Claromecó nos ofrece la oportunidad de atrevernos a lo nuevo

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Con la naturaleza como bandera, Claromecó recibe todos los años turistas de distintos puntos del país que llegan atraídos por la cordialidad de su gente y la verdadera sensación de rélax que ofrecen sus amplias extensiones de playa, caracterizada por médanos generosos en reparo y arena donde esa magnitud garantiza tranquilidad y un grado de privacidad difícil de encontrar por estos días.

Además, en 2015, la preocupación de las autoridades por evitar el tránsito de vehículos 4x4 o similares en las zonas de baño, aumentan la tranquilidad de las familias, que disponen de esos espacios para el disfrute de los más pequeños.

Por otra parte, los 15 rescatistas del cuerpo de guardavidas garantizan el fin de las preocupaciones para los bañistas.

Al mismo tiempo, si la seguridad es una variable a la hora de elegir un destino, Claromecó cumple con esas expectativas, ya que esa tranquilidad que la hace única, comprende también la posibilidad de pasarla relajados sin temor a vivir malos momentos.

Alquileres y comida

Si bien el inicio de la temporada 2016 llega al filo de una elección presidencial, junto a un cierto grado incertidumbre acerca de lo que pasará a partir de mediados de diciembre, los prestadores de servicio de la villa balnearia preveían, al menos, un incremento del 20 por ciento en sus tarifas, con respecto a 2015.

No obstante, se pueden conseguir casas y departamentos para todos los gustos.

En ese sentido, distintos martilleros que ya están recibiendo consultas en sus oficinas, aseguran que se pueden conseguir alojamientos diarios desde 600 u 800 pesos, hasta niveles más importantes, en propiedades con más comodidades.

Departamentos para cuatro personas, con televisión, cable, microondas, heladeras y hasta un pequeño patio con parrilla puede entrar en el rango más bajo, mientras que otras propiedades ubicadas, por ejemplo, en Dunamar, el barrio parque de especial geografía que se encuentra situado al otro lado del arroyo Claromecó, pueden hallarse ofertas de valores mayores, pero muy cerca de un estado paradisíaco junto al mar.

El deporte y el mar

Dominante del paisaje, el mar es la mayor atracción de Claromecó. Es por ello que el surf y otros deportes acuáticos se consolidan año a año.

En sus amplias extensiones ya existen dos escuelas de surf para iniciarse en la actividad, donde los niños le dan vida a la aventura de correr impulsados por las olas, como así también muchos adultos, que tienen la posibilidad de vivir, tal vez, un sueño que creyeron enterrado con el paso del tiempo.

Para quienes se atreven a eso, está la posibilidad de alquilar tablas de surf, longboards y bodyboards.

Asimismo, a unos kilómetros hacia el oeste, existe una laguna de singulares características para la práctica de kite surf, con superficies sin pedregales y profundidades que garantizan una cuota extra de seguridad a sus adeptos.

En otras playas, la energía también se canaliza con maratones anuales, espacios para beach voley, tenis y fútbol, como así también numerosos paradores que, al atardecer invitan a disfrutar deliciosos tragos mientras somos testigos de inolvidables atardeceres.

Cultura de verano, todo el año

También, a lo largo de la temporada, la cultura se da cita en plazas, costaneras y barrios del balneario.

Recitales al aire libre, ferias de diseño y artesanos, acompañan las tardes de verano que, al llegar la noche, los adolescentes se encargar de continuar dándole vida en algunos de los distintos boliches y pubs del lugar.

Para ellos, la oferta de diversión también es variada, con lugares entretenimiento en la costa o a pocos metros de ella.

Previamente, los más adultos, pueden optar por algún menú en los distintos restaurants de la variada oferta gastronómica.

Así, en todos los casos, la posibilidad de hallar singulares sabores en distintos sitios se transforma es otra atracción turística.

Desde las pizzas de Bongo Bong en Dunamar hasta las delicias de Alvaro en el corazón del agreste barrio parque son motivo suficiente para acercarse al balneario. Claromecó está ubicado al final de la ruta provincial Nº73, en el distrito de Tres Arroyos. En auto, se puede llegar a través de la ruta nacional Nª228, en cuya intersección existen una rotonda nueva que nos lleva, no solo a Claromecó, sino también al cruce con la ruta provincial Nº72, eje de otros dos destinos de importancia como Orense al oeste y Reta al este.