Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Está prófugo el hombre que abusó de una niña y temen que prescriba la pena

Alejandra, madre de la víctima, espera que la justicia logre detener a Walter Matus, condenado a mediados de 2008 a 12 años de cárcel por el caso. El imputado escapó el día en que los jueces dieron a conocer la sentencia.

La madre de la chica y de fondo las fotografías de prófugos, entre ellos Matus, publicadas en un informe de “La Nueva.”.

“Una cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia” (Jean de la Bruyere, escritor francés).

Así lo siente Alejandra, aunque se esperanza en alcanzar esa justicia durante los 3 años que restan para que prescriba la pena que un tribunal bahiense le impuso, el 29 de abril de 2008, al hombre que abusó sexualmente de su hija y que se encuentra prófugo desde el día que los jueces dieron a conocer el fallo.

Walter Dagoberto Matus fue condenado a 12 años de cárcel, aunque ya pasaron 9 y no se tienen datos certeros de su paradero.

Llegó en libertad al debate y el último día presentó un certificado laboral excusándose de concurrir. Los magistrados ordenaron su detención, aunque la policía no lo encontró en su casa ni en los lugares que solía frecuentar.

“Después del juicio siguió el sufrimiento durante un año y en un momento dijimos basta, porque era siempre hablar sobre lo mismo, estar mal nosotros y en el trabajo. Nos movimos, empapelamos Bahía con la cara de él, pero ese tiempo fue desgastante, entonces dijimos basta y pensamos ‘en algún momento va a caer’”, comentó la mujer a “La Nueva.”.

Matus, a quien el Tribunal en lo Criminal Nº 3 halló culpable de someter a la víctima entre los 7 y 10 años, era allegado a la familia de la chica, lo que provocó más dolor e indignación.

“Me preguntaba cómo puede ser que este tipo nos haya jorobado la vida de esta manera. Estábamos todo el día juntos, nos íbamos de vacaciones juntos...”.

Alejandra y su esposo dejaron el tema en manos de la justicia, pero en los últimos meses, y fundamentalmente a partir del contacto que tuvieron con la abogada Viviana Lozano, decidieron reimpulsarlo.

“Le dije a mi hija (en referencia a la víctima, que ahora tiene 25 años de edad) que íbamos a activar el tema de la búsqueda y me dijo que no había problema, que tenía todo muy claro”, sostuvo.

A partir de un pedido realizado a la Fiscalía General, se decidió que la causa, que se encontraba radicada en la UFIJ Nº 11, pase bajo la órbita de la especializada en delitos sexuales y, al mismo tiempo, comenzó a trabajar la Oficina de Búsqueda de Personas.

También tomaron contacto con el juez de Ejecución Penal Nº 1, Claudio Brun, quien interviene a partir de que el 30 de mayo de 2008 cobró firmeza el fallo condenatorio.

Pudo seguir adelante

Alejandra aseguró que afortunadamente su hija logró dejar atrás lo vivido y salir adelante.

“Desde un principio estuvo contenida y con ayuda psicológica. Teníamos miedo del momento en que fuera a formar pareja o tener su primer novio, pero por suerte se dio todo bien. Es más fuerte de lo que yo creo”.

Destacó la actuación de los fiscales Claudia Lorenzo, durante la instrucción de la causa, y Emilio José Marra, quien contuvo a su hija para lograr afrontar el juicio.

De todas maneras, admitió que carga con el peso de no haber advertido lo que estaba sucediendo.

“Hasta hoy el único trauma que tengo es que no me di cuenta antes. La nena experimentó algunas veces eneuresis (emisión de orina fuera de control), pero era cuando estaba jugando y lo asociábamos a que no se había dado cuenta y se le escapaba. Una sola vez me dijo que había soñado con monstruos y después la psicóloga me dijo que se debía a todo esto”.

“Ella se lo contó a su prima, que tiene la misma edad, y un día en mi casa (en 2003), estando las dos juntas, vinieron a hablar conmigo y me dijeron. Él (por el acusado) no la amenazaba para que no contara, sino que era como que la compraba o chantajeaba”, siguió diciendo.

Alejandra mencionó que junto con su esposo actuaron de inmediato. Hicieron la denuncia ante la justicia y acompañaron a su hija para que le realizaran los exámenes médicos correspondientes.

En un principio tuvieron temor por la presencia del acusado en la calle, prófugo de la justicia.

“En un momento estuve traumada con el tema de que estuviera afuera de la cárcel y tenía cierta intranquilidad, porque él conocía nuestros movimientos. Igual no creo que vuelva a aparecer”.

Sensaciones

“Hubo justicia a medias”, afirmó Alejandra al señalar que existe una condena, pero falta al responsable tras las rejas.

También manifestó enojo por la decisión judicial que le permitió a Matus llegar al juicio en libertad. “Sabía que se iba a escapar”, aseguró.

“Si no cambiamos el sistema, este tipo de cosas van a seguir sucediendo y vamos a continuar lamentando hechos como los que le pasaron a Micaela (Ortega) y Ramiro (Barragán)”.

De todas maneras, reconoció que hoy “se habla mucho más del tema (por la problemática del abuso sexual). Los casos se saben y no se ocultan como antes, cuando pocos iban a denunciar”.

Sobre el final, y en medio de esta carrera contrarreloj, aseguró estar esperanzada en que el hombre sea detenido.

“Tengo fe que lo encuentren; ojalá sea antes de estos 3 años. Si no es así, voy a seguir teniendo fe, pero lo está pagando desde el momento que tiene que estar escondido o con otra identidad”.