Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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El hijo y la nuera de Bachelet renunciaron al Partido Socialista

Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon lo hicieron debido al polémico negocio inmobiliario por el que están siendo investigados por la Justicia y el primero renunció al cargo que tenía en el gobierno.
Foto: Reuters

   Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon, respectivamente hijo mayor y nuera de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, renunciaron a su militancia en el Partido Socialista (PS) debido al polémico negocio inmobiliario por el que están siendo investigados por la Justicia y el primero renunció al cargo que tenía en el gobierno.

   El presidente del PS, Osvaldo Andrade, anunció hoy las renuncias, que deberán ser ratificadas por el Tribunal Supremo del partido al que también pertenece la mandataria.

   El PS había abierto una investigación sobre el negocio inmobiliario realizado por la empresa Caval, perteneciente en 50 por ciento a Compagnon y en la que Dávalos trabajó hasta que su madre inició su segundo mandato, hace un año.

   El 16 de diciembre de 2013, un día después de que Bachelet se consagrara presidenta de Chile en segunda vuelta, Compagnon obtuvo del Banco de Chile (privado) un préstamo por 10,4 millones de dólares para la compra de unos terrenos rurales en el municipio Machalí, próximo a Santiago.

   La operación había sido pactada el mes anterior por el dueño y vicepresidente del banco, Andrónico Luksic, y Dávalos, que entonces era gerente de operaciones de Caval.

  Dado que Caval tenía un capital inferior a 10.000 dólares, que los terrenos adquiridos con el crédito estaban a punto de ser recalificados para uso urbano y que luego fueron vendidos por un precio significativamente mayor al de su compra, se sospecha que hubo uso de información privilegiada y tráfico de influencias.

  Dávalos renunció el 13 de febrero pasado a su cargo de director sociocultural de la Presidencia, pidió disculpas públicas a su madre y al gobierno de Chile por el daño causado, pero aseguró que no cometió “ilícito alguno ni delito”.

   Bachelet confesó el lunes pasado que vivió “momentos difíciles y dolorosos” por el escándalo, pero aseguró que quería enfrentarlo “con claridad y con decisión”. (Télam)