabe que puede haber controles mediante el uso de radares. En otras donde no se anunciaron operativos, incluso en las que hay una mayor cantidad de accidentes, el tránsito continúa como siempre.

Durante la tarde de ayer, "La Nueva." recorrió La Carrindanga y avenida Cabrera donde, efectivamente, tal como informaron desde el municipio, se pudo comprobar que quienes superan los límites de velocidad de 40 y 60 kilómetros por hora, respectivamente, son apenas unos pocos.

Al mismo tiempo se realizó un recorrido por Urquiza, desde el Parque de Mayo hasta Sarmiento, y en avenida Alem, desde Córdoba hasta Florida. En ambos tramos, la cantidad de accidentes registrados en los dos últimos años es superior a la de los trayectos donde se controla con radares, y el tránsito es igual al de siempre.

En Cabrera, el respeto a los 60 km/h es general entre el tramo de Fortaleza Protectora y el acceso a la Universidad del Sur. En ese sector e incluso un poco más allá, solo algunos conductores se atreven a sobrepasar los límites.

Casi lo mismo ocurre en La Carrindanga, donde transitar a 40 km/h en una vía que se encuentra en perfectas condiciones puede parecer insufrible. Si bien varios automovilistas emprenden el sobrepaso a pesar de estar prohibido, se suelen formar pequeñas caravanas de vehículos circulando a la máxima permitida.

Diferente es lo que ocurre en el tramo de Alem entre Córdoba y Florida, donde en los dos últimos años hubo 20 accidentes, contra apenas 3 de La Carrindanga. Allí los excesos son moneda corriente, sobre todo en los horarios donde hay un menor flujo de tránsito.

En tanto, en el tramo de Urquiza desde el parque hasta Sarmiento se registraron en los dos últimos años 19 accidentes, 6 más de los que ocurrieron en Cabrera en el mismo lapso. Allí los excesos son visibles y los cometen tanto automovilistas como motociclistas.

El panorama se agrava los fines de semana. Cada domingo en el sector del Paseo de las Esculturas se puede observar a jóvenes motociclistas haciendo willy sobre Fuerte Argentino o circulando sin casco y haciendo zig zag entre las filas de autos.

Ningún funcionario puede desconocer el problema, ya que varias cámaras del SiPreVi son testigo de esas peligrosas acciones, aunque rara vez aparece un móvil de la Guardia Urbana. Allí no estaría previsto colocar radares.