Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Gestión como herramienta electoral

Gestión como herramienta electoral. El país. La Nueva. Bahía Blanca

En la Casa Rosada, el año se inició con pensamientos electorales que fueron transmitidos de distintas maneras, pero ocultos tras la forma de un gran despliegue de gestión. Salvo en la más cautelosa soledad de los despachos oficiales, donde el susurro cuenta verdades, no se escucha en el edificio de Balcarce 50 que el eje temático de los principales funcionarios sea el de la elección intermedia.

Mauricio Macri sabe muy bien que una derrota le complicaría su administración hasta 2019 y dejaría al ganador como candidato seguro a sucederlo. No lo dicen en la Rosada. Ese tema debe quedar subordinado a las acciones de Gobierno y no es una mala estrategia.

No obstante, no son pocos los que coinciden en sus oficinas a puertas cerradas que los “brotes verdes” comenzarán a mostrarse en goteo y que hay asuntos que resolver en el primer cuatrimestre, porque luego el inicio de la campaña electoral complicará el diálogo parlamentario y los acuerdos.

Hay factores económicos y financieros que resolver por lo que no genera asombro a ningún observador ver sentados a la Mesa Chica de Macri a los flamantes ministros Nicolás Caputo y Nicolás Dujovne. El problema es que, ambos junto con Gustavo Lopetegui y Mario Quintana y lógicamente Marcos Peña cuando regrese de vacaciones, son los son alter ego políticos del Presidente.

Admiten que hay temas que son de largo o tal vez mediano plazo, como una reforma integral del régimen tributario argentino o el achicamiento sistemático del gasto del Estado, o la descarga de costo laboral. Difícil tarea, dicen.

De todas formas hay aspectos bastante alentadores por el lado de las finanzas, en particular luego de la noticia dada a conocer por el ministro la semana que pasó, al anunciar el programa financiero para 2017.

El Gobierno tomó u$s 6.000 millones a 18 meses. Un beneficioso ofrecimiento de los bancos. Todo forma parte de la necesidad de renovar deuda por u$s 21.000 millones. Y no es el único paso. Caputo inicia mañana un periplo que cubrirá Londres y que continuará en Boston, Los Ángeles y Nueva York.

En el capítulo que le toca escribir a Dujovne los números también mandan, pero los plazos son mucho más estrechos si se vuelve a comprender que está en la cabeza de todos tener una buena elección. Pensar en el primer cuatrimestre deja un margen relativo para imaginar el resultado del plan de reducción de gastos.

La idea es bajar el gasto entre 0,6 y 0,8% del PBI en 2017, esto implica unos $ 65.000 millones. La meta fiscal prevista en el presupuesto 2017 es un déficit de 4,2% del PBI y, si se tiene en cuenta un posible aumento de la recaudación por el efecto del blanqueo exitoso, se podría perforar, dicen en su equipo.

Pero también aparece la brumosa realidad que representa la lucha contra la inflación. ¿Cuánto juega en el pensamiento electoral ciudadano el tema precios y salarios? Mucho.

Y allí aparece uno de los interrogantes con más compleja respuesta: ¿Se podrá continuar con la tendencia hacia la baja en el índice del costo de vida con un aumento ya aprobado de combustibles y otros en ciernes como la medicina, además de los programados en los servicios para este año?

Lo cierto es que habrá que entender que la madeja de gestión y política no es sencillo desenmarañarla. El componente de toda la estrategia Pro-Cambiemos, pasa como siempre por las rutas bonaerenses. La Provincia define.

Por ese motivo no extraña que, de vuelta de sus vacaciones, haya sido Eugenia Vidal quien más visitó a Macri y viceversa. “El factor Vidal es clave”, ha dicho el presidente.

Las alarmas se encendieron en la Rosada cuando se inició la semana, aunque la orden bien cumplida fue no darle un estatus de gravedad a la noticia.

Una encuesta de la Consultora Management & Fit lo colocó a Cambiemos en el tercer lugar en la intención del voto bonaerense, colocando por ahora como eventuales ganadores las formulas de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, y la de Cristina Fernández y Daniel Scioli. Ambas por delante del oficialismo.

Esta medición, por cierto excesivamente anticipada, rompe con el esquemático criterio del entorno presidencial y de muchos de los analistas adherentes a él, que al peronismo dividido se le gana.

Es así que Macri encaró la situación con un esquema de actos y presencias con Vidal o recorriendo como presidente la provincia, pero con una consigna: obras públicas para inaugurar o poner en marcha.

Además la imagen positiva de Vidal es de un 70,5%. Y se le suma la de Rogelio Frigerio que es la mejor del Ejecutivo. Aparecen sin embargo algunos puntos negros en espacio-tiempo político para el oficialismo.

El más significativo es el caso del titular de la AFI, Gustavo Arribas, de máxima confianza y amistad con el presidente, involucrado en uno de los affaires delictivos más notables de Brasil, al haber recibido transferencias bancarias por u$s 600 mil de parte de Leonardo Meirelles, que está condenado por el “Lava Jato”.

“Cómo salir de esto”, fue una de las frases escuchadas luego de un encuentro de la Mesa Chica.