Choques entre estudiantes y policías en Santiago de Chile

Redacción de La Nueva.

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Cientos de estudiantes y policías se enfrentaron ayer, durante más de cuatro horas, en el centro de Santiago luego que las fuerzas del orden impidieran que los jóvenes concretaran una marcha cuyo recorrido no estaba autorizado por las autoridades.

Al cabo de los incidentes las autoridades no habían informado sobre el número de detenidos o de lesionados en los disturbios, que se extendieron por todo el centro de la capital chilena, incluido el tradicional cerro Santa Lucía, hasta cuyas alturas decenas de motoristas policiales persiguieron a grupos de jóvenes que trataron de hacerse fuertes en el lugar.

Apenas los estudiantes comenzaron a congregarse en la céntrica Plaza Italia para iniciar la movilización, que debía seguir por la Alameda Bernardo O'Higgins, la principal avenida de la capital chilena, la policía cargó contra ellos para dispersarlos.

Los estudiantes trataron de reagruparse una y otra vez, suscitándose enfrentamientos sucesivos con los carabineros, que emplearon gases y chorros de agua, mientras los manifestantes respondían con lluvias de piedras.

La marcha suponía la continuación de varias acciones realizadas por estudiantes secundarios durante la semana para manifestar su rechazo a la forma y a algunos contenidos de la reforma educativa que impulsa el gobierno de Michelle Bachelet.

Los jóvenes se oponen a la lentitud de algunas medidas, como la gratuidad de la enseñanza y el traspaso de la administración de los colegios desde las municipalidades al Ministerio de Educación o los mecanismos de financiación de las medidas.

El martes, varias decenas de estudiantes vulneraron la seguridad del Palacio de La Moneda e irrumpieron en la sede del gobierno para protestar y el miércoles otro grupo desplegó un gigantesco lienzo desde la azotea del Ministerio de Educación para convocar a la marcha de ayer.

Las autoridades propusieron a los estudiantes un recorrido alternativo a la Alameda, lo que fue rechazado por las organizaciones estudiantiles, que culparon al gobierno del caos en que se transformó la convocatoria.

Tras los incidentes, los estudiantes denunciaron que la policía los reprimió desde que salieron de sus colegios para dirigirse a la marcha, que fueron sometidos a arbitrarios controles de identidad y el despliegue en algunos lugares de efectivos armados de metralletas y equipos como para ir a la guerra.

“Los estudiantes siempre hemos estado en la posición de una movilización lo más tranquila posible, pero vemos que nos amedrentaron desde la salida de los establecimientos”, dijo el portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios.

“Lo que sucedió fue un acto repudiable, que no fue convocado por los estudiantes. Hicimos lo posible para que no volviera a pasar esto”, afirmó.

Críticas a la reforma educativa

La marcha se dio dos días después que estudiantes se hicieron pasar por turistas para ingresar al palacio presidencial. Afirmaron que comenzarían una ofensiva hasta lograr una reforma educacional más profunda.

Los estudiantes critican cómo Bachelet y su Gobierno han llevado adelante la reforma a la educación y reclaman más consultas y beneficios cuando el país sufre un ajuste fiscal por los menores ingresos generados por el cobre.

“Hacemos un llamado a la presidenta que queremos gratuidad universal (para educación superior) y no en la medida de lo posible”, dijo Iturra al hacer un balance de la movilización.